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ARTE

Intervenciones en la calle

Eduardo Srur transforma el espacio público en plataforma de experimentación plástica

FABIO RODRIGUES POZZEBOM/ABRIntervención realizada con la ayuda de estudiantes universitarios frente al Congreso Nacional: el arte como forma de rescate FABIO RODRIGUES POZZEBOM/ABR

“El arte salva”. El lema, escrito en cada uno de los 360 salvavidas lanzados el año pasado por Eduardo Srur en los espejos de agua del Congreso Nacional, con la ayuda de estudiantes de la Universidad de Brasilia, sintetiza el deseo de transformar la actividad artística en una especie de alerta contra los males de nuestra sociedad, una ambición que identifica la trayectoria del artista. Srur –quien comenzó su carrera hace menos de una década con la imponente y poética instalación Acampamento dos anjos [Campamento de los ángeles], en la cual una serie de carpas de campaña coloridas e iluminadas internamente fueron dispuestas sobre la fachada del actual Instituto del Cáncer Octavio Frías de Oliveira, entonces inconcluso, en la conocida avenida Dr. Arnaldo, en la zona oeste de São Paulo‒ se identifica con un extensa y prolífica línea de arte vanguardista: aquélla que apunta a explotar las herramientas de la creación plástica en forma conexa con lo cotidiano de la gente, transformando el espacio público en plataforma de experimentación, y provoca la reacción del público por medio de estrategias que constituyen una mezcla de seducción visual, choque semántico y subversión de escalas y sentidos.

A lo largo del siglo XX, esta vía fue seguida por innumerables grupos y artistas, comenzando por los dadaístas, cuyo manifiesto de 1918 decía que “el nuevo artista protesta: ya no pinta”, y asumió los más diversos sesgos a lo largo del tiempo. En Brasil, el pionero en acciones de ese tipo fue Flavio de Carvalho, quien a mediados de 1931 enervó a la todavía provinciana población de São Paulo al ir en sentido contrario de una procesión sin sacarse el sombrero de la cabeza y casi lo linchan.

Eduardo Nicolau/ AEEn defensa del medio ambiente: kayacs piloteados por maniquíes encallan en la basura del río TietêEduardo Nicolau/ AE

Por principio, la intervención urbana genuina es un campo abierto, multidisciplinario, que se alimenta de las más diversas fuentes, incorporando elementos del teatro, del urbanismo, del arte conceptual y pop, y con un predominante acento colectivo. En el caso de Srur, sin embargo, hay una fuerte preservación del carácter autoral del trabajo, en contraposición con la creciente fuerza de los colectivos en la producción de arte urbano en el Brasil de los últimos años. Otro aspecto destacado de su trabajo es un mayor énfasis en el acabado elaborado de las piezas. Pone gran atención a la plasticidad en sus intervenciones de carácter público, revelando una clara estrategia de utilizar lo bello, lo bien logrado, como arma de seducción y persuasión, acercándose así a las acciones de Christo, un artista búlgaro nacionalizado estadounidense, conocido por envolver monumentos e islas enteras y señalado por Srur como una de sus principales influencias.

Graduado en artes plásticas y publicidad, el artista recurre a herramientas de esos dos campos y establece un peligroso juego de inversión, en el cual se vale de las propias armas de seducción de la sociedad de consumo, y explora elementos cotidianos y los íconos de la cultura de masas para denunciar sus contradicciones. El artista paulistano parece tener como lema mantenerse prácticamente alejado del circuito de las artes. Su espacio no es el de las galerías y los museos, sino el ámbito público de las grandes ciudades. Suele decir que considera a la ciudad de São Paulo como un gran laboratorio a cielo abierto, donde las cuestiones que pretende explorar se encuentran permanentemente saltando. Su función tan sólo es brindarles visibilidad, recurriendo a diferentes estrategias. Él sigue pintando, como forma de expresión individual y fuente de ingresos, pero es evidente que privilegia las acciones con gran impacto desarrolladas tieniendo como base a la productora Atacó. Como ya lo indica el propio título de la productora, la estrategia primordial es atacar, en forma quirúrgica y rimbombante, una determinada cuestión, como forma de generar una suerte de cortocircuito, que abra nuevas posibilidades de percepción y deseos de cambio.

Eduardo SrurAcampamento dos anjos, el proyecto inaugural realizado em 2004: poesía urbanaEduardo Srur

Su objetivo puede ser la política, el desastre ambiental –tema que se está tornando su frente predilecto de combate, quizá porque cuenta con mayor apoyo por parte de varios agentes, públicos y privados, necesarios para llevar a cabo acciones con gran impacto tales como las que suele producir. O hasta incluso un señuelo publicitario en el mundo de las artes, tal como la Cowparade. Para poner de manifiesto el carácter artificial y estéril de esa iniciativa internacional que nada tiene en común con el fundamento transformador inherente al concepto más preciso de intervención pública. Srur echó mano de una estrategia casi de guerrilla, sometiendo a dos de esas estructuras de fibra de vidrio a los “bríos” de toros moldeados con el mismo material y montados sobre ellas al amparo de la noche, durante la edición 2010 del evento, en la ciudad de São Paulo. Tal intervención denuncia el carácter artificial de las vaquitas estereotipadas, diseminadas por las ciudades como un discurso vacío de arte urbano, meramente decorativo y publicitario, pero también le significó un juicio por exhibición obsceno, difamación y daños materiales.

Si bien en muchos casos concentrar la idea y la concreción de la obra en un único núcleo (con su autoría artística o posibilitado por medio de la productora Attack) es más limitante que la fluidez y la libertad de acción de los grupos colectivos, esto permite, por otra parte, la realización de acciones con gran impacto y revuelo, tal como las instalaciones de las réplicas en vinilo de botellas pet con tamaño gigantesco en la [autopista ribereña] Marginal Tietê (2008) y posteriormente en otros lugares, tales como la represa de Guarapiranga, o la reciente realización de una carrera entre un carruaje, transitando por la bicisenda, y un automóvil, entre el congestionamiento de la Marginal Pinheiros como forma de denuncia contra el caótico tránsito. El resultado fue un empate técnico, alcanzando ambos una velocidad de alrededor de 18 kilómetros por hora.

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