Con la coordinación del Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCT) y de la Academia Brasileña de Ciencias (ABC), se desarrollará desde ahora y hasta el mes de diciembre un amplio debate que aportará fundamentos consistentes para que el gobierno brasileño trace directrices y estrategias para el sector de ciencia y tecnología con un horizonte de diez años, necesarias para un proyecto nacional de desarrollo económico, social y cultural. El momento central de este debate será la Conferencia Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, prevista para realizarse entre los días 18 y 21 de septiembre en el Distrito Federal (Brasilia), con la solemne apertura en el Congreso Nacional y las demás sesiones en la Academia de Tenis de Brasilia.
La conferencia será precedida por seis encuentros preparatorios, las llamadas reuniones regionales, todas realizadas durante los días 16 y 17 de agosto. En rigor, una de esas reuniones, la de São Paulo, tiene alcance estadual, en razón de la peculiar situación del estado, es decir, su peso económico y se grado de participación en la producción científica y tecnológica nacional. De acuerdo con los organizadores, de los encuentros preparatorios surgirían propuestas que serían incorporadas a los temas de la Conferencia Nacional, “basadas en las discusiones de las experiencias locales y de la diversidad de ambientes regionales y culturales que caracterizan al país”. Existe una fuerte expectativa en el sentido de que los debates involucren a varios segmentos: la comunidad científica, los empresarios, políticos, representantes de instituciones de enseñanza e investigación, de asociaciones sectoriales y del tercer sector, para que de hecho reflejen los intereses de la sociedad.
Los grandes temas de debate son cinco. El primero de ellos, En Marcha hacia el Futuro, enfoca, de acuerdo con la divulgación de MCT, la educación para la ciencia, la tecnología y la innovación, difusión del conocimiento, incentivo a los jóvenes talentos, formación de investigadores y avance del conocimiento por medio de la investigación. Otro tema, Calidad de Vida, abarca las propuestas y debates sobre las contribuciones de la ciencia y la tecnología nacional para el aumento de la calidad de vida del ciudadano brasileño y para el uso apropiado del patrimonio natural y cultural del país. El tercer tema, Desarrollo Económico, comprende la generación y distribución de la riqueza, el crecimiento económico y la superación de los desequilibrios regionales apoyados en los avances de la ciencia, la tecnología y la innovación.
El cuarto tema, Desafíos Estratégicos, aborda las acciones en ciencia y tecnología tendientes a conocer, integrar y explorar las fronteras que aún se constituyen en obstáculos para el desarrollo y para la defensa nacional: Territorio, Amazonia, Semiárido, Mar y Espacio Exterior, además de las iniciativas de largo alcance tales como Tecnología de la Información, Comunicación y Biotecnología, que tendráncreciente importancia durante la próxima década. Finalmente, el tema Desafío Institucional abarca las discusiones sobre marcos legales, acomodamientos institucionales, modelos de gestión y cooperación e instrumentos de financiación orientados al desarrollo de la investigación y la innovación y a la articulación Estado/Sociedad.
La contribución paulista
La conferencia de São Paulo, según el presidente de la FAPESP, Carlos Henrique de Brito Cruz, que participa de la coordinación del comité regional de la Conferencia, está siendo orientada a analizar todos los temas desde el punto de vista paulista. Pero tres de ellos, En Marcha hacia el Futuro, Calidad de Vida y Desarrollo Económico, que son particularmente importantes en el estado, producto de la calidad de su investigación académica, su nivel de desarrollo y su industrialización.
Por eso mismo, São Paulo ofrecerá contribuciones significativas para el debate nacional en dichas áreas. Brito Cruz agrega que “otro tema muy caro a São Paulo es la necesidad que el estado tiene de recibir más apoyo por parte del gobierno federal para la enseñanza superior”. En ese nivel, la situación paulista es peculiar, pues se trata del único estado de Brasil en el cual el gobierno estadual es el gran soporte de la enseñanza. “Necesitamos una participación mayor de los recursos federales”, dice Brito Cruz.
La conferencia de São Paulo se realizará en la Asamblea Legislativa del Estado, un local más que apropiado para un debate en que se manifestarán diferentes segmentos sociales. A propósito de esto, la participación de los empresarios, tanto en las discusiones regionales como en el evento nacional, es considerada crucial para dar solidez a las estrategias y directrices que saldrán de la Conferencia Nacional. Es natural: el lugar por excelencia de la generación de tecnología e innovación -que en Brasil aún sigue en descompás con el desarrollo científico- es la empresa. En otras palabras, de las empresas depende la transformación del conocimiento en PBI.
Justamente con esta visión, el ministro de Ciencia y Tecnología, Ronaldo Sardenberg, reunió el 26 de julio a un grupo de 30 empresarios en São Paulo, en un desayuno en la Secretaría de Ciencia, Tecnología y Desarrollo Económico, comandada desde junio último por el secretario Ruy Altenfelder. Sardenberg convocó a los empresarios, entre ellos al presidente de la Federación de Industrias del Estado de São Paulo (Fiesp), Horácio Lafer Piva, al presidente de la Federación Brasileña de Bancos (Febraban), Gabriel Jorge Ferreira, y al presidente de la Asociación Brasileña de la Industria Electroelectrónica (Abinee), Carlos Paiva, a participar en los debates de la Conferencia, contribuyendo con ideas y posiciones para la definición del documento final de un plano de desarrollo del sector de CeT para la próxima década.
Simultáneamente a los debates, en la Asamblea paulista, y durante los días 16 y 17, los participantes de la conferencia regional y el público en general podrán ver ejemplos concretos acerca de cómo la investigación científica y tecnológica se transforma en productos y servicios para la sociedad. Una muestra de los proyectos de los programas de Investigación en Políticas Públicas, de Enseñanza Pública y de Innovación Tecnológica, financiados por la FAPESP, que tiene como función presentar esto de la manera más didáctica posible.
Del verde al blanco
La última gran conferencia nacional sobre ciencia y tecnología en Brasil serealizó hace 16 años, cuando el país atravesaba el comienzo del proceso de redemocratización y, entre los cambios institucionales que se produjeron, surgía la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Desde entonces, profundas transformaciones ocurrieron en el sector en el mundo entero, ya sea en términos de avance del conocimiento científico, de las innovaciones tecnológicas o de la organización de la producción científica y de su inserción en los procesos de desarrollo económico.
Se produjeron grandes cambios también en Brasil, revelando mejor los puntos fuertes y las grandes fragilidades (por ejemplo, la insuficiencia de la transferencia del conocimiento para la sociedad) del sistema nacional de CeT. Esto justifica la necesidad de un nuevo y gran debate nacional sobre el sector, que el Ministerio de Ciencia y Tecnología y la Academia Brasileña de Ciencias juntos resolvieron proponer, contando con un instrumento previo para las reflexiones: el Libro Verde, un extenso documento de 264 páginas, disponible en Internet en el sitio del MCT desde mediados de julio (www.mct.gov.br).
Si ese documento, coordinado por los investigadores Cylon Gonçalves da Silva y Lúcia Carvalho Pinto de Melo, con base en las colaboraciones de unas 300 personas de decenas de instituciones, ofrece un extenso diagnóstico de la situación brasileña en ciencia, tecnología e innovación, un documento de otro color, con mayor número de colaboradores, deberá decir qué es lo que Brasil pretende hacer en este campo y cómo lo hará durante los próximos diez años: el Libro Blanco de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación.
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