Pesquisa FAPESP ha incluido en la sección de humanidades de sus ediciones más recientes algunos artículos que revelan nuevos enfoques para una reflexión consistente respecto de las relaciones históricas entre Estados Unidos y Brasil -alejada de la estrechez de miras del argot de izquierda, que transformaba cualquier aspecto o matiz de esas relaciones en expresión del denominado imperialismo yanqui, o de la postura acrítica y de exaltación de la derecha, que hacía de cada acto del gobierno o de empresas estadounidenses relacionado con Brasil una especie de decisión imbuida del estilo del gran hermano del Norte. En esta edición, el artículo del editor de humanidades, Carlos Haag, acerca de Fordlandia, el desastroso intento de Henry Ford por establecer una plantación de caucho en la Amazonia, entre 1927 y 1945, seguida de un denso texto sobre el impacto económico y político del contrabando de semillas de siringa, el árbol del caucho, en la misma región por parte del inglés Henry Wickham, en 1876, compusieron un material articulado de tal valor que, necesariamente, acabó estampado en la portada de la revista. Me refiero aquí al valor, tanto en términos de información novedosa respecto a la investigación histórica, que nos ayuda a repensar las relaciones bilaterales citadas – aunque en este caso específico, también a las relaciones multilaterales que desafiaban a Brasil en su esfuerzo con miras a constituirse como una nación moderna a comienzos del siglo XX-, como en términos de texto periodístico, construido con notable cohesión mientras discurre con seguridad por múltiples facetas y dimensiones del tema enfocado. Por ello, recomiendo insistentemente la lectura de todo ese fascinante material, que va de la página 16 a la 25.
Aprovecho casualmente la mención de las relaciones bilaterales para destacar el artículo del editor de política científica y tecnológica, Fabrício Marquez, en la página 32, relativo a los dos nuevos satélites con que cuenta el país, uno de ellos sino-brasileño, que permitirán una cobertura completa del planeta en un tiempo mucho menor que el que actualmente permite el Cbers-2B (cinco días ante veintiséis días), aparte de realizar un monitoreo más eficaz de la región amazónica. Para el satélite completamente brasileño, el Amazonia-1, con previsión de inicio de operación en 2012 (el otro, el Cbers-3, está programado para 2011), se halla en discusión un acuerdo con el Reino Unido para que pueda integrarse a su carga una cámara inglesa con una resolución del orden de los 10 metros, la que ciertamente contribuirá en gran medida al perfeccionamiento del Sistema de Detección del Desmonte en Tiempo Real (Deter), del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe).
La sección de ciencia de esta edición nos originó algunas dudas respecto de cuál debía ser el artículo más destacado: ¿los hallazgos del Instituto del Sueño, uno de los Centros de Investigación, Innovación y Difusión (Cepids) de la FAPESP, acerca de los preocupantes males que afectan el diario descanso nocturno de la población paulistana? Al fin y al cabo, se trata de una avanzada investigación epidemiológica de fuste, pionera en el cruzamiento de técnicas objetivas y estudios subjetivos, destinados a informar cómo duermen los adultos en São Paulo, y que reveló un sorprendente porcentaje del 33% que padece el síndrome de apnea obstructiva del sueño. Cabe resaltar que el promedio internacional de ese problema oscila entre el 2% y el 8%. Vale leerlo en pormenores en el artículo del editor especial Carlos Fioravanti. Paralelamente, los hallazgos informados en el artículo del editor de ciencia, Ricardo Zorzetto, referentes a un gran estudio internacional sobre el delicado tema del suicidio, que aún es tabú en muchas sociedades contemporáneas, también merecen una mirada atenta. La investigación se realizó por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y la participación brasileña estuvo a cargo de un grupo encabezado por el psiquiatra Neury Botega, docente de la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp). Entre las conclusiones está la de que una sesión de consejería con un profesional de salud mental, seguida de una llamada telefónica periódica cada pocas semanas, durante un año y medio, bastó para reducir en diez veces el índice entre personas que ya contaban en su haber otros intentos de suicidio.
Finalmente, destaco en esta edición el artículo del editor de tecnología, Marcos de Oliveira, basado en un estudio que puede resultar curioso o innecesariamente escatológico para los poco habituados al tema, pero que verdaderamente es serio y relevante para un país que cuenta con el mayor rebaño vacuno del mundo -alrededor de 180 millones de cabezas y, al mismo tiempo, se preocupa por la emisión de gases de efecto invernadero en la atmósfera. El ganado bovino de Brasil, vía eructación, emiten estimativamente 8 millones de toneladas de metano por año, y ese volumen de gas, según asegura la investigación abordada a partir de la página 80, puede reducirse significativamente con modificaciones en las pasturas.
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