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Arte

Imágenes para la historia

Una película confronta a sobrevivientes de la lucha armada con documentos de los archivos de los organismos de seguridad

Arriba, la foto en la cual Guarany figura entre los presos intercambiados por el embajador suizo en 1970

Divulgación Arriba, la foto en la cual Guarany figura entre los presos intercambiados por el embajador suizo en 1970Divulgación

Por más que esto hoy en día parezca intrigante, los organismos represivos de la dictadura militar solían documentar y guardar registros de buena parte de las acciones violentas perpetradas en cuarteles y comisarías. Durante cuatro años, Anita Leandro, docente de la Escuela de Comunicación (ECO) de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), cineasta y editora de imágenes, escrutó los archivos del Departamento de Orden Político y Social (Dops) del antiguo estado de Guanabara [actual municipio de Río de Janeiro], del Servicio Nacional de Información (SNI) y del Superior Tribunal Militar. Del enorme volumen de material que pasó por sus manos, seleccionó cuatro vidas para narrarlas en el documental Retratos de identificação: son historias entrecruzadas de militantes de grupos que pretendían combatir al régimen a través de la lucha armada.

Los personajes son Antônio Roberto Espinosa, Maria Auxiliadora (Dora) Lara Barcelos y Chael Charles Schreier, del grupo Vanguardia Armada Revolucionaria Palmares (VAR-Palmares), y Reinaldo Guarany, de la Alianza Libertadora Nacional (ALN). Schreier murió mientras lo torturaban (de acuerdo con la versión que se acepta actualmente) y Dora se suicidó en 1976 tirándose debajo de un tren del metro de Berlín. En la película, se confronta a los dos sobrevivientes con documentos y fotos que no conocían y que la cineasta halló. Leandro no hizo preguntas: sólo dejó la cámara registrando las reacciones y los testimonios espontáneos. “El encuentro con las fotografías es la base del método de trabajo que desarrollé”, dice. “El personaje principal es la imagen, el archivo, que desencadena los dichos.”

Arriba, el retrato de Dora en los archivos del Dops...

Divulgación Arriba, el retrato de Dora en los archivos del Dops…Divulgación

Frente a las fotos, Guarany, compañero de Dora en el exilio, se emociona y comenta que prefirió no guardar imágenes de ella (con una excepción). Espinosa constata que, en su retrato de identificación en el Dops, su cuello aparece profusamente ensangrentado, una marca de la tortura. Guarany ve por primera vez una foto de 1970 en el aeropuerto de Galeão (Río), en la cual aparece entre el grupo de presos políticos intercambiados por la liberación del embajador suizo en Brasil, Giovanni Bucher, secuestrado por guerrilleros.

Tan rico y revelador es el material que recolectó Anita Leando que fue posible mostrar el camino que Dora recorrió al salir de su casa una mañana en Río de Janeiro, dada la secuencia de fotos que sacó un policía que vigilaba sus pasos. Sin embargo, la propia directora cuestiona la idea de que los archivos pueden reconstituir por sí solos la historia con exactitud, en parte porque muchos documentos se encuentran en estado de descomposición. “La práctica común de los documentalistas, al trabajar en el montaje de archivos, consiste en crear un texto que unifique el discurso y usar las imágenes como ilustraciones”, dice Leando. “Pero esas imágenes que sobraron crean vacíos irremediables, por eso intenté mostrar que las lagunas forman parte de la narrativa”. El recurso que utilizó consistió en intervalos en los cuales la pantalla aparece totalmente negra. “Esta opción valorizó la singularidad de cada imagen y su valor documental específico.”

...Chael Schreier, cuya muerte se investiga en la película

Divulgación …Chael Schreier, cuya muerte se investiga en la películaDivulgación

Para Leandro, las películas pueden erigirse en documentos históricos, aunque no necesiten tener la forma “terminada” de un compendio o de una tesis derivada de archivos textuales. “Las imágenes no aportan información tan inmediata y requieren una mirada más atenta y prolongada”, dice. Una demostración de la validez del cine para esclarecer el pasado es el hecho de que la película comprobó que la muerte de Chael Schreier no fue, tal como se sostenía en la versión oficial, consecuencia de las heridas producto de un enfrentamiento con la policía, toda vez que documentos de los archivos del Instituto Médico Legal (IML) no mostraban ninguna lesión. En la película, Espinosa describe las sesiones de tortura de las cuales fue víctima junto a Schreier y A Dora (de quien era su compañero en esa época). También formaN parte de la película extractos de entrevistas con la exguerrillera en el exilio, para un documental chileno y para otro estadounidense, en los cuales habla de Schreier. El material que Leandro reunió sobre el guerrillero muerto fue solicitado por la Comisión Nacional de la Verdad (CNV) instituida por la presidenta Dilma Rousseff. El capitán del Ejército Celso Lauria, quien firmó el informe de la Investigación Policial Militar sobre la muerte del guerrillero, fue convocado a declarar ante la CNV, pero no se presentó.

Leandro inició la investigación que resultó en la película –y en una exposición que se concretó en Río en 2014– en el programa de posgrado de la ECO-UFRJ, para la realización de un estudio sobre la palabra filmada y la edición de material de archivo en películas documentales. El enfoque sobre la dictadura militar y las violaciones de los derechos humanos durante ese período se decidió debido a su interés en una época a la que considera mal conocida o incluso ignorada por la mayor parte de los brasileños. La película, realizada con recursos propios, contó con una partida presupuestaria para su finalización (alrededor de una tercera parte del presupuesto total) producto de una colaboración de la Comisión de Amnistía del Ministerio de Justicia con la UFRJ. Retratos de identificação ha participado en muestras en Brasil y en el exterior, y no tiene fecha de estreno en el circuito comercial.

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