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Covid-19

La investigación científica durante la cuarentena

Fernando Carvall“Me mantengo en contacto con mis alumnos y procuro transmitirles una actitud positiva”

Coordino un laboratorio en el Instituto de Bioquímica Médica de la UFRJ que realiza investigaciones sobre el sistema nervioso. Somos 28 personas: 5 investigadores de posdoctorado, 6 alumnos de doctorado y 8 de maestría, a los que se suman el cuerpo técnico y 6 alumnos de iniciación a la investigación científica. La desazón cundió cuando la UFRJ recomendó que las actividades se redujeran a lo esencial. Pero logramos mantener los proyectos en curso y proseguir con lo más importante. Estamos trabajando en forma remota, pero dos de los alumnos necesitan ir al laboratorio una vez por semana para concluir sus trabajos.

Cada persona del grupo vive una experiencia distinta. Uno vive en un hogar donde hay un familiar que pertenece al grupo de riesgo de covid-19, otro forma parte de una familia en la que se vive una situación de pérdida de empleo y de sueldo. Yo abrí una cuenta en Zoom y estoy intentando mantener a todo el mundo activo. Realizamos debates sobre artículos en proceso; el grupo se organiza para felicitar y cantarles a los que cumplen años. Me mantengo en contacto con los alumnos, les envío artículos. Procuro inculcarles una actitud positiva y mostrarles que estamos todos en el mismo barco. Pero me preocupa que algunos no me están respondiendo los correos electrónicos.

Tengo tres hijas. Las dos mayores están trabajando en casa, pero el acompañamiento a la menor, de 11 años, que está estudiando en forma online, requiere de mi atención. Debo dedicarle unas buenas horas de la mañana a la rutina doméstica. Confieso que, para tener algo de tranquilidad, me estoy levantando por las madrugadas para trabajar un poco. Así he podido conciliar unas buenas horas de producción. Cuando amanece, duermo un poco y luego arrancamos de nuevo.

Fernanda de Felice es docente en el Instituto de Bioquímica Médica (IBqM) de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y coordina un grupo de investigación sobre alzhéimer.

Testimonio concedido a Fabrício Marques

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Fernando Carvall“Este ensayo clínico aporta una gran experiencia emocional”

Uno de los primeros artículos sobre el covid-19 reveló que ciertas condiciones previas, asociadas a la hipertensión y a la diabetes, estaban relacionadas a una evolución desfavorable del cuadro de los pacientes. Esas enfermedades se encuadran en el espectro de la obesidad, tema al cual está abocado el Centro de Investigación en Obesidad y Comorbilidades [OCRC], cuya coordinación está a mi cargo en la Unicamp. En el mes de febrero comenzamos a buscar conexiones entre nuestras investigaciones y la nueva enfermedad. Y reparé en una oportunidad para estudiar la bradicinina. Se trata de una sustancia que el organismo puede producir en gran cantidad como respuesta a procesos inflamatorios. Hay casos en los cuales la inflamación pulmonar ha provocado la muerte en pocas horas en pacientes con covid-19. Nuestra hipótesis plantea lo siguiente: si uno inhibe la acción de la bradicinina, tal vez la inflamación pulmonar disminuya.

La FAPESP llamó a presentar propuestas en el marco de una convocatoria de emergencia y nuestro proyecto fue aprobado. El protocolo establece que el ensayo se realice con pacientes graves. Un grupo recibe una droga que inhibe a uno de los receptores de la bradicinina. A otro grupo se le suministra un inhibidor de la síntesis de la bradicinina. Y a un tercer grupo, de control, se le brinda solamente el tratamiento estándar estipulado. Se evaluará a 30 pacientes.

Yo ya había participado en otros estudios clínicos, pero este es diferente. Los médicos saben que son propensos a contagiarse. Uno adquiere una experiencia emocional fuerte. El equipo ya estaba armado cuando una alumna decidió abandonar la residencia y un posdoctorando resolvió no participar porque no se sintieron preparados para afrontar el estrés. El compromiso y los relatos de quienes trabajan en el proyecto son emocionantes.

Licio Velloso es docente en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Campinas (FCM-Unicamp) y coordinador del Centro de Investigación en Obesidad y Comorbilidades, uno de los 17 Centros de Investigación, Innovación y Difusión (Cepid) patrocinados por la FAPESP.

Testimonio concedido a Fabrício Marques

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Fernando Carvall“Puse una mesita en mi home office y mi hija de 4 años me acompaña”

La fase inicial del aislamiento fue lo más difícil para mí. Trabajo con mejoramiento genética del maíz y su adaptación a los cambios climáticos en el Centro de Investigaciones en Genómica Aplicada a los Cambios Climáticos (GCCRC, por sus siglas en inglés), una colaboración entre la estatal Embrapa y la Unicamp. Cuando la universidad anunció en el mes de marzo la suspensión de las actividades fue un cimbronazo. Lo primero que hice fue pasar por el supermercado. No sabía si se iba a cerrar todo y mi reacción inicial fue garantizarme un stock de alimentos.

Al principio del aislamiento no lograba trabajar cabalmente. Me la pasaba viendo las noticias y charlando con colegas sobre la pandemia. Poco a poco, fui gestando una nueva rutina. Mi marido es docente en la Universidad Federal de Maranhão, donde las clases se suspendieron. Él se quedó en Campinas con nosotras y se hizo cargo de muchas de las tareas domésticas. Tenemos una hija de 4 años de edad. Muchas de las reuniones de trabajo las he realizado con ella a mi lado. Puse una mesita cerca de la mía y ella me acompaña. Tengo que reservar tiempo para las actividades escolares de ella. Dos días por semana, la escuela realiza reuniones virtuales y ella ve a sus amiguitos y a la maestra por la computadora.

Yo sigo manteniendo actividades presenciales y, día por medio, voy al laboratorio. Trabajo en una plataforma para el desarrollo de plantas tolerantes a la sequía y al calor. Como esas actividades no pueden detenerse, junto a una alumna de posdoctorado y un alumno de doctorado nos rotamos en el cuidado de las plantas y de los experimentos. En nuestro laboratorio trabajan más de 20 personas, pero solo pueden asistir dos por día. Los que necesitan ir, tienen que acordar el horario.

Juliana Teixeira Yassitepe se desempeña como investigadora en Embrapa Informática Agropecuaria y trabaja en la Unidad Mixta de Investigación Genómica Aplicada a los Cambios Climáticos, un acuerdo de colaboración entre Embrapa y la Universidad de Campinas (Unicamp).

Testimonio concedido a Fabrício Marques

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Fernando Carvall“La música me ayudó a recuperar el equilibrio durante la cuarentena”

Soy docente en la Universidad de Alabama, en Estados Unidos, y estoy investigando una enfermedad causada por hongos que está provocando un declive en la población de anfibios cuyas causas tienen relación con el desmonte. Ese estudio está enfocado en el Bosque Atlántico del estado de São Paulo y parte de Rio Grande do Sul. Yo soy de este último estado, soy gaúcho. Vine a Estados Unidos en 2017 y estoy atravesando el período de prueba de cinco años durante el cual un científico necesita esforzarse bastante para conseguir financiación, publicar y poder hacer investigación de punta. En casa, esa presión la experimentamos por duplicado. Mi esposa, Mônica Kersch-Becker, quien también es bióloga y docente en la misma universidad, atraviesa una instancia idéntica.

La pandemia nos encontró en un momento en que estábamos preparando proyectos para presentárselos a agencias científicas de fomento. Cuando nuestros laboratorios suspendieron sus actividades, trasladamos el trabajo a casa e instalamos nuestras computadoras en la sala. Pero raramente trabajamos juntos. Por la mañana, ella trabaja y yo cuido a los chicos. Tenemos un nene de 7 años y una nena de 4. Por la tarde, soy yo el que me siento frente a la computadora.

La música me ha ayudado a recuperar un equilibrio. Cuando vivía en Rio Grande do Sul integraba una banda y, durante la cuarentena, comencé a componer de nuevo, en un proyecto a distancia con amigos. Como ya había obtenido la aprobación de un proyecto sobre cambios climáticos en la National Science Foundation, compuse un tema musical sobre el impacto del desmonte en la biodiversidad y el riesgo de surgimiento de pandemias. También aprendí a utilizar un software de edición de video y logré hacer un videoclip.

Guilherme Becker es profesor asistente del Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad de Alabama, en Estados Unidos.

Testimonio concedido a Fabrício Marques

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Fernando Carvall“A partir de la crisis sanitaria, el concepto de cohesión social se transformó en algo vital

¡Nunca me imaginé que podía estar tan ocupada en una cuarentena! En los últimos dos meses tuve que cancelar 10 viajes. Ahora todas las reuniones se están haciendo en forma online. El reto consistió en conciliar todo eso con mi intensa rutina laboral. soy vicepresidenta del International Science Council [ISC]. Como parte de las actividades del ISC, he participado en diversos frentes. Uno de ellos tiene que ver con una comisión internacional donde se debaten problemas comunes, incluso las vulnerabilidades que surgieron como consecuencia de la pandemia. Como científica social, en este foro suelo proponer reflexiones relacionadas con los sueldos, el trabajo y la educación. En Brasil, donde muchos de los trabajadores están precarizados, mi noción acerca de los vulnerables evocaba a trabajadores informales o a la gente sin acceso a la educación. Pero ahora me doy cuenta que la vulnerabilidad también es algo que afecta a la clase media. Habrá un gran porcentaje de gente que perderá el empleo y sus ingresos, que estará obligada a modificar su estilo de vida. Más allá de las vulnerabilidades, el ISC está debatiendo sobre temas relacionados con la cohesión social y la resiliencia, un concepto, este último, que no me agrada demasiado, pero que se está utilizando para referirse a la situación de las sociedades en el marco de la pandemia. Antes del covid-19, el mundo ya emitía señales de un aumento de la polarización política y del populismo. La crisis sanitaria hizo eclosión en medio de esa coyuntura, haciendo que la idea de la cohesión social sea algo aún más vital. ¿Cómo mantener a la sociedad unida en medio de tantos desafíos? Nos estamos ocupando de eso, para entender cuáles son las variables que inciden sobre el grado de cohesión social de las sociedades.

Elisa Reis, socióloga política, es profesora titular de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ).

Testimonio concedido a Christina Queiroz

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Fernando Carvall“En aislamiento, coordino la búsqueda de fármacos contra el coronavirus”

Como tengo más de 60 años, me adherí al aislamiento social desde el mes de marzo. Si bien no estoy presente en el Instituto de Física de São Carlos de la USP, sigo coordinando el Centro de Innovación en Biodiversidad y Fármacos, el CIBFar. Me comunico permanentemente vía WhatsApp con el equipo que trabaja en el laboratorio, que está compuesto por tres pasantes posdoctorales y dos alumnas de doctorado. También mantengo contacto con los 15 científicos asociados del CIBFar, que trabajan en otras universidades y unidades de la USP. En mi casa, paso el tiempo revisando la literatura referente al nuevo coronavirus, que está en ebullición.

El foco del CIBFar recae sobre el desarrollo de nuevos fármacos y estamos abocados a un proyecto patrocinado por la FAPESP que apunta a identificar compuestos con acción antiviral para el tratamiento de los pacientes con covid-19. Nuestro objetivo es hallar moléculas que puedan interactuar con las proteínas que emplea el virus Sars-CoV-2 para replicarse. Estamos testeando una amplia biblioteca de moléculas para ver si alguna bloquea el funcionamiento de alguna de esas proteínas.

Yo vivo en una quinta en la ciudad de São Carlos. Como hay escaso movimiento alrededor, puedo andar en bicicleta. Tenía una persona que me ayudaba con las tareas de la casa dos veces por semana, pero no está viniendo a trabajar. Me gusta cocinar y lavo la vajilla cada día. Mi mujer, que es secretaria de la dirección del Instituto de Física de la USP, va a la universidad algunas veces por semana. Cuando sale, ella se encarga de las compras. Yo estoy jubilado, pero sigo trabajando en la USP como docente sénior. En 2019, estuve a cargo de una cátedra de la carrera de grado. En este semestre solo estoy comprometido con la investigación.

Glaucius Oliva es profesor sénior del Instituto de Física de São Carlos de la USP y coordina el Centro de Innovación en Biodiversidad y Fármacos, uno de los 17 Centros de Investigación, Innovación y Difusión (Cepid) financiados por la FAPESP.

Testimonio concedido a Fabrício Marques

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