La Nasa, la agencia espacial estadounidense, descubrió que, para economizar mañana, a veces es necesario gastar un poco más hoy. Aun después de sobrepasar los presupuestos de la Estación Espacial Internacional, la agencia quiere desarrollar una tecnología para un cohete espacial de tercera generación –aunque todavía no tenga ninguno de segunda generación. Según la revista New Scientist (del 12 de enero), en el futuro, la Nasa espera contar con una máquina que reduzca mucho los costos de la entrada en órbita, gracias a la capacidad de consumir oxígeno de la atmósfera. Como quemará aire atmosférico en gran parte del vuelo, la nueva nave no necesitará cargar los pesados tanques de oxígeno líquido que reducen la eficiencia del lanzamiento. La Nasa ya concedió contratos de hasta 16 millones de dólares, para que compañías desarrollen el proyecto. Este año, está invirtiendo 900 millones de dólares en un cohete de segunda generación, que deberá poner en órbita probablemente en 2012. El nuevo modelo supereconómico solo volará en 2025.
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