La creciente utilización de bromelias en la decoración de ambientes domésticos puede transformarse en un problema de salud pública. Un estudio realizado el año pasado mostró que dichas plantas constituyen probable focos del mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue y de la fiebre amarilla El profesor Oswaldo Paulo Forattini, de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de São Paulo (USP), y Gisela Rita Marques, de la Superintendencia de Control de Endemias (Sucen), de la Secretaría de Salud del Estado de São Paulo, realizaron esta advertencia al descubrir larvas del mosquito en una bromelia en la ciudad de Potim, a 150 kilómetros de la ciudad de São Paulo. “Actualmente es muy común tener ese tipo de planta en casa”, dice Forattini. Para el investigador, los efectos aún no se sienten en São Paulo porque la presencia del Aedes aún es reducida en la capital paulista, siendo más fuerte en otras ciudades. La principal dificultad para la prevención del problema es la cuestión cultural. “¿Quién permitiría poner insecticida o incluso descartar bromelias?”, pregunta Forattini. El objetivo de los investigadores es alertar a las autoridades implicadas en la campaña de combate al dengue.
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