Imprimir Republish

Dissemination

Luz de fibra

Una empresa de Río de Janeiro desarrolla nuevo sistema de iluminación pública

Considerada una de las mayores del mundo, la red de iluminación pública de São Paulo posee más de 530 mil lámparas. Para hacer el mantenimiento del sistema, la municipalidad dispone de 90 equipos para cambiar diariamente alrededor de 300 lámparas y 18 fotocélulas, aparatos que activan el encendido automático de la iluminación en la ausencia de los rayos solares. En cada operación, un camión grúa debe desplazarse hasta el poste y brazos mecánicos yerguen al técnico para que éste haga el cambio del bombillo quemado o de la fotocélula defectuosa. Es una operación cara, lenta, con riesgo de accidentes y poco ergonómica, porque el operador trabaja constantemente con las manos arriba de los hombros. Una situación que podrá cambiar dentro de algunos años, con la ayuda de la creatividad y el emprendedorismo de los dueños de Ziplux, una empresa carioca con sede en la incubadora de empresas del Instituto Alberto Luiz Coimbra de Posgrado e Investigación de Ingeniería de la Universidad Federal de Río de Janeiro (Coppe/ UFRJ). Ellos crearon un tótem de iluminación, llamado también Ziplux, que promete reducir el tiempo y los costos de mantenimiento y, al mismo tiempo, ahorrar energía eléctrica.

La gran innovación del equipamiento, ya patentado, es que no usa velador ni conjuntos ópticos en el tope del poste para dispersar la luz. La fuente luminosa es un bombillo reflector propio para su uso conjuntamente  con un cable de fibra óptica. Éste se ubica dentro de la base del poste, a cerca de 1,50 metros del suelo. De ahí la luz es conducida para lo alto del tótem de acero, a más de 4 metros de altura, por medio de cables de fibra óptica sin ningún tipo de lámpara o candelero. El principio es el mismo de una manguera: en el lugar de agua, lo que está siendo canalizado es la luz. Allá arriba las fibras son subdivididas y posicionadas con el fin de proporcionar poca pérdida de luminosidad. Con el Ziplux no hay dispersión de luz. Por cuenta de la mejor distribución de luminosidad, la ganancia en una vía puede ser del orden de un 10% a un 15%. Serán necesarios menos postes para iluminar una calle, trayendo gran economía al sistema, explica el diseñador Walen Nogueira Cruz Júnior, director de la Ziplux y uno de los idealizadores del producto.

La economía también vendrá con la reducción del número de bombillos por poste. Para iluminar tanto la acera como la vía pública, algunos postes necesitan dos bombillos. En el caso del Ziplux, basta direccionar el foco de luz para los dos puntos, la acera y la vía. El equipamiento fue proyectado para iluminar parques, jardines, espacios públicos de convivencia, patios de shopping, áreas de preservación ecológica y vías de baja o media circulación  las de alta circulación exigen, por ley, postes con una altura superior a los 6 metros y el Ziplux solo está disponible para entrega urgente con 4, 5 ó 6 metros.

Además de la buena iluminación, el Ziplux 1500, primer modelo comercializado por la empresa, facilitará las operaciones de mantenimiento, como consecuencia del posicionamiento de su sistema eléctrico, próximo al piso. En el lugar de un camión con grúa y tres funcionarios (el chofer, el operador de la grúa y el electricista), el cambio de bombillos podrá ser hecho por solamente un técnico en una motocicleta. Con el Ziplux, la reparación puede ser hecha en 15 minutos contra una hora y media, según los datos que disponemos relativos al mantenimiento de postes en el Puente Río-Niterói. Estimamos que el costo de mantenimiento baje alrededor de un 50% con nuestro sistema, afirma Walen. Para evitar la acción de bandidos y el hurto de los componentes, el compartimiento donde queda la fuente emisora y la fotocélula es lacrado con un tornillo especial que sólo abre con destornilladores exclusivos. Un modelo de cierre opcional, más sofisticado, cuenta con un sistema biométrico y sólo permite su abertura con la identificación de la impresión digital del operador.

Innovación en el tótem
Confiado en el éxito de la innovación el producto fue uno de los finalistas del IF Product Design Awards 2008, premio internacional considerada el Oscar del diseño, la Ziplux espera vender hasta el final de este año 12.500 unidades del modelo 1500. Diversas empresas ya demostraron interés en adquirir el producto, informa el director de la empresa. Cada totem cuesta alrededor de 12 mil reales, tres veces más que los postes convencionales. Esa diferencia de precio, garantizan los empresarios, es compensada en poco tiempo.

Con todas las ventajas técnicas y operacionales, después de cinco años el Ziplux habrá costado un 50% de un poste convencional, asegura Wagner Ferreira, gerente comercial de la Ziplux, empresa formada por la Zidesign, especializada en design, y la Eneltec, que desarrolla proyectos en electrónica de potencia, ambas incubadas en la Coppe/UFRJ. ?En Zidesign nos encargamos de la concepción y el diseño final del producto, mientras que el personal de la Eneltec quedó responsable por el desarrollo de la parte eléctrica, explica Ferreira.

Además del Ziplux 1500, un segundo modelo de luminaria ya fue desarrollado por la empresa. Su principal diferencia es el uso de energía solar para generar luz. Llamado Ziplux 1500s, el equipamiento es, según los empresarios, el único del mercado en emplear el concepto de iluminación remota autónoma, lo que   significa funcionar independiente de la red eléctrica. Por consiguiente, no consume electricidad de la red pública. El modelo, sin embargo, es más caro que el convencional por causa del alto costo de las placas fotovoltaicas. Para contornear el problema, que puede hacer no factible el éxito comercial del producto, los diseñadores e ingenieros de la Ziplux ya están desarrollando un nuevo sistema que utiliza LEDs (light emitting diodes o diodos emisores de luz) como fuentes emisoras de luz, en substitución de los bombillos convencionales. Ese nuevo sistema está en fase final de desarrollo y deberá estar listo para el segundo semestre de 2008.

Como ocurre en buena parte de las innovaciones tecnológicas, el origen del sistema ocurrió casi por acaso. Al final de los años 1990, Walen estuvo preso casi dos horas en un congestionamiento en  el elevado Perimetral, en el centro Río de Janeiro, por causa de un camión que hacia el cambio del bombillo de una lámpara de un poste. Nacía ahí la idea de crear un poste con mantenimiento más simple y rápido. Un proyecto fue presentado como trabajo de conclusión  de curso de diseño industrial de Walen Júnior, en 1998. De allá para acá, la idea y el prototipo fueron evolucionando hasta que, en el 2005, la dupla consiguió aprobar un plano de negocios junto a la incubadora de la UFRJ. Hasta ahora la inversión fue de 1,5 millón de reales, salido de los bolsillos de los empresarios de las dos empresas.

Republicar