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mercado de NOVELAS

Paris lusófona

Editoriales francesas publicaron cientos de libros en portugués en la capital de Francia durante el siglo XIX

Ejemplo de traducción en portugués de libros editados en París: Machado de Assis

REPRODUCCIÓN/ GOOGLE BOOKSEjemplo de traducción en portugués de libros editados en París: Machado de AssisREPRODUCCIÓN/ GOOGLE BOOKS

Al comienzo del siglo XIX, el mundo lusófono se hallaba en ebullición. Bajo la presión napoleónica, la Casa de Bragança se exiliaba en la colonia cuando corría 1808. En Brasil, las oportunidades de independencia hicieron eclosión en 1822 y Portugal se vio inmerso en disputas internas que se arrastrarían durante todo el siglo XIX. En ese ámbito, permanentemente cambiante, un grupo exponente de los libreros, editores y autores encontró en París el ambiente propicio para la publicación y divulgación de impresos en lengua portuguesa. Importantes ediciones de Almeida Garret, José de Alencar y Machado de Assis cobrarían vida en las imprentas de la capital francesa, y no en Lisboa o en Río de Janeiro. “París cumplió un rol importante en la producción de obras en idioma portugués”, dice Paulo Motta Oliveira, profesor asociado del Departamento de Letras Clásicas y Vernáculas de la Universidad de São Paulo. Se calcula que, en la primera mitad de ese siglo, se publicaron 519 títulos en portugués en París, entre traducciones y textos inéditos, de los cuales, 104 eran novelas, según determina un estudio pionero del investigador Victor Ramos en los años 1970. Otros estudios señalan que se imprimieron 300 mil ejemplares en portugués en París durante la primera mitad del siglo XIX.

Los ejemplares que sobrevivieron al paso del tiempo pudieron recuperarse ahora en la Biblioteca Nacional de Francia, donde Paulo Motta acaba de finalizar una temporada de investigación. “Se trata de libros de baja calidad física, que sólo perduraron porque aún se hallaban con sus páginas pegadas”, describe. Parte de ese rico repertorio ‒las novelas en portugués editadas en París entre 1800 y 1900‒ fue objeto de una investigación en el marco del proyecto intitulado El rescate de un archivo ochocentista olvidado: las novelas en portugués publicadas en Francia, patrocinado por la FAPESP.

La mayoría de las publicaciones editadas en Francia eran impresiones baratas, aunque a partir de los años 1870, los editores franceses comenzaron a publicar libros infantojuveniles en portugués de mayor calidad, con tapas duras e ilustraciones. Entre el público se podía encontrar tanto a inmigrantes portugueses y brasileños en París, muchos huyendo de las turbulencias políticas, como a lectores en Portugal y Brasil, hacia donde muchos de los títulos se exportaron. Algunos ejemplares raros pueden hallarse hoy en la Biblioteca Nacional de Portugal y en la Fundación Biblioteca Nacional de Río de Janeiro. “Los relatos de ficción en portugués producidos en Francia cruzaban el Atlántico e incluso lograban llegar a sitios remotos de Brasil”, escribe Motta, quien identificó en los registros oficiales de Goiás, 13 títulos publicados en París.

Isabel, o Los exiliados de Siberia

REPRODUCCIÓN/ GOOGLE BOOKSIsabel, o Los exiliados de SiberiaREPRODUCCIÓN/ GOOGLE BOOKS

Editores, libreros y outores
El panorama del mercado parisino estaba integrado por emprendedores privados. A juicio de Motta, la inestabilidad y el carácter experimental constituirían un rasgo de las iniciativas editoriales. Hasta 1829, las cuatro casas editoriales que dominaban el mercado eran Barrois, Bobée, J. Tastu y J. Smith, con la publicación de 16 novelas, entre las que figuraba una traducción de Zadig o el destino, de Voltaire, realizada por un importante escritor portugués, Filinto Elísio, además de El templo de Gnido, de Montesquieu, y La Reine Fantasque, de Rousseau. En la década siguiente, esas editoriales cesan su participación en ese segmento. “Tal vez se percataron de que el mercado de novelas en portugués no era, al fin y al cabo, muy prometedor”, sostiene Motta. Para los años 1840, ese escenario se renueva con dos editoriales importantes, Pillet y Aillaud, que fueron responsables de la mayor parte de las novelas en portugués publicadas en París hasta 1836. Aillaud fue fundada por Jean-Pierre Aillaud, uno de los libreros parisinos que más invirtieron en la producción lusófona.

En tanto, los autores brasileños eran publicados, principalmente, por intermedio de Baptiste-Louis Garnier, quien instaló una librería en Río de Janeiro y editó a los principales escritores nacionales del siglo XIX, tales como Machado de Assis, Joaquim Manuel de Macedo y José de Alencar. Los libros se editaban en Río de Janeiro, pero se imprimían en París. La relación de Garnier con Machado de Assis duraría dos décadas y el librero fue el responsable de las primeras ediciones de Memórias póstumas de Brás Cubas (1881) y Quincas Borba (1891). Esos libros se imprimían en París, pero no se los editaba allá.

Guillermo Tell, o La Suissa libertada

REPRODUCCIÓN/ GOOGLE BOOKSGuillermo Tell, o La Suissa liberadaREPRODUCCIÓN/ GOOGLE BOOKS

“Concentré la investigación en los libros en portugués editados en Francia. Éstos fueron un complemento de lo que se publicaba en Portugal, y tal vez en Brasil. Hasta los años 1840, hubo, claramente, un intento por publicar las más variadas obras, en muchos casos reeditando traducciones que ya se habían lanzado en Portugal o en Río de Janeiro”, dice el investigador. A partir de la década de 1840, la publicación se torna específica. Según Motta, los autores más publicados en Portugal hacia 1850 ‒Alexandre Dumas y Eugênio Sue‒ son prácticamente ignorados por los editores parisienses. Por otro lado, un escritor importante, pero hasta entonces poco traducido, Walter Scott, logró que siete de sus libros se tradujeran en París. “Todo parece indicar que los editores intentaban ocupar los nichos aún no explotados por las traducciones portuguesas y, probablemente, brasileñas, algunas veces con éxito, otras con fracasos”, sostiene.

Aunque algunos de los emprendimientos editoriales no hayan prosperado y hoy se limiten a ediciones deslucidas, tuvieron gran importancia a lo largo del siglo XIX y permiten comprender en forma más clara la intrincada red de producción y circulación de novelas en portugués durante aquel período, cuando París cumplía un rol secundario, pero relevante. Una mejor comprensión de la función que cumplieron cada uno de los editores y libreros parisinos para el establecimiento de la matriz literaria lusófona sigue siendo el objetivo de la investigación de Paulo Motta, quien está compilando un diccionario donde consigna los libros, autores, traductores y editoriales del período, que espera publicar para el final de 2015.

Proyecto
El rescate de un archivo ochocentista olvidado: las novelas en portugués publicadas en Francia (nº 2012/ 20334-8); Modalidad Beca en el Exterior – Regular; Investigador responsable Paulo Motta Oliveira; Inversión R$ 95.483,61 (FAPESP).

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