Comunidades indígenas que pueblan el desierto chileno de Atacama, en el altiplano andino, se beneficiarán con un programa de estímulo a la instalación de observatorios astronómicos. El gobierno chileno ha autorizado la creación de un parque internacional de astronomía en pleno desierto. La atmósfera límpida, los hasta 5 mil metros de altura y la escasez crónica de lluvias hacen de Atacama un local privilegiado para la construcción de radioobservatorios, que registran imágenes con base en las ondas de radio emitidas por estrellas, planetas y otros cuerpos celestes. De acuerdo con el protocolo establecido por el gobierno en febrero, los proyectos instalados en el área deberán patrocinar programas de salud y educación para 13 comunidades locales, la mayoría de ellas perteneciente al grupo étnico atacameño. “Ésta es una tierra ancestral para nosotros”, dice Wilfredo Cruz, líder indígena atacameño. “Nuestras familias se instalaron acá hace mucho tiempo, y nosotros seguimos preservando lugares ceremoniales y fragmentos de nuestro pasado”. En los próximos años, la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica de Chile (Conicyt) invitará a instituciones internacionales para construir observatorios en el área. Representantes de las comunidades locales participarán en las negociaciones, para asegurar que los proyectos respeten sus territorios. Dos instituciones están construyendo instalaciones en el desierto. En 2003, el European Southern Observatory y la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos acordaron la construcción del mayor y más sensible radiotelescopio del mundo en un predio de 18 mil hectáreas, del total de 45 mil hectáreas que constituirán el parque. El Atacama Large Millimeter Array (Alma) captará ondas de radio del espacio usando 64 antenas gigantes. Desde 2004, el European Southern Observatory destina 124 mil dólares por año al patrocinio de la astronomía chilena y al estímulo al desarrollo local y regional. (SciDev.Net, 5 de abril)
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