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Política C&T

Plasma recuperado

La gobernación del estado de São Paulo llama a licitación para la instalación de una fábrica de hemoderivados

La gobernación del estado de São Paulo iniciará durante los próximos 60 días el proceso licitatorio con miras a iniciar las obras de la fábrica de hemoderivados para la producción de proteínas extraídas del plasma. Este proyecto es del Instituto Butantan. La fábrica, que entrará en actividad al cabo de un año y medio, está presupuestada en 100 millones de reales, y será construida en un área cercana al Palacio de las Artes de la Cuidad Universitaria de la Universidad de São Paulo (USP).

“El producto de mayor interés será la inmunoglobulina, que representará el 50% de la facturación. También produciremos los factores de coagulación VIII y IX, utilizados en el tratamiento de la hemofilia A y B, y albúmina”, adelanta Isaias Raw, del Centro de Biotecnología del Butantan y presidente de la Fundación Butantan.El inicio de las operaciones dependerá del convenio que se firmará entre el estado de São Paulo y el Sistema Único de Salud (SUS) para la provisión de la materia prima ?el plasma?, ya que la compra de sangre y la venta de sus derivados están prohibidas en el país por determinación constitucional.

“La mayor parte de la sangre se extrae en el marco del SUS en São Paulo”, justifica Raw. Luego se la transporta congelada para su posterior procesamiento en la única fábrica brasileña de hemoderivados, con sede en Pernambuco, que actualmente está parada. Cuando está en operación, dicha planta produce únicamente albúmina y en una cantidad que contempla el 7% de la demanda nacional. No obstante, Raw recuerda que el mercado de albúmina obtenida del plasma está en declive, ya que este producto viene siendo reemplazado por polímeros sintéticos, libres de virus, para el tratamiento de shock.

Otra parte del plasma es procesada por dos empresas, una francesa y la otra austríaca, seleccionadas en 2002 en el marco de una licitación internacional para la producción de parte de los requerimientos brasileños de inmunoglobulina y de los factores VIII y IX.El déficit en el suministro de hemoderivados, que exige que el país gaste alrededor de 150 millones de dólares para atender la demanda total, y el hecho de que buena parte del plasma recolectado se descarta justifican las inversiones en la producción nacional, de acuerdo con Raw.

Cromatografía
Los hemoderivados de la fábrica de Butantan se obtendrán por cromatografía, un método que se vale de una columna cilíndrica que contiene resinas sintéticas, que permiten la separación de las proteínas. “Al pasar por la columna, el proceso de purificación se repite millares de veces y acaba separando de manera bastante purificada cada proteína”, explica Raw.Este procedimiento utiliza resinas distintas para separar a las proteínas segú su tamaño, su carga eléctrica, el rechazo al agua o incluso según su actividad biológica. La cromatografía es utilizada por los investigadores del Instituto Butantan para la producción de toxinas antitetánicas, para una vacuna recombinante contra la hepatitis tipo B y para la purificación de sueros hiperinmunes.

Para garantizar la calidad de los hemoderivados, los productos son tratados con un solvente orgánico y un detergente que descomponen el virus de la hepatitis B y todos los demás virus con una cápsula lipoproteica. “No obstante, el detergente y el solvente también deben removerse, lo que solamente es posible empleando la cromatografía”, observa Raw. Un segundo procedimiento es utilizado para remover virus no encapsulados.

La nueva fábrica ha de incorporar también la tecnología de producción de factores VIII y IX a partir de la biotecnología que se encuentra en desarrollo en la Red Brasileña para la Clonación y Expresión de Factores de Coagulación, integrada por cuatro laboratorios nacionales, entre ellos el Hemocentro de Ribeirão Preto (São Paulo). Raw acota que la producción directa del factor IX a partir del plasma atendería totalmente la demanda nacional, “puesto que la hemofilia B es mucho más rara”.

El Hemocentro de Ribeirão Preto será responsable del control del plasma procesado y de los hemoderivados producidos por la fábrica del Butantan, ya que dispone de un laboratorio de alta tecnología para analizar un gran número de muestras.También está prevista la instalación de un laboratorio, “una fábrica dentro de la fábrica”, explica Raw, para la producción de sueros hiperinmunes. La idea es vacunar a donadores de los hemocentros con vacunas contra el tétano o la hepatitis B producidas en el Butantan y procesar separadamente ese plasma para producir sueros antitetánicos y antihepatitis B. “Existe un proyecto para la construcción de un centro especializado en extracción se encuentra, que se estima que funcionará en el Instituto Pasteur”, afirma.

Más eficiencia
La cromatografía, evalúa Raw, es más eficiente que la tecnología tradicional de producción de hemoderivados por fraccionamiento de plasma, utilizada desde la década de 1960, y que consiste en la separación de la masa de proteína precipitada en el descongelamiento da bolsa de plasma. “Esta tecnología es obsoleta. Las antiguas fábricas de hemoderivados se han mantenido con la vieja tecnología, luego de adicionar etapas que tienen como objetivo eliminar virus: el calentamiento, el tratamiento con solvente-detergente, entre otras.”

“Hace dos décadas que procuramos instalar una planta de hemoderivados”, recuerda Raw. Como el acceso al plasma estaba bloqueado por ley, el Butantan invirtió en la producción de hemoderivados con base en pequeñas cantidades de plasma disponibles en la placenta, una tecnología desarrollada por Merrieux en Francia, pero que presentaba un problema: utilizaba placentas congeladas, con la consecuente rotura de hematíes y la contaminación del plasma. “El Butantan desarrolló una tecnología para aislar de las placentas simultáneamente la albúmina, la inmunoglobulina, la transferrina, la catalasa y la superóxido dismutasa”, informa Raw.

No obstante, la “recolección” de placentas y el aislamiento de las proteínas eran procedimientos mucho más caros que el uso de sangre de donadores. Este desafío estimuló a los investigadores a buscar soluciones más baratas y al mismo tiempo más seguras. “El Butantan desarrolló y está patentando una tecnología mediante la cual el plasma descongelado pasa directamente por una columna, separando y purificando alrededor de cien veces el factor de coagulación. Eliminando la separación por congelamiento, el rendimiento del factor VIII se duplica. Este concentrado permite separar los factores y, luego del tratamiento antiviral, llegar a un producto mucho más barato para tratar a los hemofílicos”, afirma Raw.

Hemobrás
El gobierno nacional también tiene planes de construir la Empresa Brasileña para el Fraccionamiento de Plasma (Hemobrás), una fábrica presupuestada en 60 millones de dólares, proyectada para producir hemoderivados con base en el fraccionamiento de plasma sanguíneo, que tendría por objeto atender parte de la demanda del Sistema Único de Salud. Sin embargo, el proyecto de Hemobrás está parado en el Congreso Nacional. “La propuesta paulista no pretende monopolizar el fraccionamiento del plasma. Al contrario: brinda todos los detalles y la capacitación para que su proyecto se replique en otros puntos del territorio nacional. No se puede desperdiciar un salto tecnológico repitiendo instalaciones y procesos obsoletos”, concluye Raw.

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