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Entrevista

Richard Sever: Para acelerar la comunicación de la ciencia

Para el bioquímico, los científicos deben publicar versiones preliminares de sus artículos en repositorios públicos

Archivo personal Para Sever, la publicación de los resultados de investigación en servidores de prepublicaciones debe erigirse como un requisito obligatorio para el otorgamiento de recursos de las agencias científicas de fomentoArchivo personal

En medio de las discusiones para la implementación del Plan S –una iniciativa de los países europeos para volver obligatoria la publicación en acceso abierto de artículos financiados con recursos públicos en 2021–, el bioquímico británico Richard Server plantea una estrategia más simple para hacer que el conocimiento científico se vuelva accesible rápidamente: todos los resultados de investigaciones deberían ponerse inmediatamente en servidores de preprints o prepublicaciones, repositorios abiertos que reúnen versiones preliminares de artículos aún no evaluados por los revisores de periódicos científicos. En el modelo ideado por Sever, este requisito sería obligatorio para la concesión de recursos provenientes de agencias de fomento de la investigación científica.

Sever es uno de los fundadores del bioRxiv, un repositorio de preprints del área de las ciencias biológicas operado por el Laboratorio Cold Spring Harbor, en Estados Unidos, donde es director asistente. Y presentó su propuesta, denominada Plan U (“u” de universal), en un artículo publicado en junio en PLOS Biology, firmado junto a John Inglis, cofundador del bioRxiv, y Michael Eisen, uno de los creadores de Public Library of Science (PLOS), que publica una colección de revistas de acceso abierto. En la entrevista que puede leerse a continuación, Sever habla de cómo podría acelerar el avance del desarrollo científico este sistema.

¿Cuáles serían los principales beneficios del Plan U?
Las publicaciones preprints ayudan a acelerar la comunicación y el ritmo de desarrollo de las investigaciones, permitiendo que otros científicos tengan acceso a los resultados de trabajos académicos inmediatamente después de su publicación en repositorios de acceso abierto. A partir de allí, pueden trabajar en el diseño de nuevos estudios o en el perfeccionamiento de investigaciones en marcha. Los preprints también ayudan a ampliar el intercambio de información entre los autores de las investigaciones y sus pares distribuidos por el mundo de una forma mucho más rápida. Sin embargo, los beneficios de esa nueva dinámica de comunicación solo podrán notarse de modo amplio cuando todos los artículos científicos se publiquen en repositorios de prepublicaciones. Para que esto ocurra, es fundamental que las agencias de fomento de la investigación científica establezcan como prerrequisito para la concesión de ayudas que los resultados de los estudios apoyados se publiquen primeramente en servidores de preprints, antes de ser sometidos al proceso de validación de las revistas científicas.

¿Por qué eso sería importante?
Porque solo las agencias tienen el poder de imponerles esa exigencia a los investigadores, toda vez que controlan los recursos. Si lo hicieran, la implementación de un sistema de acceso rápido y gratuito a la producción científica mundial se daría de modo más rápido, sencillo y barato.

¿Alguna agencia ya ha adoptado esta exigencia?
Venimos observando algún movimiento en ese sentido en los últimos años. La Iniciativa Chan Zuckerberg, creada en 2015 por Mark Zuckerberg [fundador del Facebook] y Priscila Chan, su mujer, exige que los investigadores patrocinados publiquen sus resultados de investigaciones en repositorios preprints. La Wellcome Trust [fundación del Reino Unido de fomento de la investigación biomédica] también ha adoptado esta política para los estudios cuyos resultados puedan ser de interés público inmediato.

¿Cómo funcionaría el sistema de revisión por pares en caso de que se adopte el Plan U?
La idea es que los estudios sigan pasando por el proceso de revisión por pares, solo que después de su difusión en los repositorios de preprints. El proceso actual de publicación de artículos científicos es lento. En general, los investigadores presentan su manuscrito a una revista, que evalúa si lo enviará o no a la revisión de los pares. De aceptarlo, los revisores a menudo piden que los autores hagan más experimentos para sostener sus conclusiones. Una vez hecho esto, el artículo se presenta nuevamente y debe pasar por las mismas etapas antes de su publicación. En promedio, ese proceso suele durar ocho meses. Es mucho tiempo desperdiciado, que podrían haber usado otros científicos para acceder a los resultados de ese trabajo y avanzar en sus investigaciones. Al separar la publicación de los preprints de ese proceso lento de evaluación por parte de las revistas, podríamos acelerar la diseminación de los resultados científicos.

La revisión por pares seguiría haciéndose de la misma manera, ¿verdad?
Sí, la diferencia es que los resultados que sostienen a los artículos ya estarían disponibles públicamente en los repositorios preprints para los lectores interesados.

Esta práctica ya es común en algunas áreas, como la física. ¿Cuál es el balance de este tipo de experiencia?
Sí, gracias al arXiv, en operación desde hace casi 30 años. Esta iniciativa es un éxito y ha inspirado el surgimiento de otros servidores. Varias áreas hoy en día cuentan con repositorios de este tipo, como las ciencias biológicas, con el bioRxiv, las ciencias químicas, con el chemRxiv, y las ciencias de la Tierra, con el EarthArxiv.

¿Cuáles serían las implicaciones del Plan U para el modelo de negocios de las publicaciones científicas?
Es difícil decir cuál sería el impacto económico asociado a la adopción del Plan U. Pero la carga asociada a la adopción de ese sistema seguramente recaería sobre las revistas científicas de acceso restringido. Estas se verían forzadas a ser mucho más transparentes respecto al proceso de evaluación de los artículos que reciben, debiendo agregarle mucho valor a ese proceso para justificar los precios que cobran para la publicación de esos trabajos.

Muchos argumentan que los artículos publicados en esos repositorios son de calidad inferior porque no pasaron por la revisión por pares. ¿Cómo ve usted eso?
No creo que esa crítica implique la idea de que los manuscritos disponibles en los repositorios de preprints sean de calidad inferior, sino que apunta el hecho de que no han sido revisados. Tal como dije, el proceso de revisión por pares se seguirá haciendo en las revistas científicas.

Algunos investigadores argumentan que la publicación en repositorios no siempre da un retorno en la forma de críticas y comentarios. ¿Cómo pretende el Plan U comprometer a los investigadores en el sentido de comentar más los manuscritos de preprints?
Sí, el nivel de feedbacks de los manuscritos compartidos en bioRxiv todavía es relativamente bajo, pero sabemos que muchos usuarios reciben críticas y comentarios por e-mail y otros canales como Twitter. Las ciencias biomédicas fueron más lentas en la adopción de los preprints, pero el bioRxiv está pasando por un crecimiento exponencial y cada vez más lectores están accediendo a él. Creo que la cantidad de feedback del público aumentará a medida que más investigadores se sumen a este movimiento y se acostumbren con esa dinámica. Es ahí cuando entra el Plan U.

¿La implementación del Plan S podría acelerar la adopción del Plan U?
El Plan S está más preocupado en cambiar el modelo tradicional de publicación y, pese a que alienta el uso de preprints, no veo su implementación como un estímulo para la adopción del Plan U, aunque ambos sean compatibles y complementarios de cierta manera.

¿Cómo se están articulando para poner en práctica el Plan U?
Por ahora, estamos trabajando en la divulgación de la idea y en hacer que más gente piense en esta posibilidad.

El éxito de arXiv allanó el camino hacia los repositorios en otras áreas
Creado en agosto de 1991 por el físico estadounidense Paul Ginsparg, de la Universidad Cornell, en Estados Unidos, arXiv es el más tradicional repositorio de prepublicaciones del mundo. Ofrece acceso gratuito a casi 1,5 millones de artículos, con 140 mil adiciones de manuscritos cada año y más de 1,2 millones de accesos diarios. Ideado como un repositorio electrónico centrado en artículos científicos en el campo de la física, arXiv se ha expandido y hoy en día alberga manuscritos de áreas tales como la astronomía, las ciencias de la computación, la matemática y la estadística. El repositorio se mantiene con donaciones de bibliotecas e instituciones filantrópicas y cuenta con el trabajo voluntario de aproximadamente 150 moderadores. Estos no hacen la tradicional revisión por pares, sino que revisan los trabajos sometidos, rechazándolos en caso de que no se encuadren en los estándares de un artículo científico. Parte de los manuscritos disponibles en arXiv se publican después en revistas científicas. Algunos, empero, permanecen solo como preprints. Un ejemplo de ello es el manuscrito del matemático ruso Grigori Parelman, de 2002. Se trataba de un bosquejo de la demostración de la conjetura de la Geometrización de Thurston, uno de los principales problemas de la matemática de la época. Ese trabajo jamás se publicó en una revista científica. Aun así, le rindió a Parelman la medalla Fields en 2006. En Brasil, la biblioteca virtual SciELO, creada en 1997 con el apoyo de la FAPESP, anunció en 2018 una alianza con Public Knowledge Project (PKP) para la creación de un servidor de preprints en 2020.
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