La cosecha de papas ‒que son tubérculos subterráneos‒ como si fuesen las uvas de una parra puede parecer algo un tanto extraño. Pero es lo que una empresa brasileña está haciendo al poner en práctica una técnica introducida en el país y adaptada a las condiciones tropicales brasileñas por investigadores de la Agencia Paulista de Tecnología de Agronegocios (Apta) y del Instituto Agronómico de Campinas (IAC). Se trata de la aeroponía, un proceso mediante el cual las raíces de las plantas, en lugar de permanecer enterradas, se desarrollan suspendidas en el aire. Es una variante de la hidroponía, en la cual el sistema radicular de los vegetales queda inmerso en agua. Esta tecnología se emplea para producir papas semilla, que son minitubérculos destinados a la multiplicación de las plantas.
La aeroponía se pone en práctica en países tales como Estados Unidos, España, Finlandia, China y Corea del Sur, y puede aplicarse también a otros cultivos, tales como el tomate, la lechuga, el pepino y la fresa. La introducción comercial de esta técnica en Brasil empezó en 2013, en el marco de un proyecto de investigación coordinado por el ingeniero agrónomo Thiago Leandro Factor, investigador del Polo Regional de Mococa de Apta. “Con materiales de fácil adquisición en el mercado, desarrollamos un sistema con dimensiones comerciales de buena durabilidad y manejo sencillo, aparte de perfeccionar la nutrición de los tubérculos para este tipo de cultivo”, dice Factor. Este estudio resultó también en la tesis doctoral del tecnólogo en agronegocios Alex Humberto Calori, bajo la dirección del agrónomo Luís Felipe Villani Purquerio, del Centro de Horticultura del IAC, que integraron el equipo.
Los minitubérculos se producen en una especie de caja oscura donde las hojas quedan en la parte superior, del lado de afuera, y las raíces, donde se desarrollan las papas semilla, en su interior. Dentro de dicha caja, entre las raíces expuestas, hay nebulizadores que liberan a intervalos regulares pequeñas gotas de agua con todos los nutrientes necesarios para el desarrollo de las plantas. En las caras laterales de esa caja, con una estructura de PVC, hay ventanas corredizas. “De este modo es posible cosechar papas como si fueran uvas”, dice Purquerio.
“Durante la realización del proyecto, recibimos visitas de alumnos y docentes de diversas universidades, y de propietarios de empresas”, comenta Purquerio. Entre éstos se encontraban los socios de CBA Sementes, con sede en Divinolândia (São Paulo), la primera empresa en emplear la tecnología de Apta y del IAC. También están utilizando este sistema otras dos compañías, una de Mucugê (Bahía) y otra Tapira (Minas Gerais).
La papa ocupa el tercer lugar entre los alimentos de origen vegetal que la humanidad consume, únicamente detrás del arroz y del trigo. Para el plantío, se recomienda la utilización de papas semilla, uno de los elementos más onerosos para el productor, con un costo de producción de entre el 15% y el 30%. El elevado precio y la baja disponibilidad de semillas de estándar adecuado en Brasil constituyen factores que llevan a los productores, fundamentalmente a los pequeños, a utilizar material inadecuado para el plantío, tales como papas muy pequeñas no aprovechadas comercialmente, provenientes de la cosecha anterior. De estar infectadas, favorecen la propagación de enfermedades. Con el tiempo, las plantaciones se van degenerando y la productividad cae.
Una alta productividad
El sistema más común de producción de papas semilla es el sementero en macetas o jardineras, con tierra vegetal y material orgánico, tal como humus, a partir de otras papas semilla. Después se las extrae para plantarlas en el campo. Este tipo de plantío demanda riego, la aplicación de fertilizantes y el control de los patógenos. Otras técnicas son la aeroponía y la hidroponía. La aeroponía ha venido atrayendo la atención, pues su productividad llega a 50 o más tubérculos por planta, muy superior a la de los otros sistemas, que no pasan de siete. “La aeroponía disminuye el uso de agua un 98%, el de fertilizantes un 60% y el de insecticidas hasta un 100% con relación a los plantíos tradicionales, directamente en el suelo o vía sementero”, dice Factor.
La mayor parte de la necesidad de semillas se cubre con material carente de la correspondiente habilitación fitosanitaria expedida por organismos oficiales del gobierno o empresas certificadoras. Por este motivo, varios productores recurren a la importación. “Esto sucede porque los agricultores y las empresas especializadas del país no logran atender la demanda”, explica Factor. “En 2016 se importaron 7.800 toneladas de minitubérculos para plantío, a un costo de aproximadamente 9,1 millones de dólares.”
“Nuestros clientes son los papicultores que buscan calidad con material de propagación de altísimo nivel”, informa Lucas Moreira, de CBA Sementes. “Somos los primeros en Brasil en producir mediante aeroponía, sin ningún contacto del cultivo con el suelo”. Según Moreira, la empresa fue concebida con la base tecnológica del IAC y de Apta.
El sistema aeropónico tiene algunas desventajas. Entre ellas, su alto costo inicial de implementación: alrededor de 600 reales por metro cuadrado. Asimismo, con los nebulizadores automáticos, los productores deben contar con generadores ante eventuales faltas de energía eléctrica de la red pública, so pena de perder el cultivo. “Debido a que es una técnica reciente –las primeras investigaciones datan de la década de 1980–, con su implementación comercial en Brasil sólo en 2016, la aeroponía aún cuenta con un amplio campo de desarrollo y perfeccionamiento mediante nuevos estudios, fundamentalmente en lo que hace al manejo del cultivo y la nutrición de las plantas”, añade Purquerio.
Proyecto
Desarrollo del sistema, análisis de la densidad de las plantas y conductividad eléctrica de la solución nutritiva en la producción de papas semilla en aeroponía (nº 12/50786-8); Modalidad Ayuda a la Investigación – Regular; Programa Primeros Proyectos (PPP) CNPq; Investigador responsable Thiago Leandro Factor (Apta); Inversión R$ 136.937,62