MIGUEL BOYAYANLupa con un aumento de hasta seis vecesMIGUEL BOYAYAN
Acoplada a un tablero, una lupa con un aumento de hasta seis veces facilita la lectura de personas que padecen problemas de baja visión, que corresponde a un campo de agudeza visual de entre el 5% y el 30% en el mejor ojo y afecta a alrededor de 3 millones de personas en Brasil, de acuerdo con el Consejo Brasileño de Oftalmología. Este dispositivo, desarrollado por la empresa Bonavision, con sede en el Centro Incubador de Empresas Tecnológicas (Cietec) instalado en la ciudad Universitaria en São Paulo, mantiene fijos tanto la línea de lectura como el foco, cosa que es fundamental para individuos en quienes la región central de la retina, la mácula, está comprometida. El precio de venta es de 580 reales. Las principales causas de este problema en adultos son patologías degenerativas derivadas de diabetes, degeneración macular relacionada a la edad y antiguas cicatrices de infecciones en la retina. En niños, la cicatriz de lesión macular derivada de glaucoma congénito es la principal causa de la baja visión.
El comprometimiento visual se mantiene pese al uso de gafas, lentes de contacto, medicamentos o cirugías. La lupa desarrollada por Bonavision, con ajuste de foco individualizado, tiene un anillo deslizante con imanes en la parte de inferior, que facilitan el deslizamiento sobre un riel que se mueve verticalmente. “En el caso de un diestro, la mano izquierda es usada para sujetar el tablero donde se encuentra el libro ajustado, y con la derecha el anillo”, dice José Américo Bonatti, coordinador del proyecto e investigador de la Clínica Oftalmológica del Hospital de Clínicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (USP). El proyecto, que contó con el apoyo de la FAPESP por medio del Programa de Investigación Innovadora en Pequeñas Empresas (Pipe) y del Programa de Apoyo a la Propiedad Intelectual (Papi), fue concebido por Fernanda Alves da Silva Bonatti, la mujer de Bonatti, en su tesina de conclusión de la carrera de arquitectura en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) de la USP. “Con el apoyo del Pipe, se transformó en un producto”, dice el investigador.
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