DANIEL BUENOUn análisis que se llevó a cabo con editores de 174 revistas científicas de diversas áreas del conocimiento, todas con alto factor de impacto, reveló que el 65% de las mismas cuenta con políticas para lidiar con retractaciones de artículos científicos, es decir, con la descalificación y anulación de papers publicados, en virtud del descubrimiento de errores o fraudes. Ese porcentaje, que se divulgó en un artículo en la edición de julio del Journal of the Medical Library Association, es tres veces mayor que el que se había registrado en una investigación de 2004, entre 122 publicaciones del área biomédica. Según los autores del estudio, podría concluirse que creció el número de revistas con normas para la retractación porque sus editores tomaron conciencia de la importancia de afrontar el problema. “Esto ayuda a corroborar la hipótesis que estipula que la cantidad de retractaciones de artículos viene incrementándose en los últimos 10 años porque una mayor cantidad de publicaciones adoptó políticas para lidiar con ellas”, según sostiene el trabajo firmado por David Resnik y Grace Kissling, ambos del National Institute of Environmental Health Sciences de Estados Unidos, y Elizabeth Wager, expresidente del Committee on Publication Ethics (Cope), un foro de nueve mil editores científicos abocado al debate sobre ética en la investigación científica.
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