Eduardo CesarDespertar de la resaca y no tener idea de lo que sucedió en la víspera no es la peor consecuencia del consumo de bebidas alcohólicas. Varios estudios demostraron que el alcohol es un importante factor de riesgo para varios tipos de cáncer de los tractos respiratorio y digestivo superior, tales como los tumores bucales, de faringe, laringe y esófago. Un grupo internacional que incluyó investigadores del Hospital Araújo Jorge, en Goiânia, de la Escuela Nacional de Salud Pública de Río de Janeiro, de la Universidad de São Paulo y de la Universidad Federal de Pelotas evaluó el efecto sobre el desarrollo de esos tumores de siete genes relacionados con la producción de la enzima alcohol deshidrogenasa (ADH), que digiere el alcohol y reduce su efecto dañino para el organismo. La comparación del perfil genético de 3876 personas con cáncer y 5278 sin la enfermedad, reveló que dos de los siete genes relacionados con la producción de la enzima se hallan fuertemente asociados con el surgimiento de esos tumores (Nature Genetics). Algunas formas de esos genes protegieron contra los efectos del alcohol y ese efecto protector aumentó con el crecimiento del consumo –en tanto que en abstemios, esas variantes no influyeron en el riesgo de contraer cáncer. Según los autores, esas variantes combaten el efecto carcinogénico de las bebidas alcohólicas.
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