
sunil-nepali / pexelsEn el contacto social, se comparte el microbiomasunil-nepali / pexels
Otra buena razón para elegir con quien hablamos cara a cara: los contactos sociales crean un ambiente que permite la transferencia e incorporación del microbioma ‒el conjunto de microorganismos que habitan en la piel, el cabello, la boca o los intestinos‒ de otras personas. El intercambio de microbios a través del contacto ‒al saludar o besarse la mejilla, por ejemplo‒, tiene lugar en muchos tipos de relaciones, incluidos los vínculos no domésticos, constató un equipo de Estados Unidos, tras secuenciar el microbioma de 1.787 adultos en 18 comunidades aisladas de Honduras. Las personas conectadas por múltiples relaciones sociales compartían más variedades microbianas que aquéllas que no estaban tan vinculados. Las similitudes son mayores entre quienes habitan en el mismo hogar o son cónyuges y entre madres e hijos. Cuando se volvieron a tomar mediciones, dos años después, la diversidad del microbioma de cada persona se había incrementado, debido a la frecuencia de las interacciones y la proximidad física. Las personas que no compartían linajes microbianos al inicio del estudio no aumentaron sus intercambios, lo que indica que permanecieron aisladas (Nature, 20 de noviembre; Consejo Estadounidense de Ciencia y Salud, 6 de diciembre).
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