En Brasil se están expandiendo cada vez más las empresas que les ofrecen a los productores rurales técnicas agrícolas más amigables con el medio ambiente, como las que permiten reducir el uso de agrotóxicos. En el “Radar Agtech Brasil 2023”, un mapeo anual de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), la cantidad de startups vinculadas a la biodiversidad y a la sostenibilidad creció de 37 a 83, las de la categoría control biológico y manejo integrado de plagas pasaron de 36 a 45, y las de seguridad y trazabilidad de alimentos de 13 a 21, desde la encuesta anterior de 2022 (lea en Pesquisa FAPESP, edición nº 325).
“Existe un movimiento global en búsqueda de prácticas que fomenten la sostenibilidad y la conservación del medio ambiente”, dice el administrador empresarial Cleidson Dias, de Embrapa, coordinador de la publicación. Publicado a finales de 2023, el informe mapeó 1.953 empresas de base tecnológica dedicadas a la producción agropecuaria, también llamadas agtechs. Se registraron 250 nuevas empresas, un aumento del 14,7 % con respecto a 2022.
“Hemos verificado un crecimiento continuo de las agtechs en Brasil, pese a las dificultades para obtener financiación, algo que ocurre en todo el mundo”, afirma el ingeniero mecánico Felipe Guth, socio director del fondo de inversiones SP Ventures, corresponsable de la preparación del “Radar 2023 “.
Las agtechs en América Latina recibieron 1.700 millones de dólares en inversiones en 2022, un 39 % menos que en 2021, según el informe “Latin America AgriFoodTech Investment Report 2023”, elaborado por AgFunder, una empresa estadounidense de capital de riesgo, y por SP Ventures. La caída registrada en 2022, explica Guth, se debió a cambios en el escenario macroeconómico global y a las distintas olas de la pandemia de covid-19 ocurridas ese año, que afectaron a las inversiones en startups de todos los sectores. Según el informe, citado en la encuesta de Embrapa, Brasil fue el destino del 45 % de las inversiones en 2022, equivalente a 765 millones de dólares.
Una de las startups vinculadas al área de gestión biológica, Gênica, creada en 2015 en la localidad de Piracicaba, interior de São Paulo, pretende lanzar dos productos este año. La primera es una solución con una nueva cepa de la bacteria Bacillus amyloliquefaciens que, según pruebas realizadas por la empresa, es capaz de reducir hasta en un 80 % las manchas foliares provocadas por hongos en la soja, el maíz, el algodón y el frijol, entre otras plantas, contribuyendo al manejo sostenible de las enfermedades en los cultivos agrícolas.
El segundo es una solución con la bacteria Priestia megaterium, validada con el apoyo del investigador Fernando Andreote, docente de la Facultad de Agricultura Luiz de Queiroz de la Universidad de São Paulo (Esalq -USP), que favorece la disponibilidad de agua para las plantas y aumenta la eficiencia en el uso del fósforo y del nitrógeno. “Los resultados en campo fueron prometedores durante los veranillos [períodos calurosos y secos que pueden ocurrir en otoño e invierno] de hasta 20 días”, dice el ingeniero agrónomo Marcos Petean, presidente de la empresa.
La mitad de las agtechs brasileñas (un 56,9 %) se encuentran ubicadas en la región sudeste, como Gênica, pero fue en el norte donde más se expandieron: subieron de 28 a 116 empresas identificadas. En el año 2023, la participación de esta región en el total de empresas saltó del 1,5 % al 5,9 %, superando a la región centro-oeste (un 5,8%) y al nordeste (un 5,2%) (véase la infografía abajo).
“Una asociación con el Servicio Brasileño de Apoyo a las Micro y Pequeñas Empresas [Sebrae] le permitió al equipo de Embrapa mapear más startups activas que quizá no fueron mapeadas en los años anteriores”, explica Dias. Según él, el crecimiento de la cantidad de agtechs en la región norte del país también podría ser el resultado de programas como Innova Amazonia, del Sebrae, que ofrece mentorías y becas para que los emprendedores se dediquen al desarrollo de sus startups: el valor puede llegar 39.000 reales para un período de seis meses.
Bioplazon, de Manaos, en el estado de Amazonas, fue una de las empresas mapeadas por el “Radar 2023” y seleccionada en el pliego de concurso de 2022 de Innova Amazonia. Creada por exalumnos de la Universidad Federal de Amazonas (Ufam), desarrolló una espuma rígida a partir de residuos del procesamiento de la mandioca y el azaí para producir vasos de bioplástico. “Creamos un proceso que separa el almidón, la fibra y la celulosa de la masa de la mandioca y las fibras de los carozos de azaí [lea en Pesquisa FAPESP, edición nº 323]”, dice el químico Igor Araújo Pinto, director de la empresa. “Aprovechamos hasta el 80 % de los residuos, suministrados por los productores rurales de la región de Manaos”.
Bioplazon está instalada en la incubadora de Bionegocios y Tecnologías de la Amazonia (inBioTa), y prepara una prueba de mercado con un prototipo de vasos de 50 mililitros (ml) y 200 ml para café o helado. Les serán ofrecidos a los visitantes del acuario marino de Río de Janeiro. Si el resultado es positivo, Araújo Pinto pretende empezar a vender los vasos a finales de este año.
El destino de las nuevas inversiones
El “Radar Agtech 2023” identificó tres grupos de empresas que deberían atraer inversiones en un futuro cercano: agfintechs, que ofrecen servicios de crédito y facilitan la creación de los llamados marketplaces, plataformas digitales que reúnen a productores y compradores; climatetechs, que crean tecnologías capaces de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y agbiotechs, dedicadas a productos biológicos que ayudan a combatir plagas y aumentar la productividad.
Krilltech, al igual que Gênica, es una agbiotech. La empresa fue creada en el Distrito Federal por investigadores de la Universidad de Brasilia (UnB) y de Embrapa y produce fertilizantes a base de arbolina, una nanopartícula que estimula la fotosíntesis. Compuesta principalmente de carbono, nitrógeno e hidrógeno, la nanopartícula actúa sobre el metabolismo primario de las plantas, favoreciendo la producción de energía.