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Colaboración

La carrera del etanol

FAPESP y Oxiteno convocan a investigadores para buscar soluciones que reduzcan los costos del alcohol.

La FAPESP y Oxiteno, una de las mayores industrias químicas del país, lanzaron un llamado público de propuestas para proyectos de investigación en el área de tecnología para la producción de azúcares, alcohol y derivados. El objetivo es interesar a investigadores de instituciones paulistas en la búsqueda de soluciones tecnológicas que ayuden a reducir los costos de la producción de alcohol combustible o etanol. Oxiteno, una empresa del grupo Ultra, tiene interés en producir productos químicos con precios competitivos utilizando productos naturales como el alcohol y el azúcar. Hoy en día, la producción con materia prima sintética es más barata. “Nuestra expectativa es que la comunidad académica responda en forma rápida y enfática a esa colaboración importante para el desarrollo de un área fundamental para la economía brasileña”, dice Pedro Wongtschowski, director superintendente de Oxiteno. “Por medio de esta colaboración con la FAPESP, pretendemos transformar buenas ideas en innovaciones, tecnologías y productos de significativa importancia”.

El 35% del etanol fabricado en el mundo proviene de Brasil, y de ello, el 60% es producido por el estado de São Paulo. En 2005, por primera vez, Estados Unidos emparejaron con Brasil en el liderazgo mundial de la producción, ambos con 16 mil millones de litros de alcohol. Mientras que el etanol norteamericano, extraído del maíz, es fuertemente subsidiado por el gobierno, el brasileño, obtenido a partir de la caña de azúcar, es el más barato del mundo. En la carrera tecnológica para asegurarse el liderazgo, uno de los desafíos es ampliar aún más la productividad de la caña sin tener que aumentar demasiado el área de cultivo. Solamente un tercio de la biomasa de la planta — la sacarosa extraída de la caña — se transforma en etanol. Los dos tercios restantes, compuestos por bagazo y paja, son desperdiciados o quemados. Uno de los desafíos de los investigadores paulistas es la búsqueda de soluciones para aprovechar esos insumos descartados. Para la FAPESP, el programa es importante porque se vincula a un producto de fundamental importancia para la economía del estado de São Paulo y del país.

Uno de los objetivos de la Fundación es estimular el trabajo de los investigadores dedicados a los estudios del etanol y también atraer hacia esa línea de investigación a buenos científicos hoy dedicados a otros intereses. “Nuevas tecnologías, especialmente en hidrólisis, que es la conversión de la celulosa en etanol, son foco de importantes investigaciones en otros países”, dice Carlos Henrique de Brito Cruz, director científico de la FAPESP. “Es importante destacar que se trata de una asociación con una empresa como la Oxiteno, que cuenta con fuerte actividad de investigación y una cultura que valoriza ese área”.

Serán invertidos R$ 6 millones, siendo la mitad provista por la Oxiteno y la otra mitad por la FAPESP y el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES). Los investigadores deberán enviar su anteproyecto, hasta el día 5 de enero de 2007. Las propuestas deben encuadrarse en alguna de las 16 áreas temáticas de investigación descritas en la llamada pública. Oxiteno realizará una primera evaluación de las propuestas, seleccionando las que coincidan mejor con los propósitos de la empresa. En segunda instancia, los coordinadores de las propuestas seleccionadas en la primera fase deberán presentar la versión completa de los proyectos, que serán evaluados por consultores ad hoc y coordinaciones de la FAPESP, siguiendo las normas para el Programa de Innovación Tecnológica (Pite). “Esa es una gran contribución que la FAPESP puede proveer al programa, la cual es, la utilización de su experiencia en evaluación de proyectos para garantizar la calidad de las propuestas seleccionadas”, dice Brito Cruz.

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