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Estrategias

Pacto de silencio

Oficialmente, Vietnam y Estados Unidos acaban de firmar un acuerdo para participar de un programa internacional de investigación que analizará los efectos causados por el desfoliante Agente Naranja, utilizado por los militares estadounidenses como arma de guerra. Sin embargo, en la práctica, tanto las autoridades estadounidenses como las vietnamitas parecen haber firmado un acuerdo tácito de silencio: ambas tiene informaciones que esconder. En el mes de marzo, epidemiólogos, toxicólogos y científicos ambientales de 13 países estuvieron en Hanoy para dar inicio a las investigaciones que analizarán los casos de cáncer, trastornos inmunológicos y defectos congénitos asociados a la dioxina, un contaminante producto del Agente Naranja.

El acuerdo establece la formación de un comité consultivo para organizar las visitas de investigadores, reuniones e intercambios entre estudiantes universitarios de grado. Lo que sobra es buena voluntad. Pero el proyecto no ha recibido ningún aporte especial y, sin dinero, es difícil creer en el éxito de la empresa. Los investigadores implicados en el proyecto también se quejan por la falta de datos. Al margen del gobierno estadounidense, el gobierno vietnamita también se ha mostrado reticente: teme que el monitoreo de los niveles de dioxina en los peces y mariscos de la costa de Vietnam ocasione pérdidas en la exportaciones.

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