El Plan S, una iniciativa de la Comisión Europea que cuenta con el apoyo de 14 países, propone que a partir de 2020, los resultados de las investigaciones financiadas con recursos públicos se divulguen en revistas científicas de acceso abierto, aquellas que cualquier persona puede consultar sin tener que pagar previamente por ello. La transformación que introduciría ese plan si fuera adoptado por muchos países produjo gran una movilización entre varios segmentos de la comunidad científica. Una encuesta pública sobre la iniciativa, que finalizó a comienzos del mes de febrero, recibió más de 600 sugerencias provenientes de universidades, agencias científicas de fomento, editoriales y científicos de más de 40 países. “Nunca se vio un debate tan amplio como este al respecto del futuro de la comunicación”, dijo en un comunicado David Sweeney, copresidente de cOAlition S, el consorcio internacional responsable de ese plan.
El consorcio no publicó el contenido de los mensajes, pero evaluará las recomendaciones. No obstante, una porción significativa de los comentarios fue divulgada por sus autores. La plataforma digital Open Access Tracking Project (OATP) recopiló más de 420 análisis. En la red social Reddit, un fórum sobre el tema expuso alrededor de 105 pareceres. El texto elaborado por el Consejo de Investigación de Noruega (RCN) tiene 885 páginas.
El desafío será hallar puntos de convergencia en medio de una diversidad de voces e intereses. En líneas generales, los comentarios reflejan preocupaciones en cuanto a la forma en que se haría la transición hacia un modelo de publicación totalmente abierto y proponen una extensión del plazo para que la iniciativa entre en vigencia. También hay sugerencias para excluir de las restricciones del plan a las revistas de las sociedades científicas, que desempeñan un rol importante y dependen de la venta de suscripciones. La Sociedad Europea de Física, por ejemplo, considera que una transición forzada hacia un sistema exclusivo de acceso abierto corre el riesgo de minar la viabilidad económica de esos periódicos.
Límite para las tasas
Varios de los comentarios cuestionan si es factible fijar un techo a los valores de las tasas que se cobran a los autores para la publicación de artículos en acceso abierto, las denominadas APCs. Uno de los objetivos del Plan S es el de controlar los gastos en dichas tasas, cuyo monto puede variar entre 1.500 y 5 mil dólares por paper. “Es importante que ese límite no quede por debajo de los costos de revisión y publicación en periódicos de calidad”, recomendó la European Molecular Biology Organization (Embo) con sede en Heidelberg, Alemania.
La decisión de someter el proyecto a la evaluación del público se tomó en el mes de noviembre, luego de una fuerte reacción de las editoriales y de grupos de científicos. En su propuesta original, el Plan S condena la publicación de artículos en revistas híbridas, donde los trabajos quedan a disposición de los suscriptores, pero el autor puede abonar un canon extra para que su paper sea divulgado sin restricciones en la web, ya que esa práctica se considera abusiva. Científicos de diversas áreas se quejaron de la pérdida de libertad para publicar en periódicos de mayor impacto, que en su mayoría son híbridos.
Las grandes editoriales, con excepción de la holandesa Elsevier, también divulgaron sus consideraciones al respecto del Plan S. La estadounidense Wiley declaró que ese plan excluirá a la mayoría de las revistas científicas al imponer restricciones excesivas y recordó que ya existen muchas opciones para publicar en acceso abierto. “El Plan S no defiende un modelo específico, sino que determina solamente el acceso inmediato a los resultados de investigación”, le dijo a Pesquisa FAPESP uno de los ideólogos de la iniciativa, el holandés Robert-Jan Smits, consejero sénior en Acceso Abierto de la Comisión Europea. “Consideramos que esta iniciativa contribuirá para el surgimiento de nuevos periódicos de acceso abierto de buena calidad. Eso ocurrirá en forma gradual”, sostiene Smits. En el primer semestre de 2019 se presentará una nueva versión de la guía de implementación del Plan S.
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