Aprobada en 2004, la Ley de Innovación obligó a universidades e institutos de investigación a crear los llamados Núcleos de Innovación Tecnológica (NIT), volcados a administrar su política de innovación y proteger la propiedad intelectual de modo tal de asegurarse que los resultados de sus investigaciones lleguen a la sociedad. Pues un grupo de instituciones de la región nordeste liderado por la Universidad Federal de Bahía (UFBA) decidió encarar ese nuevo desafío en forma de cooperativa. El resultado de ello es la Red NIT-NE, que ya reúne a 15 universidades públicas, escuelas técnicas, institutos de investigación e incubadoras de empresas en seis estados del nordeste de Brasil. Tales entidades actúan conjuntamente en varios puntos de la cadena de la propiedad intelectual, tales como la formación de recursos humanos especializados en el tema, la prospección tecnológica, la articulación para multiplicar los registros de patentes, marcas y software y las negociaciones con las empresas para licenciar tecnologías.
En esta red cada institución desarrolla una experiencia acorde a su orientación y la comparte con los otros miembros. La UFBA se especializó, por ejemplo, en la formación y capacitación de recursos humanos, con la oferta de carreras de graduación y posgrado en prospección tecnológica y propiedad intelectual, y monitorea también un calendario de eventos de interés común en los cuales, en general, los miembros de la red se encuentran personalmente. En tanto, la Federal de Sergipe (UFS) hizo una inmersión en el universo de la legislación sobre tales temas y suministró a los socios su modelo de resolución que dispone sobre la titularidad, los derechos de los inventores y otros aspectos que se refieren a la producción intelectual en la institución. La Federal de Paraíba compiló los tipos de formularios de evaluación del potencial de apropiación de los productos de los investigadores, de pedidos de marcas, depósito de patentes y de software. Excepto la propiedad intelectual, que pertenece a cada institución, todo lo demás es compartido entre los núcleos. Entre las tareas realizadas en conjunto, se destacan también una cartilla sobre los pasos para el registro de la propiedad intelectual y un periódico electrónico de periodicidad mensual con noticias de interés de los miembros de la red.
Marcas y patentes
En el plano interno, cada miembro se encarga de promover cursos y workshops, cuyos materiales didácticos son compartidos, capaces de sensibilizar a sus estudiantes e investigadores sobre la importancia de proteger la propiedad intelectual y para los medios de alcanzar ese objetivo. Nuestro objetivo apunta a propagar la cultura de la innovación, la transferencia de la tecnología, el desarrollo concatenado de las diversas regiones y la actitud emprendedora del empresariado, además de poner cada eslabón de la cadena de la propiedad intelectual en funcionamiento. Queremos que las investigaciones puedan salir de las mesas de los laboratorios y llegar a la sociedad, dice Cristina M. Quintella, profesora del Instituto de Química de la UFBA y una de las fundadoras de la Red NIT-NE. Se trata de una iniciativa inédita que está facilitando la interacción con sectores del gobierno y empresarial, dice Reinaldo Dias Ferraz, coordinador general de Servicios Tecnológicos del Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCT).
Uno de los mantras seguidos por la red de instituciones es la idea de que sus investigadores, en lugar de preocuparse exclusivamente con la publicación de artículos científicos, deben primero evaluar el potencial de apropiación de sus hallazgos (obtención de patentes, marcas, depósito de software, por ejemplo) y tratar de protegerlos, de ser necesario. Brasil necesita dar un salto cuantitativo en los registros de patentes y eso pasa por las universidades, pues, al contrario de lo que sucede en otros países, la academia se viene ocupando de la misión que debería caber a las empresas, dice Ana Eleonora Paixão, coordinadora de la red en la Universidad Federal de Sergipe (UFS). En Brasil, más del 70% de los investigadores se encuentra en las universidades.
Son prolíficos los primeros resultados de la red, multiplicada gracias a recursos de la Fundación de Apoyo a la Investigación Científica de Bahía (Fapesb), de la Financiadora de Estudios y Proyectos (Finep) y del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq). La meta de alcanzar 52 procesos involucrando propiedad intelectual fue superada: llegó a 62 procesos de depósito de software, de marcas y, principalmente, solicitudes de patentes en áreas como revestimientos epoxi, gas licuado, biodiesel, equipamientos agrarios y productos odontológicos, entre otros. Fueron hechas más de 20 prospecciones tecnológicas por las instituciones. Se dictaron cursos para cinco grupos de grado, en que los estudiantes aprendieron a evaluar el potencial comercial de tecnologías nacientes, y tres de posgrado, en los cuales los alumnos supieron cómo escribir una patente además de 11 cursos itinerantes de corta duración sobre propiedad intelectual. El objetivo de celebrar alianzas con fundaciones de apoyo a la investigación y secretarias estaduales fue alcanzado en Ceará, en Bahía y en Sergipe y está preparado en Paraíba y en Piauí. Los núcleos de innovación prácticamente no existían en nuestra región. Estábamos muy atrás de los esfuerzos hechos por grandes centros como la Unicamp y las federales de São Carlos, Santa Catarina y Minas Gerais, dice Maria Rita de Morais Chaves Santos, coordinadora del Núcleo de Innovación Tecnológica de la Universidad Federal de Piauí (UFPI). En los años 1980 y 1990 varias universidades del Nordeste llegaron a crear núcleos de innovación, pero ellos acabaron muriendo por falta de estructura y, sobre todo, de experiencia en el tema. La red nos dio una oportunidad única de montar nuestros núcleos, que no dependen solamente de la estructura física, sino de la existencia de recursos humanos bastante entrenados, afirma Maria Rita.
Socios privados
Se construyeron puentes con el sector empresarial. Se integraron a la estructura de la red cuatro incubadoras de empresas y el Senai-Cimatec (Centro Integrado de Manufactura y Tecnología), brazo para la apropiación de tecnología de la Federación Industrial del Estado de Bahía (Fieb). Una postura afirmativa de las instituciones con las empresas interesadas en licenciar tecnologías es otra de las mejoras. Hasta hace poco, los contratos y convenios de investigación y desarrollo con las empresas preveían cláusulas de secreto, confidencialidad, uso y titularidad de la propiedad intelectual incompatibles con el crecimiento conjunto de la investigación y de su transferencia para la sociedad en bases justas y concretas, dice Cristina M. Quintella. Hoy en día ya existe el resultado de la primera rueda de negociación con Petrobras que está siendo utilizada como modelo por otras empresas, afirma ella, refiriéndose a un grupo encargado de negociar nuevos términos para transferencias de tecnología con Petrobras, liderado por el rector de la Universidad Federal de Río Grande del Norte (UFRN), Ivonildo Rego, que es el vicepresidente de la Asociación Nacional de los Dirigentes de las Instituciones Federales de Enseñanza Superior (Andifes).
El advenimiento de la Red NIT-NE permitió que la región se integrase al Foro Nacional de Gestores de Innovación y Transferencia de Tecnología (Fortec). Creado en mayo de 2006, el foro reúne a los responsables en las universidades e institutos de investigación por la administración de las políticas de innovación y de las actividades relacionadas a la propiedad intelectual y a la transferencia de tecnología. Logramos rápidamente juntarnos a este esfuerzo nacional de gestión de la propiedad intelectual y estamos dando una contribución significativa, dice Cristina M. Quintella, que es coordinadora del Fortec en la región nordeste.
El embrión de la red surgió en agosto de 2004, cuando los profesores Cristina M. Quintella y Ednildo Torres, que en la época era coordinador de tecnología e innovación de la UFBA y hoy es coordinador del Laboratorio de Energía y Gas (LEN) y de la Planta Piloto de Biodiesel de la UFBA, se interesaron en un pliego emitido por el CNPq, con recursos del Fondo Verde y Amarillo, volcado para estimular la formación de núcleos de apoyo para patentar y oficinas de transferencia de tecnología. Con gran experiencia en investigación cooperativa su grupo integra redes de investigadores de las regiones Norte y Nordeste vinculadas a materiales avanzados y ganó el Premio Petrobras de Tecnología por cuatro años consecutivos (2003 a 2006) en tres temas distintos, Cristina llamó la atención de algunos colegas, vinculados a las redes del Norte y del Nordeste del Fondo Sectorial de Petróleo y Gas Natural (CTPetro-Finep), para la oportunidad de montar una red capaz de ayudar a núcleos de innovación de varias instituciones para que multipliquen sus esfuerzos. El profesor Ednildo Torres ayudó a propagar estas ideas. La existencia de esas redes, algunas de ellas vinculadas al desarrollo de tecnologías en las áreas de petróleo y gas, fue fundamental para que la tela de núcleos de innovación se hiciera factible. Las redes actuaban con el foco en la obtención de productos, como requieren los fondos sectoriales, lo que ayudó a madurar en conjunto la importancia de proteger la propiedad intelectual, afirma uno de los fundadores de la Red NIT-NE, el profesor Carlos Antonio Cabral dos Santos, de la Universidad Federal de Paraíba (UFPB), que responde por la coordinación general de la Red Cooperativa de Investigación Norte Nordeste del Gas Natural (Recogás).
La propuesta presentada al CNPq, sin embargo, no fue contemplada en el pliego. El grupo, no obstante, no abandonó la idea y continuó trabajando hasta sin recursos. La presentó ante el director presidente del Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INPI), Jorge Ávila, quien se interesó en el proyecto y se ofreció para ayudar. Así fue como se colocaron los cimientos del primer contrato paraguas del INPI con los estados. En 2005, con el giro de los presupuestos del CNPq, la propuesta del grupo fue reevaluada y acabó por ser contemplada con 200 mil reales para un período de 24 meses, de los cuales 80 mil reales son en becas. La primera vez que recibimos dinero, tomamos un avión y fuimos a pasar tres días en el INPI. Después partimos para conocer la experiencia de la Innova Unicamp, dice Cristina, refiriéndose al trabajo pionero de la Agencia de Innovación de la Universidad Estadual de Campinas en el estímulo a asociaciones con empresas y órganos del gobierno y en la búsqueda de aplicaciones prácticas para el conocimiento científico.
La experiencia tuvo su inicio con las universidades federales de Bahía, de Sergipe, de Paraíba, y de Cefet-BA. Recibió, en el 2006, 46 mil reales para la UFBA y el Cefet-BA de un llamado la Fapesb, en alianza con el INPI, el Servicio de Apoyo a las Pequeñas y Micro Empresas (Sebrae) y el Instituto Euvaldo Lodi (IEL), vinculado a la Confederación Nacional de la Industria (CNI). El año pasado, la ampliación de la Red NIT-NE fue contemplada con 1,2 millón de reales concedido por la Finep, pasando a alcanzar a cinco estados (Bahía, Sergipe, Paraíba, Ceará y Piauí). Hoy la red incorporó a la Universidad Federal de Alagoas y un Cefet de otra región, Espíritu Santo, y se articula con estados como Río Grande del Norte, Pernambuco y Maranhão.
Resultados positivos
Desde que se unió a la red, la Universidad Federal de Ceará (UFC) ya hizo factible, por ejemplo, cinco solicitudes de patentes, en las áreas de química, farmacología y tecnología de alimentos dos de las cuales en alianza con otras instituciones además de un registro de software. Hace mucho tiempo teníamos ese tipo de demanda, pero no sabíamos como ayudar y los investigadores acababan registrando patentes por su cuenta o con la ayuda de una empresa especializada en eso, dice Antonio Aritomar Barros, coordinador del Núcleo de Propiedad Intelectual de la UFC y responsable de la Red NIT-NE en el estado. La institución se benefició de la estructura creada por las federales de Bahía, Sergipe y Paraíba. Quedó mucho más fácil solicitar una patente después de que nuestros aliados comenzaron a compartir con nosotros la documentación necesaria. Ahora basta hacer algunos ajustes en la redacción del pedido, afirma.
Existen evidencias de que la experiencia generada en la Red NIT-NE comienza a permear otras estructuras. El brazo sergipano de la red, con sede en la UFS, ya perdió dos de sus miembros. El ex coordinador José Ricardo de Santana, profesor del Departamento de Economía de la UFS, fue elevado al cargo de director presidente de la Fundación de Apoyo a la Investigación y a la Innovación Tecnológica del Estado de Sergipe (Fapitec) y la becaria Sudanes Barbosa Pereira fue convocada a asumir un cargo en la Secretaria Estadual de Ciencia y Tecnología. El profesor Carlos Antonio Cabral dos Santos se convirtió coordinador de tecnología e innovación de la Universidad Federal de Paraíba (UFPB). Se espera que, con los esfuerzos constantes en pro de la creación de posgrados de calidad en el nordeste y de radicar investigadores de calidad en la región, la apropiación y la transferencia de los productos generados por los programas y por los investigadores aumenten y se conviertan una rutina, dice Cristina Quintella.
La Unesp crea un Núcleo de Innovación
La Universidad Estadual Paulista (Unesp) presentó a finales de septiembre su Núcleo de Innovación Tecnológica (NIT), destinado a depositar los pedidos de protección intelectual de los resultados de investigación producidos en la universidad, direccionar su política de innovación, administrar la transferencia de tecnología para las empresas y facilitar el diálogo entre los investigadores y el sector empresarial . El núcleo ya está en funcionamiento, con cinco proyectos de transferencia de tecnología en marcha. La Unesp tiene una investigación consolidada, de excelencia, que exigía una iniciativa como ésta, dijo la coordinadora del NIT, Vanderlan Bolzani, profesora del Instituto de Química de Araraquara. De los cinco proyectos de transferencia de tecnología, cuatro ya tienen contratos firmados. Hay uno en Sorocaba, en el área de nanotecnología, uno en São José do Río Preto, en agricultura, volcado para pesticidas, y dos en Araraquara, en el sector farmacéutico uno fitoterzapéutico y otro en cosméticos. Según el prorrector de Investigación de la Unesp, José Arana Varela, el NIT pretende garantizar la propiedad intelectual y la generación de nuevas tecnologías y renta. El ambiente académico brasileño exige un cambio cultural en relación a patentes e innovación, afirma Varela. El NIT va a actuar junto con los investigadores para auxiliarlos a direccionar sus trabajos, en la medida de lo posible, para el sector productivo. El órgano también garantizará el soporte jurídico en el proceso de pedido de patente. La idea es que el núcleo, cuando esté consolidado, se transforme en una agencia de innovación en los moldes de las que ya existen en la Universidad de São Paulo (USP) y en la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp).