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reloj biológico

Por qué somos diurnos

Los seres humanos y casi todos los primates poseen hábitos diurnos. Se alimentan, juegan, trabajan y generalmente se aparean durante el día. Y por la noche duermen. Un grupo coordinado por el biólogo Mario Pedrazzoli propuso ahora una explicación genética para el surgimiento de ese patrón comportamental. Él y su equipo de la Universidad de São Paulo creen que esas actividades, asociadas con un patrón de liberación de hormonas que se repite cada 24 horas, dependen de una característica genética peculiar: la repetición de un segmento del gen PER3. Estudios previos ya habían demostrado que el PER3 controla el funcionamiento de una región cerebral a la cual se considera el centro del reloj biológico de los mamíferos, encargada de regular los ritmos con períodos de 24 horas del metabolismo y del comportamiento. En 2005, Pedrazzoli había notado que los individuos con cinco repeticiones de ese tramo del PER3 corrían un mayor riesgo de desarrollar trastornos del sueño que los que poseían cuatro repeticiones. Ahora, al investigar el origen evolutivo de esas repeticiones, Pedrazzoli y la bióloga Flávia Cal Sabino comprobaron que las mismas son exclusivas de los monos y de los seres humanos (PLOS ONE, septiembre). Entre las 13 especies de primates estudiadas, el menor número de repeticiones ‒tan sólo dos‒ se observó en una subespecie del marikiná de Azara (Aotus azarae infulatus), de hábitos nocturnos.

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