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Trayectorias

La lengua de la ciencia

El dominio del inglés se vuelve cada vez más imprescindible en la producción y la divulgación científica

Augusto Zambonato

Al publicar trabajos o incluso al comunicar descubrimientos científicos, los investigadores de todo el mundo recurren corrientemente al inglés. Pero no siempre ha sido así. Hasta las primeras décadas del siglo XX, las publicaciones se dividían entre el alemán y el francés. “Esos dos idiomas ya fueron muy importantes para la divulgación científica, hasta que el inglés ganó cada vez más espacio y se convirtió en el idioma universal entre los científicos”, explica el neurocirujano Carlos Gilberto Carlotti Júnior, vicerrector de posgrado de la Universidad de São Paulo (USP).

Consciente de la necesidad de que los alrededor de 30 mil alumnos de posgrado de la institución tienen que dominar la lengua inglesa, la USP ofrece programas y cursos como los desarrollados por la Agencia USP de Cooperación Académica Nacional e Internacional (Aucani), responsable de apoyar a la comunidad académica en el intercambio con las instituciones internacionales. “Hoy en día tenemos, en promedio, 170 asignaturas de posgrado que se dictan en inglés. Eso es para que los alumnos tengan acceso al idioma y empiecen a comunicarse y a producir conocimiento en la propia lengua extranjera”, explica.

La preocupación de la USP al respecto del dominio del inglés responde a varios motivos. En 2018, por ejemplo, alrededor del 15% de los estudiantes que se presentaron la Programa Institucional de Doctorado Sándwich en el Exterior (PSDE) no fueron aprobados porque no tenían en nivel necesario de conocimientos de lengua inglesa. Mantenido por la Coordinación de Perfeccionamiento del Personal de Nivel Superior (Capes), este programa se destina a la formación de recursos humanos en el exterior, con pasantías de investigación en áreas del conocimiento menos consolidadas en Brasil. “Es alta la exigencia para comprensión, la lectura y la escritura. El dominio de la lengua, que hasta recientemente se podía certificar mediante una carta del director, ahora requiere su comprobación mediante un test”, explica.

Babel científico
En el libro Scientific Babel: How science was done before and after global English (University of Chicago Press, 2015), el profesor de historia de la ciencia de la Universidad de Princeton, en Estados Unidos, Michael Gordin, reconstituye la variación de las lenguas dominantes en la ciencia a lo largo del tiempo. De la predominancia del griego y del latín, pasando por el árabe y luego por el italiano, el francés y el alemán, hasta llegar al inglés, se vivía una realidad de ardua comprensión, que complicaba los intercambios económicos y de conocimiento científico. De acuerdo con Gordin, fue después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), con un boicot de parte de científicos belgas, franceses y británicos a la producción científica de Alemania y de Austria, cuando se allanó el camino hacia la hegemonía de las lenguas francesa y inglesa, resultando posteriormente –como resultado de factores históricos y económicos– en la preponderancia del inglés.

“Esa es también una cuestión de colaboración entre los diversos pares científicos”, comenta Fanny Béron, del Instituto de Física Gleb Wataghin, de la Universidad de Campinas (IFGW-Unicamp). “Es importante que la ciencia se produzca en diferentes lenguas porque la diversidad aporta una riqueza enorme. Sin embargo, la divulgación tiene que realizarse en inglés”, añade la investigadora, quien también es decente en el curso de extensión Scientific Writing in English, ofrecido por la institución a los alumnos interesados en perfeccionar no solo sus conocimientos en inglés sino también la redacción científica.

Para el ingeniero agrónomo Gabriel Colombo de Freitas, director de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Asociación Nacional de los Estudiantes de Posgrado (ANPG) y alumno del curso de especialización en economía del trabajo y sindicalismo de la Unicamp, las exigencias del medio académico respecto al dominio de la lengua inglesa y la predominancia del idioma en la divulgación científica reflejan el rol desempeñado por países como Estados Unidos e Inglaterra en la geopolítica del poder. “El hecho de que el inglés se haya convertido en el idioma de la ciencia y de la producción del conocimiento está vinculado a la hegemonía política y económica de esos países”, afirma, recordando que los programas de enseñanza del idioma, mantenidos por las universidades públicas, todavía son muy restringidos, no abarcando la totalidad de la demanda.

Según Paulo Artaxo, del Instituto de Física de la USP y miembro del equipo del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), la importancia de la lengua inglesa para la ciencia debe seguir creciendo. “El idioma se ha vuelto esencial. En el área de las ciencias exactas no se logra hacer nada sin utilizar el inglés. Y no basta con tener el dominio instrumental, que permite la lectura de artículos, por ejemplo. Existe la necesidad de interactuar con otros investigadores”, afirma. Con más de 40 años de vida académica, Artaxo recuerda que empezó a hablar inglés a partir de su participación en congresos en el exterior.

Desde 2016, la Escuela de Administración de la Fundación Getulio Vargas de São Paulo (FGV Eaesp) le ofrece, en inglés, a un curso, todo el contenido de la carrera de grado en administración de empresas. “La institución fue una de las primeras del país que ofreció una carrera de grado con esa característica, es decir, el 100% de las clases, trabajos y pruebas realizados en esa lengua extranjera”, informa el coordinador del curso, Renato Guimarães Ferreira. La iniciativa, que actualmente atiende a aproximadamente 40 personas cada semestre, empezó gradualmente, con la oferta de asignaturas optativas, en las que los estudiantes podían escoger entre el portugués y el inglés.

Para perfeccionar el idioma
La principal orientación es la práctica continua

1. Realice exámenes online para saber cuál es su nivel de dominio del idioma.
La Universidad de Cambridge, por ejemplo, ofrece el servicio gratuitamente
2. Lea artículos científicos escritos en inglés. La lectura mejora el desempeño de la comunicación verbal
3. Prepare presentaciones sobre sus trabajos académicos en ese idioma. Empiece con expresiones breves, hasta que se sienta seguro para elaborar producciones completas
4. Busque programas de enseñanza de lenguas como el Idiomas sin Fronteras, ofrecido por el gobierno
5. Servicios como el BBC Learning English ofrecen cursos gratuitos que incluyen videos y podcasts

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