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Nutrición

Un maracuyá para cultivar en la Caatinga

La variedad BRS Sertão Forte es fruto de la mejora genética del maracujá-do-mato

Fernanda Birolo/ Embrapa

En el mes de junio, Embrapa lanzó en Petrolina (Pernambuco) una variedad comercial de maracuyá, la BRS Sertão Forte, adaptada para zonas con clima semiárido, de escasas lluvias. El nuevo cultivar surgió de investigaciones que condujeron a la mejora genética de una especie silvestre de la planta (Passiflora cincinnata), a la cual se la conoce popularmente en Brasil como maracujá-do-mato o de la Caatinga [matorral xerófilo], que crece naturalmente en áreas secas del nordeste, pero con baja productividad. La variedad BRS Sertão Forte conserva la capacidad de sobrevivir en ecosistemas con poca agua, una particularidad de la especie antes mencionada, por lo cual, sus frutos y rendimiento por superficie plantada son mayores. En comparación con el maracuyá agrio (Passiflora edulis), la especie más comúnmente plantada en el país, también presenta ventajas. La variedad desarrollada a partir del maracujá-do-mato ofrece mayor tiempo de vida productiva y resiste bien a la fusariosis, una enfermedad causada por hongos que acomete con frecuencia a los plantíos comerciales del fruto. “La BRS Sertão Forte puede cultivarse con bajo costo tecnológico”, explica el ingeniero agrónomo Francisco Pinheiro de Araújo, de la empresa Embrapa Semiárido, responsable del desarrollo del cultivar, en el comunicado de presentación de la variedad. “Ella resulta bastante apropiada para la agricultura familiar, principalmente para la producción orgánica”.

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