El cambio climático puede convertirse en la principal amenaza para la selva amazónica en las próximas décadas, contribuyendo a una disminución significativa de la diversidad de árboles en la región para el 2050. Esta conclusión es producto de simulaciones computacionales realizadas por investigadores brasileños y holandeses. Analizaron el impacto de la deforestación y el cambio climático –primero, cada uno por separado, y después los dos juntos– en 10.071 especies de árboles amazónicos. A continuación, proyectaron los resultados en función de diferentes escenarios posibles. En un artículo, cuyo primer autor es Vitor Hugo Gomes, investigador de la Universidad Federal de Pará (UFPA) y del Museo Paraense Emílio Goeldi (MPEG), el grupo estima que la deforestación puede reducir entre el 19% y el 36% la diversidad de árboles en las próximas décadas, y los cambios climáticos entre el 31% y el 37%. Dos factores explicarían la disminución en el segundo escenario: la desaceleración de la tasa de crecimiento de algunas especies y el aumento de la mortalidad de otras, tanto por la intensificación de las sequías, el aumento de las temperaturas como por la elevación de los niveles de gas carbónico en la atmósfera. En el peor de los casos, los dos fenómenos podrían causar una disminución de hasta el 58% en la riqueza de los árboles amazónicos (Nature Climate Change, 24 de junio). Muchas especies perderían hasta el 65% de su área original y el 53% entraría a la lista de “en peligro de extinción”. En el borde oriental de la Amazonia, donde la frontera agrícola avanza sobre el bosque, el 95% de las especies pueden desaparecer hasta el 2050.
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