Investigadores de la Universidad de Illinois, en las ciudades gemelas de Urbana y Champaign (EE. UU.), recibieron una subvención de 300.000 dólares para desarrollar herramientas capaces de analizar si las citas de los artículos científicos son fidedignas. Las citas forman parte de la bibliografía de las publicaciones científicas. Son referencias a estudios publicados previamente cuyo propósito es aportar contexto y una base de apoyo teórica para los manuscritos originales. “Un metaanálisis reciente demostró que el 25,4 % de los artículos médicos contenía algún error en sus citas”, dijo el científico de la computación Halil Kilicoglu, uno de los responsables del proyecto, según informa el sitio web de la Universidad de Illinois.
Kilicoglu puso como ejemplo una coincidencia de tan solo un párrafo, publicada en New England Journal of Medicine. “Menciones imprecisas de una carta de 1980 podrían haber contribuido a la crisis de los opioides”, dijo. Según esa carta, los casos de dependencia química en individuos que no tenían un historial de adicción, tras habérseles suministrado una droga narcótica cuando estuvieron internados en hospitales de Estados Unidos, eran muy raros: solamente habría cuatro casos documentados sobre un total de 11.800 pacientes. De las 608 citas sobre esa correspondencia, el 80 % no mencionó que los pacientes permanecieron internados y monitoreados, mientras que en otros casos se tergiversaron sus conclusiones. El argumento de que la adicción era improbable contribuyó a dar sustento a la prescripción de opioides, analgésicos que han vuelto adictos a millones de estadounidenses y fueron responsables de 183.000 muertes entre 1999 y 2015.
El grupo de Kilicoglu pretende desarrollar y validar modelos de procesamiento del lenguaje natural e inteligencia artificial para ayudar a autores, revisores de artículos y editores de revistas a verificar la exactitud y la integridad de las citas en los trabajos del área biomédica.
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