MARCOS GARUTILa divulgación de una reciente tanda de rankings internacionales de instituciones académicas actualizó el retrato de la investigación brasileña en el escenario mundial y destacó la situación en áreas específicas de instituciones paulistas, tales como las universidades de São Paulo (USP) y la Estadual de Campinas (Unicamp). Tal es el caso, por ejemplo, de las Ciencias de la Salud, en el que la USP despuntó en el 92º lugar en el ranking del Times Higher Education, del periódico británico The Times, divulgado el mes pasado. Según dicho ranking, en el campo de las Ciencias Naturales, la USP aparece en la 130ª posición y la Unicamp en 160º puesto, mientras que en la categoría Ingenierías y Tecnología, la USP está en el 128º y la Unicamp en el 155º. Hay otros destacados sectoriales, como la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y la Universidad Estadual Paulista (Unesp), respectivamente, con la 138ª y la 252ª ubicación en Ciencias de la Vida, o la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro, en el 248º lugar en Ingenierías. En el cómputo general del ranking, la USP es apuntada como la 207ª mejor universidad del mundo y la Unicamp la 295ª. El año anterior, ambas estaban en posiciones mejores, respectivamente: eran la 195ª y 249ª. Nuestro desempeño en el ranking se basa en el respeto que tenemos en el exterior, dice Mayana Zatz, prorrectora de Investigación de la USP. La UFRJ aparece el escalafón en el 383º puesto y la Unesp entre las 600 mejores.
El director científico de la FAPESP, Carlos Henrique de Brito Cruz, destaca la evolución de las universidades estaduales paulistas. Han progresado bastante y están enfrentando con efectividad el reto de tener una mayor presencia internacional. El régimen de autonomía con vinculación presupuestaria ha sido esencial para en los avances que se observan y la FAPESP las ha apoyado intensamente, y sigue de cerca con beneplácito el progreso de cada una. El ranking del The Times tiene una especificidad: el 40% de la nota de las instituciones se vincula a un análisis a cargo de pares. Un conjunto de 5 mil investigadores de todos los continentes fue entrevistado y cada uno de ellos nominó a un conjunto de universidades que considera excelentes. Una crítica recurrente a este estudio es que tal carácter subjetivo de la evaluación provoca en ocasiones cambios bruscos en los puestos de las universidades, que no siempre son producto de una mejora o de un deterioro en el período. Pero también tiene peso en la fórmula la opinión de empresas que contratan a los recién egresados, además de los indicadores de producción académica y de innovación, entre otros. Ha habido algún cuestionamiento en el sentido de si el ranking no estaría direccionado por factores regionales, pues de las 10 mejores del mundo, cuatro son británicas, dice Ronaldo Pilli, prorrector de Investigación de la Unicamp. Un competidor directo del ranking británico es el divulgado anualmente por Shanghai Jiao Tong University, de China, que incluyó en el cómputo la existencia entre los cuadros docentes de cada institución de ganadores del Premio Nobel e investigadores cuyas producciones tienen un elevado índice de citas, como así también la cantidad de artículos publicados en las revistas Science y Nature, entre otros. La edición de 2009 se dará a conocer este mes. En la de 2008, la USP estaba entre las 150 mejores, la Unicamp entre las 250, las federales de Minas Gerais (UFMG) y de Río de Janeiro (UFRJ) entre las mejores 400 y la Unesp entre las mejores 500.
Además de los dos rankings tradicionales, una nueva clasificación viene cobrando valor, principalmente entre las universidades de investigación. Se trata del ranking del Higher Education Evaluation & Accreditation Council, de Taiwán, que evalúa la producción científica de las 500 mayores universidades en seis áreas del conocimiento. Coordinado por Muhsuan Huang, de la Universidad Nacional de Taiwán, utiliza métodos bibliométricos, empleando indicadores de la base Thomson Reuters. Tiene en cuenta criterios de productividad (cantidad de artículos publicados en determinados períodos), impacto (cantidad de citas) y excelencia (artículos altamente citados y el índice H de las instituciones). De acuerdo con este estudio, la USP se ubica en el 78º lugar, la Unicamp en la 288ª posición, la UFRJ en la 331ª y la Unesp en la 437ª. De cualquier manera, subimos 48 puestos con relación a 2008, debido al aumento del 85% de nuestra producción científica indexada en la base Thomson durante los últimos tres años, dice Maria José Giannini, prorrectora de Investigación de la Unesp.
La base de datos Scopus, de editorial Elsevier, la competencia de la Thomson Reuters, sirve de base a otra clasificación: la SCImago Institutions Rankings, sostenida en el volumen de la producción científica y producida por un grupo de investigadores de España. En este ranking, que tiene en cuenta ya no la calidad, sino el número de publicaciones, la USP aparece en el 16º puesto, la Unicamp en el 137º, la UFRJ en el 187º, la Unesp en el 204º y la Federal de Río Grande do Sul en el 301º.
El aumento de la visibilidad de la investigación brasileña, impulsado por el ingreso reciente de decenas de publicaciones científicas del país en bases de datos internacionales, es apuntado como uno de los motores del desempeño brasileño en los rankings internacionales. Pero existe una clasificación en la cual ese fenómeno tiene un peso preponderante. Se trata del Webometrics, que evalúa la exposición de la producción académica de cada institución a través de los enlaces que éstas y sus investigadores mantienen en internet. En lugar de atenderse a cifras de investigación y de productividad académica, el Centro de Información y Documentación (Cindoc) del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas de España (CSIC), creador del ranking, tiene en cuenta la idea de que las universidades deben poner a disposición del público su producción científica vía Internet, y mide esta visibilidad en el indicador. Según este criterio, las universidades brasileñas se destacan. La USP aparece en el 38º lugar, la Unicamp en la 115ª ubicación y la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC) en el 134º lugar. La UFRJ es la 196ª y la Unesp la 269ª. Brasil es el segundo país con más instituciones evaluadas. Son 1.576 universidades e institutos de investigación. Existe una cultura de divulgación de la producción científica en internet en el país y la biblioteca SciELO, que pone a disposición revistas científicas brasileñas con acceso abierto en la web, es un gran ejemplo de ello, dice Rogério Meneghini, coordinador científico de la biblioteca electrónica SciELO Brasil.
MARCOS GARUTILa popularización de los rankings es un fenómeno reciente. En Brasil, hasta la década de 1990, el más conocido ranking de universidades del país estaba a cargo de una revista masculina: Playboy. Algunos critican la sacralización de este tipo de indicador como una orientación que deben seguir las instituciones. Estos rankings surgieron con propósitos específicos, tales como ayudar a los estudiantes de grado y posgrado de determinados países a elegir una universidad en el exterior, y terminaron convirtiéndose en herramientas de política académica, dice Meneghini. Deberíamos discutir qué queremos para las universidades y crear un ranking nuestro, basado en tales criterios. En la práctica, los rankings muestran lo que ya sabemos: las universidades estaduales paulistas son responsables de una parte significativa de la ciencia que se hace en Brasil, la USP es referencia en medicina y en varias otras áreas y la Unicamp tiene excelencia en física, materiales y nanotecnología, afirma.
Para Carlos Henrique de Brito Cruz, de la FAPESP, es bueno saber lo que dicen los rankings, pero las universidades deben tener discernimiento a la hora de utilizar dichos indicadores. Cada uno de los rankings cuenta una parte de la historia y todos juntos no cuentan la historia completa. Vale la pena conocer los resultados, pero una buena institución universitaria no se va a mover por el ranking, sino por sus objetivos académicos específicos, afirma. Exageraciones aparte, el hecho es que indicadores de esta índole, cuando se consagran internacionalmente, producen oportunidades para las universidades bien cotizadas. Cuanto mejor aparece una institución en un estudio serio, más fácilmente logra captar recursos en el exterior, y también alumnos, dice Mayana Zatz, de la USP. De acuerdo con su evaluación, la Universidad de São Paulo tiene espacio para mejorar en los rankings internacionales. Debemos incentivar aún más las colaboraciones internacionales. Es mejor producir 10 artículos en revistas de alto impacto, con colaboradores de otros países, que 100 artículos en revistas de impacto menor. Cuanto más se colabora, mayores posibilidades de atraer otras colaboraciones, dice. Mayana sostiene además que la USP no ha sabido divulgar adecuadamente sus logros. Recientemente, nuestro ex rector José Goldemberg ganó un importante premio en Japón, pero la institución no supo valorar ese logro, dice, en una referencia al respetado premio Planeta Azul, que la Asahi Glass Foundation le otorgó a Goldemberg (lea en Pesquisa FAPESP nº 142 y nº 150). Mayana hace hincapié en el apoyo de la FAPESP en el desempeño de la USP. Quienes están en São Paulo y tiene buenos proyectos no pueden quejarse de falta de financiamiento, asevera. El apoyo de la Fundación fue importante para la relevancia de la USP en el campo de las Ciencias de la Vida, toda vez que las unidades vinculadas a ese campo, tales como medicina, química y biociencias son aquéllas que tienen la mayor cantidad de proyectos financiados por la FAPESP.
La Unicamp prepara políticas destinadas a ampliar su inserción internacional, y como consecuencia de ello, para ascender en los rankings académicos. El objetivo que se refleje su posición de líder entre las instituciones nacionales en cantidad de trabajos per cápita en la base de datos ISI/WoS, de la Thomson Reuters. Según el prorrector Ronaldo Pilli, la universidad instituirá comités de búsqueda cada unidad para identificar a investigadores del país y del exterior que desearía atraer hacia sus plantas docentes, e invitarlos a pasar inicialmente períodos de entre tres y seis meses en la Unicamp. La idea es aumentar la competencia en los concursos para docentes. Otra posibilidad es conceder becas para jóvenes investigadores, dice Pilli. La universidad también planea divulgar sus concursos en anuncios en las revistas Science y Nature. La Unicamp fue construida atrayendo cerebros. Queremos recuperar esa tradición, trayendo investigadores brasileños que están haciendo su posdoctorado afuera e investigadores extranjeros, afirma.
La Unesp también ha desarrollado estrategias en varios frentes. Como el desempeño destacado en Ciencias da Vida no se reproduce en áreas tales como las Ingenierías y las Ciencias Humanas, la Unesp ha creado programas volcados a estimular la investigación colaborativa entre las unidades de la institución dispersas por 23 ciudades paulistas. Los programas Renueve Humanas y Renueve Ingenierías apuntan a incrementar nuestra producción en dichas áreas, dice la prorrectora Maria José Giannini. En el caso de las Ciencias Sociales y Humanas, el desempeño de las tres universidades paulistas medido en los rankings se ubica en un nivel inferior al de las Ciencias de la Vida, Ciencias Naturales e Ingenierías. Otra medida fue la unificación del nombre de la universidad en los artículos científicos de sus investigadores. El patrón adoptado ahora es Unesp Univ. Estadual Paulista. Descubrimos que el nombre era escrito de cinco modos diferentes en los artículos publicados en revistas de la base Thomson Reuters, lo que ciertamente nos perjudicó a la hora de computar la producción académica en el ranking de Taiwán, que utiliza ese fuente, dice Maria José Giannini. La universidad pretende encarar el desafío de aumentar su prestigio en el exterior. Declaró a 2010 como el Año de la Internacionalización de la Unesp, en busca de aumentar las colaboraciones con investigadores del exterior, y debatirá los requisitos para encuadrarse en el concepto de universidad de clase mundial. Los rankings suministran indicadores importantes acerca de qué debemos hacer para estar entre las mejores, aunque internamente, no siempre ese esfuerzo es bien entendido, afirma.
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