Investigadores de la Universidade Estadual Paulista (Unesp) de Ilha Solteira, crearon una versión electrónica del cubo mágico, el famoso rompecabezas tridimensional, con recursos sonoros y que permite al usuario activar las funciones de automezcla y resolución. Los colores de las piezas se forman mediante la luz emitida por LEDs (diodos emisores de luz), en lugar de autoadhesivos o pintura. Dichos LEDs forman parte de un circuito electrónico y pueden asumir cualquier color. “Cuando el usuario logra montar el cubo, el software genera efectos sonoros y visuales que aparecen en un display”, dice Pedro Ferreira Mamede, quien concibió la innovación durante su carrera en ingeniería electrónica, dirigido por el profesor Alexandre César Rodrigues da Silva. También pueden visualizarse informaciones sobre el juego, tales como el número de movimientos ejecutados para su montaje, la cantidad de intentos y el tiempo insumido en la tarea, que generan una especie de banco de datos con el historial del rompecabezas. “La idea fue transformar el pasatiempo en una especie de videogame”. Sobresalen dos funciones: la de aprendizaje, donde el software interactúa con el usuario para enseñarle métodos básicos y avanzados de resolución, y la de almacenamiento de los datos del juego, al igual que en un programa de computadora. La nueva versión electrónica, que se encuentra en fase de prototipo, posee un mecanismo de desplazamientos similar al de los cubos mágicos comunes. “Los electrónicos que se encuentran disponibles en el mercado son fijos y simulan los movimientos por medio de botones, o son táctiles”, dice Mamede.
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