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Zoología

La obra de una vida

Libro reúne estudios de Vanzolini, autor de la teoría de los refugios

Dibujos de Paulo Emílio VanzoliniA los 10 años, Paulo Emílio Vanzolini logró la aprobación en el examen de ingreso al Gymnasium y, como premio, recibió de regalo del padre una bicicleta. Con ella, el muchachito fue a pasear al Instituto Butantan, ubicado en la zona oeste de la capital paulista, y allí quedó encantado con las serpientes; y decidió que sería investigador. A los 14 años, Vanzolini ya era practicante del Instituto Biológico de São Paulo, y a los 23 se graduó en medicina en la Universidad de São Paulo (USP). En su doctorado, concluido en 1951 en la Universidad Harvard, Estados Unidos, decidió encaminarse por la herpetología, el estudio de réptiles y anfibios.

Al cabo de más de seis décadas dedicadas a la ciencia, Paulo Vanzolini, quien actualmente tiene 86 años, hace llegar a las estanterías de las librerías la obra Evolução ao nivel de espécie – Répteis da América do Sul. Con más de 700 páginas, este libro publicado por editorial Beca, con apoyo de la FAPESP, es una compilación de 47 de los principales artículos publicados por el investigador entre 1945 y 2004. “Juntamos en un solo documento lo que estaba suelto. Esa articulación facilita la consulta. Es una obra bastante representativa de mi carrera”, resume Vanzolini. “Siempre trabajé en la misma línea de investigación para intentar explicar cómo habría surgido la gran diversidad de la fauna sudamericana. Lo que hice en esos estudios puede ahora encontrarse en el libro”, agrega el investigador, premiado en 2008 por la Fundación Guggenheim de Nueva  York en reconocimiento a sus contribuciones a la ciencia. “La publicación de esta compilación tiene un especial significado para la FAPESP”, afirma Celso Lafer, presidente de la Fundación, en el prefacio del libro. “Es en primer lugar un reconocimiento a la contribución de Vanzolini para el desarrollo de la zoología, y en segundo lugar, una manera de subrayar de qué modo su historia de vida está vinculada de manera tan constructiva a la de la FAPESP.”

Miguel Trefaut Rodrigues, docente del Instituto de Biociencias de la Universidad de São Paulo (IB/USP), comenta que los trabajos de Vanzolini ayudaron a modificar la zoología brasileña, que hasta mediados del siglo XX se dedicaba fundamentalmente a la descripción puntual y aislada de animales. “Vanzolini reorienta esos estudios y empieza a preocuparse con los mecanismos de especiación, con la perspectiva evolutiva, al reunir conocimientos biológicos y geomorfológicos y evaluar a los animales en función de los paisajes que habitaban”, dice. “En su obra, el estudio sistemático de los reptiles y la búsqueda de un modelo evolutivo capaz de explicar su diversidad corresponden a puntos indisociables de un mismo proceso mental”, añade Hussam Zaher, actual director del Museo de Zoología de la USP.

Trefaut recuerda que, durante mucho tiempo, la explicación más aceptada científicamente para justificar la biodiversidad de biomas como el Bosque Atlántico establecía que la gran cantidad de especies era producto de largos períodos de estabilidad climática y geológica, que habrían representado el ambiente propicio para el cruzamiento y la reproducción. Al final de la década de 1960, Vanzolini rescató conceptos inicialmente formulados para explicar la diferenciación de aves en Europa para postular la teoría de los refugios, planteada simultánea e independientemente por el alemán Jurgen Haffer. En dicha tarea contó con la ayuda del geógrafo brasileño Aziz Ab’Saber.

De acuerdo con esa interpretación, América del Sur habría pasado, específicamente en los últimos 1.600.000 años, por ciclos de variaciones climáticas intensas. Hace entre 18 mil y 14 mil años, cuando el continente enfrentó la última glaciación, se habrían formado, debido al frío, nichos geográficos con bosques tropicales “los refugios”, que aseguraron la supervivencia de especies menos acostumbradas al frío. Cuando la temperatura volvió a subir, esos animales pudieron abandonar los refugios y volvieron a encontrarse. “Vanzolini muestra que la diversidad y la especiación surgieron gracias a la formación de islas de aislamiento y a los cambios frecuentes, y no como consecuencia de la evolución lenta y estable”, dice Trefaut.

Hace mención a los artículos “Zoología sistemática, geografía y origen de las especies”, de 1970, y “The vanishing refuge: a mechanism for ecogeographic speciation”, de 1981, como dos de los trabajos destacados de la compilación. Ambos están directamente re¬lacionados con la teoría de los refugios. “El primero es un estudio multidisciplinario, escrito en portugués, que torna accesible una línea de investigación hasta ese entonces restringida a los pocos que en aquella época dominaban el inglés. Resulta fundamental también porque opera con ejemplos prácticos, y apunta cómo se detectaron los refugios”, comenta Trefaut. El segundo plantea un mecanismo nuevo para explicar cómo surgen nuevas  especies, con adaptaciones ecológicas distintas de las que exhibían sus ancestros. “Vanzolini fue innovador al introducir y divulgar en Brasil, a través de sus alumnos, una visión moderna y centrada en el estudio de la variación geográfica, valiéndose a tal fin de herramientas estadísticas”, detalla Zaher.

El punto de partida
Las polémicas forman también parte de la trayectoria de Vanzolini. Estudios brasileños e internacionales que evaluaron granos de polen y sedimentos de ríos y de cuencas hidrográficas, intentan no solamente cuestionar, sino que llegan a negar la teoría de los refugios (lea en Pesquisa FAPESP nº 129). Vanzolini los rebate y afirma que hasta ahora ninguna otra explicación científicamente convincente ha sido planteada en reemplazo de la tesis que él formuló. “No se puede negar que los refugios existieron como mecanismo climático y ecológico”, dice Trefaut. “Lo cierto es que la ciencia hace todo lo posible constantemente. A lo mejor dentro de 10 ó 15 años la teoría es repensada y revisada. De cualquier modo, las contribuciones de Vanzolini habrán sido el punto de partida”, añade.

Trefaut recuerda también el papel relevante de Vanzolini, director del Museo de Zoología de la USP de 1962 a 1993, en la organización de la colección del museo. “Cuando se hizo cargo de la dirección existían poco más de mil ejemplares catalogados. Hoy en día son más de 300 mil”, comenta. Según Trefaut, el propio Vanzolini en muchas ocasiones se dedicaba a dactilografiar etiquetas y fichas de identificación de los animales guardados. “Fue una vida dedicada a las colecciones”, refuerza. Zaher coincide y afirma que Vanzolini “encabezó un equipo de zoólogos que construyó en el transcurso de décadas una de las mayores y más importantes colecciones zoológicas neotropicales”. Al comentar qué mudó en seis décadas en la ciencia nacional, Vanzolini, quien también es un consagrado compositor de música popular brasileña, no duda: la consolidación del sistema de posgrado, que en su época no existía y que ayudó a catapultar a Brasil a un sitial destacado en el panorama internacional. “Reverencio a la naturaleza. Y tuve una carrera gratificante”, dice. “Puedo decir que soy un  investigador completamente realizado.”

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