El informe del Programa Evaluación Ecosistémica del Milenio, solicitado por la ONU a 1.300 científicos de 95 países, mostró que el 60% de los servicios extraídos de ecosistemas del planeta –tales como el abastecimiento de agua y la pesca, entre otros– registran un elevado grado de degradación o se usan de manera insostenible, en medio a un proceso que pondrá en riesgo la supervivencia de las futuras generaciones. Los científicos advierten en el informe que “cualquier progreso que se obtenga con relación a los objetivos de la erradicación de la pobreza y del hambre, la mejora de la salud y la protección ambiental, probablemente no se sostendrá si la mayor parte de los servicios de los ecosistemas en los cuales se asienta la humanidad sigue deteriorándose”. Entre las consecuencias, apuntan la eclosión de nuevas enfermedades, la pérdida de la calidad del agua, la destrucción de la biodiversidad en extensas zonas marinas y el colapso de la pesca. Se teme que este documento, muy bien fundamentado, pero bastante pesimista y amplio, no logrará sensibilizar en forma clara a la opinión pública del planeta, generando cambios de comportamiento. “La estrategia de sembrar el pánico puede terminar por segregar a sectores cuyo compromiso sería vital para revertir las actuales tendencias”, observaron David Dickson y Ehsan Masood, editores del sitio SciDev.Net.
Republicar