A mediados de 1997, a los 15 años de edad, Dorival Gonçalves dos Santos Filho ya había leído casi toda la obra de Machado de Assis. Pero esos libros no habían sido sacados de una biblioteca, sino del basural en donde trabajaba con su madre y sus hermanas en el municipio de Piedade, en el interior de São Paulo. En medio de la rutina de buscar el sustento de la familia en rellenos sanitarios, encontró casi 3 mil libros durante una década. En su casa, los organizaba en cajones dentro del cuarto que compartía con su hermano menor.
En aquel tiempo, Dorival había terminado de cursar la enseñanza básica y las dificultades para conciliar las clases con el trabajo en el relleno terminaron obligándolo a abandonar la escuela. Pero su amor por la lectura no disminuyó, sino que lo motivó a cursar la enseñanza media en 2003, a los 21 años. Estudiaba de noche, y de día seguía trabajando en el basural. “Las profesoras se fueron dando cuenta poco a poco de mi inclinación por la literatura”, dice Dorival. “A esa altura, ya había leído los principales clásicos brasileños”, comenta, sin esconder su predilección por Vidas Secas, de Graciliano Ramos.
Y entonces ellas empezaron a incentivarlo a seguir la carrera de letras. Al principio, él se mostró reacio. “Pero un día, cuando ya estaba terminando la enseñanza media, alumnos de la Unesp [la Universidade Estadual Paulista] dieron una charla en mi escuela y dijeran que los dos estudiantes con las mejores notas serían eximidos de pagar la tarifa de inscripción al examen de ingreso”, recuerda. Él y un compañero de curso resultaron seleccionados.
Dorival intensificó sus estudios y, con ayuda de su madre, fue a la ciudad de Sorocaba a hacer el examen. “No lo podía creer cuando vi mi nombre en la lista de aprobados”, recuerda. Se mudó entonces a la ciudad de Assis a comienzos de 2007, con algunos libros en el equipaje. Se instaló en una casa colectiva estudiantil y, un mes después, empezó a recibir la beca de ayuda de la Unesp. “Para tener derecho a ese beneficio, tuve que elegir a un profesor que me dirigiera en un proyecto de iniciación a la investigación científica”, comenta. Por influencia de su director, elaboró entonces un proyecto de investigación en lingüística sobre Ensaio de rhetórica conforme o methodo e doctrina de Quintiliano, publicado en 1779 por el fraile portugués Sebastião de Santo António.
A finales de 2010 se recibió con habilitación en portugués-francés y empezó a analizar la posibilidad de seguir estudiando. Por recomendación de su director de proyecto, optó por la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC), cuyo posgrado en lingüística es uno de los mejores de Brasil. Aprobado en la selección de ingreso en la maestría, al año siguiente se fue a vivir a Florianópolis, donde también cursó después su doctorado en lingüística.
Pese a haber sido aceptado para realizar un período de investigaciones en la Universidad de París VII, en Francia, en el año 2017, Dos Santos Filho tuvo que declinar de hacer ese viaje, pues la beca que había solicitado ante una agencia científica de fomento federal no le fue concedida debido a la falta de recursos. Pero no por ello abandonó la idea de estudiar en el exterior. “Sigo en contacto con el grupo del lingüista Jean-Michel Fortis, del Laboratorio de Historia de las Teorías Lingüísticas de París VII”, dice Dos Santos Filho. La idea es realizar una pasantía posdoctoral en el área de tipología lingüística con enfoque en el portugués brasileño. Desde comienzos de este año, él es docente de portugués en la escuela municipal de educación básica Alfredo Rohr, en Florianópolis.
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