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COSMÉTICOS

Un análisis del alisado progresivo

Con técnicas propias, la empresa paulista KosmoScience examina la acción de la carbocisteína, una sustancia empleada en lugar del formol

076-077_Cosmeticos_207-1Janis Litavniekis/ GettyimagesLa empresa KosmoScience, de Valinhos, interior paulista, fue creada hace 10 años  como una spin-off  de la Universidade Estadual Paulista (Unesp) de Araraquara para desarrollar metodologías científicas que comprobasen la eficacia de productos cosméticos antes de su salida al mercado. “Cuando empezamos no existía ningún laboratorio de este tipo en Brasil, que sólo se encontraban en los grandes centros de Europa o de Estados Unidos”, dice el químico Adriano Pinheiro, director ejecutivo y uno de los tres socios de la empresa. “Desarrollamos herramientas y metodologías propias para medir las propiedades fisicoquímicas, biofísicas y biológicas de productos para el cabello y la piel”. El convenio con el Laboratorio Interdisciplinario de Electroquímica y Cerámica de la Unesp, vinculado al Centro Multidisciplinario para el Desarrollo de Materiales Cerámicos (CMDMC), coordinado por el profesor Elson Longo y financiado por la FAPESP, allanó el camino para que la empresa se convirtiese en un laboratorio de referencia y conquistase a clientes tales como Natura, L’Oréal, Hipermarcas, Unilever, O Boticario y Belcorp de Brasil, entre otras grandes empresas del sector. “Trabajamos con una serie de protocolos  científicos y métodos fisicoquímicos para la evaluación de la eficacia de productos que se utilizan actualmente en la industria a nivel nacional e internacional”, dice Longo. “Antes, muchos de los protocolos que se utilizaban eran falsos, de acuerdo con lo que constatamos en pruebas que realizamos en nuestro laboratorio.”

Entre los servicios que presta la empresa se encuentra el análisis de la carbocisteína, un aminoácido utilizado tradicionalmente en aplicaciones farmacéuticas, que ingresó en el mercado cosmético en reemplazo del formol –prohibido a causa de su potencial cancerígeno– para el alisado del cabello mediante un proceso conocido como alisado progresivo. Antes de cualquier lanzamiento cosmético, las empresas deben comprobar todos los beneficios listados en las etiquetas de los productos para que cuenten con la aprobación de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa). En Estados Unidos, Europa y Japón, las empresas también deben hacer estudios que comprueben los resultados difundidos; pero, para sacar sus productos al mercado, no necesitan la aprobación de ningún organismo regulatorio. Los estudios comprobatorios de eficacia funcionan como defensa de la empresa en caso de que algún consumidor le inicie una acción judicial.

“Desarrollamos tres metodologías para estudiar las interacciones fisicoquímicas que ocurren en el cabello luego de la aplicación de la carbocisteína”, dice Pinheiro. Una de ellas evalúa, con la ayuda de un dinamómetro, las propiedades mecánicas de la fibra capilar luego de la aplicación del producto. El aparato mide la deformación causada por la aplicación de una fuerza mecánica sobre un sistema elástico. Con base en esa lectura, es posible identificar qué alteraciones estructurales ocurrieron en la fibra como consecuencia de la aplicación del producto.

Función protectora
Otra de las técnicas emplea la espectroscopia Raman, una técnica fotónica de alta resolución que permite identificar la información química y estructural de compuestos orgánicos e inorgánicos. “Con este método logramos visualizar qué sucede con las uniones disulfídicas de azufre, responsables por la integridad física estructural de la fibra capilar”. Cuando se rompe esa unión, la estructura se vuelve frágil. La elección de las conexiones de azufre se debe al hecho de que éste tiene para el cabello la misma importancia que el hierro en la construcción civil. La tercera técnica utilizada, que es la microscopía electrónica de barrido de emisión de campo, evalúa las alteraciones morfológicas de las cutículas del pelo. “Las cutículas del cabello son las capas superficiales de los filamentos, cuya función es proteger la estructura interna”, dice Pinheiro. “Cuando las cutículas se degradan, es más difícil peinar el cabello, que se vuelve más áspero y opaco”. Las metodologías creadas para la evaluación de la carbocisteína son fruto de un trabajo realizado por Pinheiro y por las investigadoras Viviane Albarici y Francini Picon, que hicieron su doctorado en el Centro de Materiales Cerámicos y que actualmente trabajan en KosmoScience.

kosmoscienceOtra área de estudio de KosmoScience es la piel. Uno de los protocolos que la empresa ha desarrollado analiza in vivo la generación de colágenos que generan mayor firmeza en la piel y actúan como factor antienvejecimiento. “Varias moléculas pueden estimular la formación de la fibra de colágeno: los polisacáridos, el ácido ascórbico y el ácido retinoico”, dice Pinheiro.  En este caso, los investigadores se valen de la espectroscopia de reflectancia difusa, con una fibra óptica que se dirige hacia las zonas del cuerpo evaluadas. “Mediante el empleo de esta técnica es posible determinar las longitudes de emisión y excitación de colágeno presente en el piel”, dice Pinheiro. Es posible evaluar cuánto colágeno posee una persona en la piel antes del tratamiento y durante el tiempo de acción del producto aplicado. Las lecturas pueden hacerse a los 30, 45 y 60 días, por ejemplo.

La posible eficacia de los tratamientos contra la celulitis se verifica mediante una cámara infrarroja, también conocida como cámara térmica. Se trata de un dispositivo optoelectrónico que toma imágenes térmicas de la piel. Como la celulitis se caracteriza por una acumulación de grasa y agua en las células, cuando éstas se expanden comienzan a presionar los microvasos sanguíneos, con lo cual disminuye la microcirculación en la zona. “Las imágenes térmicas tomadas con la cámara apuntarán si ha habido una mejora de la irrigación sanguínea en la zona luego de la aplicación del producto anticelulitis”, dice Pinheiro. “Con la homogeneidad en la distribución de la temperatura, logramos caracterizar si el tratamiento ha sido eficiente.”

Y si bien KosmoScience era hace diez años una principiante en el sector, ehoy en día compite con los laboratorios internacionales instalados en Brasil. “Muchas de las industrias de cosméticos estadounidenses y europeas han revertido el proceso y actualmente prueban sus productos en Brasil”, dice Pinheiro. Entre los factores que han incidido en ese cambio se encuentran el menor costo de los ensayos, la calidad científica de los estudios y el hecho de que Brasil constituye uno de los mayores mercados mundiales de productos cosméticos, detrás tan sólo de Estados Unidos y Japón. “El mestizaje de nuestra población también contribuye a ello”, remarca. Las diversas etnias, los tipos de piel y de cabello, con todos sus matices (lacios, ondulados y crespos) hacen posible llevar adelante distintas investigaciones científicas.

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