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medicina

Mucho antes que el cáncer

Las infecciones y el consumo excesivo de carne roja pueden facilitar el surgimiento de tumores

GABRIEL BITAREpisodios banales de la vida, como un herpes labial o los sábados de comilona en la parrilla pueden tener serias consecuencias décadas después. Infecciones causadas por virus, bacterias o parásitos, tanto como el consumo elevado de carnes rojas, pueden favorecer el desarrollo de tumores, en ocasiones debido a mecanismos aún no conocidos. El virólogo alemán Harald zur Hausen formuló este alerta con la autoridad de quien descubrió la vinculación entre la infección causada por el virus del papiloma humano (VPH) y el cáncer de cuello uterino y, por esa razón, recibió el Premio Nobel de Medicina en 2008. Su presentación enmarcó el inicio del funcionamiento del Centro Internacional de Investigación y Enseñanza (Cipe) del Hospital del Cáncer A. C. Camargo de São Paulo, el pasado día 5 de agosto.

Zur Hausen reiteró la asociación entre infecciones y el cáncer. Los virus causantes del herpes están vinculados a tumores de piel y otros; el VPH al cáncer cervical, de0 ano, de genitales, de boca o de faringe; el VIH, causante del Sida, al cáncer de piel como el sarcoma de Kaposi, y los virus de las hepatitis B ó C al cáncer de hígado. La bacteria Helicobacter pylori puede causar úlcera e inducir la formación de tumores de estómago, mientras que la Mycobacteria tuberculosis, además de la tuberculosis, puede causar tumores en células de revestimiento (epiteliales) o de glándulas como la adrenal. Entre los hemintos, Zur Hausen recordó al Schistosoma haemotobium, causante de la esquistosomiasis, principalmente en África, asociado al cáncer de vejiga, y al Schistosoma mansoni, que provoca esquistosomiasis en Brasil y puede llevar al cáncer de recto.

Una de las razones por las cuales una infección puede favorecer la formación de tumores, explicó, es el hecho de que el material genético de los virus interactúa con genes de las células humanas. Una vez alterados, los genes pueden modificar los mecanismos de duplicación o de reparación del ADN y facilitar la proliferación de células anormales. Virus, bacterias y parásitos pueden también generar inflamaciones crónicas, que desregulan las defensas del organismo.

“Aproximadamente el 21% de los casos de cáncer en el mundo debe sus causas a infecciones”, dijo Zur Hausen. De dicho total, el 71% podría evitarse con vacunas, antibióticos o antihelmínticos. En Brasil, el 26% de los casos de cáncer podría evitarse previniendo las infecciones, de acuerdo con un estudio reciente del Instituto Nacional del Cáncer (Inca).

Por suerte, la evolución de una  infección hacia un cáncer generalmente es lenta. Un cáncer cervical aparece después de 15 a 20 años de que el PVH se ha manifestado, y el cáncer de hígado, al cabo de entre 30 y 60 años del inicio de la  hepatitis B o C. Una excepción es el virus Epstein-Barr, que puede disparar la formación de tumores en la faringe en menos de un año después de que el virus se ha instalado en el organismo. Inversamente, las infecciones pueden a veces evitar el cáncer, como en el caso de la leucemia. “Los factores de riesgo para leucemias en la infancia son infecciones raras y el status socioeconómico alto”, dijo.

La alimentación también pode acelerar o atrasar el desarrollo de tumores. “Argentina, Uruguay, Nueva  Zelandia y Estados Unidos son los países con mayor consumo de carnes rojas y los que exhiben el mayor número de casos de cáncer colorrectal, de mama y de pulmón en no fumadores”, comentó Zur Hausen, quien expuso en gráficos y tablas de qué modo la carne roja o la carne industrializada amplían la incidencia de cáncer y cómo el consumo de frutas y legumbres la detienen. Su hipótesis es que una infección ocasionada por un virus al que denomina TT estaría directamente relacionada con el cáncer colorrectal.

Pero no todo está claro. Según él, al cocinarse o freírse carnes rojas pueden liberarse sustancias aún poco conocidas que se combinan con compuestos del organismo, formando moléculas que benefician a los tumores. “La carne de pollo frita o asada parece no liberar estos compuestos”, dijo. “Se sospecha que la leche de vaca puede transmitir agentes causantes del cáncer bovino a los seres humanos”. De cualquier modo, Zur Hausen no se hizo vegetariano. “Aún como carne roja. Tengo 74 años, estoy en la fase final de mi vida y conozco mis riesgos.”

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