
Thomas Lehmann / Wikimedia CommonsEl manatí amazónico, una especie amenazada de extinciónThomas Lehmann / Wikimedia Commons
En octubre de 2023, durante una sequía extrema, la bióloga Michelle Guterres, del Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonia (Inpa), recorrió las playas del lago Amanã, cerca de la confluencia de los ríos Solimões y Japurá, en el estado brasileño de Amazonas, y encontró 96 excrementos de manatíes amazónicos (Trichechus inunguis). Y halló algo sorprendente: los mismos contenían 556 semillas enteras de nueve especies de plantas acuáticas. La paja de agua (Luziola spruceana), que aparece después de las crecidas, aparecía en todas las muestras, y en 17 de ellas las plantas estaban germinando. Era una fuerte señal de que los manatíes –mamíferos, cabe recordarlos– son dispersores de semillas, lo que amplía su importancia en el mantenimiento de las plantas acuáticas. Estos animales, catalogados como vulnerables a la extinción debido a la caza ilegal, pesan hasta 420 kilogramos (kg), comen alrededor de 40 kg de plantas acuáticas diariamente y pueden viajar hasta 115 kilómetros entre los lagos Amanã y Mamirauá, a 600 kilómetros al oeste de Manaos, la capital del estado. La sequía facilitó el referido descubrimiento debido a que los excrementos, en lugar de disolverse en el agua, se encontraban en las playas del lago, cuya profundidad máxima era de 200 centímetros (Mongabay, 25 de noviembre; Journal for Nature Conservation, diciembre).
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