
Bruno Peres / Agência BrasilCalles inundadas en Eldorado do Sul (Rio Grande do Sul), en junio de 2024Bruno Peres / Agência Brasil
Tres brasileños en Estados Unidos y una en Francia pasaron meses calculando el volumen de las precipitaciones que se abatieron sobre Rio Grande do Sul, fundamentalmente en el Área Metropolitana de Porto Alegre, en mayo de 2024. Iury Simoes-Sousa y Catarina Camargo, ambos de la Institución Oceanográfica de Woods Hole, en Massachusetts [EE. UU.], Agata Piffer-Braga, de la Universidad de Massachusetts en Dartmouth, y Juliana Tavora, de la Universidad de Twente, Países Bajos, combinaron distintos métodos de teledetección, datos sobre el nivel del agua y las precipitaciones y mapas interactivos para estimar el volumen de lluvia en 1.500 millones de metros cúbicos (m3). Es como si las compuertas de la central hidroeléctrica de Itaipú, que cada segundo dejan pasar 62.200 m3, se hubieran dejado abiertas por casi siete horas y toda esa agua cubriera la capital de Rio Grande do Sul y sus alrededores. En mayo de 2025, cinco estaciones meteorológicas registraron más de 380 milímetros de precipitaciones, casi el cuádruple del promedio registrado desde 1960. Producto de una ola de calor que bloqueó un frente frío, las lluvias intensas y prolongadas afectaron directamente a unas 420.000 personas en el Área Metropolitana y dejaron un saldo de 183 muertos (Geophysical Research Letters, 21 de febrero).
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