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Fomento

Un perfil esclarecedor

Datos sobre las inversiones de la FAPESP denotan la articulación entre la generación de conocimiento y su aplicación

La FAPESP invirtió 550,7 millones de reales durante el año 2000 en fomento a la actividad científica y tecnológica producida en el estado de São Paulo por medio de becas, auxilios y programas especiales. Para becas y auxilios que componen la línea regular de fomento a la investigación – aquella que atiende a la demanda espontánea de los investigadores – , se destinaron 363,5 millones de reales, el 66% de los recursos. Para programas especiales -que agrupan proyectos con características especiales que requieren un tratamiento específico – se destinaron 187,2 millones de reales, un 34%. Por separado, becas y auxilios recibieron respectivamente 178,5 y 185,1 millones de reales, un 32,4% y un 33,6% del total invertido.

Por detrás de estos números existen constataciones obligatorias y algunas revelaciones. La primera constatación es que los proyectos de libre demanda continúan recibiendo el mayor volumen de inversiones por parte de la FAPESP. Y la revelación más importante es la que indica que invertir en investigación de calidad, sea cual fuere su clasificación – la básica incluida o otras áreas fundamentales del conocimiento – , redunda siempre en un alto grado de aplicación de sus resultados, tarde o temprano como, por cierto, la Fundación preveía. Se podría repetir junto a Louis Pasteur: “no existe ciencia aplicada; existen solamente aplicaciones de la ciencia”.

Así es que, de las inversiones realizadas por la FAPESP a lo largo del año 2000 y hasta abril de 2001, nada menos que el 72,9% de los recursos se destinaron a proyectos cuyos resultados tienen inmediata o potencial relevancia tecnológica o inmediata o potencial relevancia para la implementación de políticas públicas. A la investigación básica que tiene como objetivo fundamental el avance del conocimiento, sin aplicación preestablecida de resultados, le cupo el 27,1% de los recursos. Esto se hizo visible a partir de la nueva metodología de clasificación de los proyectos de investigación aprobados, que examina el perfil de las inversiones en los auxilios a la investigación regulares, proyectos temáticos y auxilios a la investigación vinculados a los programas Apoyo a Jóvenes Investigadores y Biota-FAPESP.

Los porcentajes relativos a los valores invertidos se corresponden, como es de esperar, con los porcentajes referentes al número de proyectos aprobados. De este modo, los proyectos básicos centrados principalmente en el avance del conocimiento representaron un 22,7% del número total aprobado en el año 2000 y hasta abril de 2001. Los proyectos con aplicabilidad “tecnológica o de políticas públicas”, muchos de los cuales son simultáneamente básicos, representaron un 77,3%. Es interesante observar que ese perfil de inversión se registra hace ya algún tiempo, conforme el estudio realizado por la Fundación. En 1999, el 74,5% de los proyectos aprobados en las modalidadesconsideradas tenían un componentede inmediata o potencial aplicación tecnológica o de políticas públicas, y a ellos se destinó el 75% de los recursos. El año anterior, los porcentajes fueron, respectivamente, del 79,2% y del 75,7%.

Pero hay otra revelación significativa en los números, que demuestra cómo la FAPESP se mantiene en el rumbo cierto. Siguiendo la propuesta introducida por Donald Stokes en su libro Pasteur’s Quadrant, Basic Science and Technological Innovation , que crea tres categorías para la clasificación de una investigación – el Cuadrante de Bohr, el Cuadrante de Edison y el Cuadrante de Pasteur – , la mitad de las inversiones destinadas por la Fundación en el año 2000 y hasta abril de 2001 para las líneas de fomento y auxilio a la investigación regular, proyectos temáticos y auxilio a la investigación en el marco de los programas de Apoyo a Jóvenes Investigadores y Biota, se encuadra en esta última categoría. Es decir, aquella en la cual los resultados de la investigación contribuyen para el avance del conocimiento y, simultáneamente, tienen grandes perspectivas de aplicación práctica.

Nueva clasificación
Todos estos son datos importantes que, entretanto, permanecían escondidos por la manera en la cual, tradicionalmente, la FAPESP clasificaba los proyectos que le son presentados, es decir, solamente por área de conocimiento. Ese modo de clasificación no suministra las informaciones necesarias para tener una medida más precisa del grado en el cual la Fundación cumple su misión de fomentar el desarrollo científico y tecnológico del estado de São Paulo, ni permite visualizar la contribución al desarrollo de proyectos de investigación relevantes para la implementación de políticas públicas.

Para identificar ese perfil de inversión, los proyectos aprobados entre 1996 y abril de 2001, en aquellas modalidades consideradas de fomento, fueron clasificados por las coordinaciones de áreas de la dirección científica de la Fundación en cuatro categorías:

Investigación básica (B)
– investigación básica cuyo principal objetivo es hacer avanzar al conocimiento fundamental (B/AC) sobre el tema en estudio;
– investigación básica/tecnológica (B/T), cuyo principal objetivo es hacer avanzar al conocimiento fundamental y cuyos resultados tienen un potencial definido de aplicación tecnológica;
– investigación básica/políticas públicas (B/PP), cuyo principal objetivo es hacer avanzar al conocimiento fundamental y con potencial definido de contribución para la formulación de políticas públicas;
– básica/tecnológica/políticas públicas (B/T/PP), cuyo principal objetivo es hacer avanzar al conocimiento fundamental y con potencial definido de aplicación tanto en el sector público como en el sector privado.

Investigación tecnológica (T)
La investigación aplicada que tiene como principal objetivo la obtención de resultados de índole tecnológica;

Investigación en políticas públicas (PP)
Investigación aplicada con el objetivo principal de obtener resultados relevantes para la definición o implementación de políticas públicas;

investigación tecnológica/políticas públicas (T/PP)
Investigación aplicada cuyos resultados tienenpotencial deaplicación tecnológica ytambién de contribución para laformulación de políticas públicas;

Los números surgidos de esa nueva clasificación de los proyectos llevaron al Consejo Superior de la FAPESP a determinar que tal encuadre seautilizado de manera sistemática, en paralelo con la clasificación por áreas del conocimiento. La finalidad de tal decisión es medir la contribución del sistema estadual de investigación, por medio de las investigaciones financiadas, para el desarrollo científico, social y económico del estado de São Paulo. La nueva clasificación de los proyectos no tendrá influencia en la decisión de la FAPESP de apoyarlos o no, pues se hará solamente después de la conclusión del proceso de evaluación. Y solamente reflejará la demanda calificada, no constituyendo un factor de priorización por parte de la institución o de la asesoría.

Otra significativa constatación que se desprende de las estadísticas relativas a las actividades de la FAPESP en el año 2000 fue el crecimiento del número de becas otorgadas y los valores destinados a las mismas. El número de pedidos de becas aprobados pasó de 4.868 a 5.213, con una variación positiva del 7,1%. En términos de inversiones, ellos pasaron de 168 a 178,4 millones de reales, un incremento del 5,3%. Las becas en la modalidad de fomento fueron las que experimentaron el mayor crecimiento de 1999 a 2000, tanto en número de pedidos aprobados como en el de recursos liberados. A título comparativo, los auxilios regulares tuvieron un aumento del 2,4% en el número de proyectos aprobados y del 5,3% en el volumen de recursos recibidos, mientras que los programas especiales experimentaron una reducción en los dos items: del 14% en el número de proyectos aprobados y del 5,8% en las inversiones.

La demanda de becas de la FAPESP y el número de otorgamientos está creciendo desde hace algunos años, y a tasas elevadas. En 1996, la FAPESP concedió un 47,9% de becas más que el año anterior; en 1997, el crecimiento en las concesiones fue del 21,7%; en 1998, del 20,7%, y en 1999, del 6%, según datos publicados en los informes de actividades de la FAPESP de los años 1999 y 2000. Un punto destacado en el otorgamiento de becas en 2000 fue la participación del área de Ingeniería. Por primera vez, dicha área recibió el mayor volumen de recursos destinados a becas: 31,8 millones de reales, el 17,8% del total invertido en esa línea regular de fomento. El aumento en las concesiones de becas en el área es evidencia de un creciente interés en la calificación profesional y en la investigación tecnológica, motivado probablemente por una mayor comprensión acerca de la importancia de la innovación como base del desarrollo económico e industrial. Con relación al año anterior, la expansión en las inversiones destinados a becas en el área de Ingeniería fue del 7,8%.

La FAPESP destinó 187,2 millones de reales en el año 2000 para los programas especiales (vea el Cuadro de programas especiales). La visibilidad del tema genoma en los medios de comunicación puede llevar a creer que la mayor parte de las inversiones de la FAPESP va a parar al Programa Genoma. El cuadro muestra que eso no es verdad. Ese programa recibió 36,2 millones de reales en el año 2000, una cuantía significativa, es cierto, porque no es posible instituir una nueva área sin inversiones significativas. De cualquier manera, ese valor corresponde al 6,5% del total invertido por la FAPESP en todas sus líneas de fomento, es decir, 550,7 millones de reales.

El año pasado, la FAPESP dio inicio al programa Centros de Investigación, Innovación y Difusión (Cepids), que tendrá un gran impacto sobre las dimensiones, la dinámica y la organización de la investigación científica y tecnológica paulista. Se aprobaron 10 proyectos de centros, enlas más diversas áreas del conocimiento: desde materiales cerámicos hasta la utilización farmacéutica de toxinas animales, desde óptica y fotónica hasta estudios metropolitanos, de la terapia celular al estudio de la violencia.Cada uno delos diez centros desarrollará un programa multidisciplinario de investigación básica o aplicada en la frontera del conocimiento. Además, sus investigaciones llevaran a cabo innovaciones asociadas a la transferencia de conocimientos, para los diversos niveles de gobierno, subsidiando el diseño y la implementación de políticas públicas, o para la iniciativa privada, con el desarrollo de nuevas tecnologías de valor comercial y la creación de empresas. Los centros tendrántambién la responsabilidad de interactuar con el sistema educativo, a través de actividades que envuelvan a los estudiantes, desde la enseñanza media hasta elposdoctorado y la educación continua de los profesores.

Para finalizar, cabe registrar otra importante iniciativa de la Fundación en el año 2000, que fue la implantación del Programa de Apoyo a la Propiedad Intelectual (Papi/Nuplitec), con la misión de asesorar a los investigadores paulistas en el proceso de registro y licenciamiento de patentes resultantes de investigaciones apoyadas por la FAPESP. Con esta iniciativa, la Fundación dio una muestra de su preocupación y determinación para actuar en una área vital para el desarrollo científico y tecnológico nacional y para el aprovechamiento económico de la inversión del país en investigación. Los resultados alcanzados (vea el reportaje de la página 20) muestran que la FAPESP se encuentra en el camino cierto.

Los cuadrantes de la FAPESP
En 1997, luego de la muerte de su autor, Donald Stokes, fue publicado el libro Pasteur’s Quadrant, Basic Science and Technological Innuevation. En dicho libro, el autor propone una nueva taxonomía de las actividades de investigación y de desarrollo, cuyo principal mérito consiste en superar la falsa dicotomía entre investigación básica e investigación aplicada. Esa dicotomía había sido introducida en la literatura pelo famoso documento Science, The Endless Frontier, preparado por Vannevar Bush en 1945, en el cual el propio término investigación básica fue objeto de definición: investigación cuja característica es la de contribuir para “el conocimiento y la comprensión de la naturaleza y sus leyes”. Tanto la definición como la consecuente dicotomía conocimiento versus aplicación se constituyeron durante décadas, y con diversas variantes, en referentes para la teoría general de la taxonomía de la investigación y el desarrollo.

La propuesta de Stokes es sencilla. Se trata de atribuir a las investigaciones dos coordenadas. Una mensura el avance del conocimiento que la investigación promueve. La segunda dimensiona su consecuente aplicación. Se observa así que una investigación puede al mismo tiempo contribuir significativamente para el avance del conocimiento y tener grandes perspectivas de aplicación práctica. El ejemplo más notorio de este tipo de investigación es la desarrollada por Pasteur, que generó muchos avances en la microbiología, con importantes aplicaciones prácticas. Ese ejemplo es el que justifica el título del libro.

La atribución de esas dos coordenadas permite agrupar a la investigación en tres categorías razonablemente bien definidas, conforme muestra el primer gráfico: Cuadrante de Bohr: investigación básica sin ninguna identificación de aplicación inmediata; Cuadrante de Edison: investigación aplicada tendiente al desarrollo tecnológico; Cuadrante de Pasteur: investigación básica con perspectivas definidas de aplicación.

La taxonomía propuesta por Stokes pode aplicarse a la interpretación de la nueva clasificación de las inversiones de la FAPESP. La categoría B puede ser asociada al cuadrante de la investigación básica. Las categorías T, PP y T/PP, al cuadrante de Edison, y las categorías B/T, B/PP, B/T/PP, al cuadrante de Pasteur. Con esta asociación, obtenemos los cuadrantes que representan el perfil de inversión de la FAPESP en el año 2000.

La diversidad visible
Una rápida hojeada en los numerosos ejemplos de proyectos de investigación básica financiados por la FAPESP muestra a las claras de qué se está hablando cuando se llega a una clasificación más refinada para ellos, capaz de rebelar si su potencial de aplicación está próximo o longincuo. A decir verdad es realmente así, porque tarde o temprano, toda investigación de calidad tendrá alguna aplicación relevante. Por eso un típico ejemplo de investigación básica comprometido con el avance del conocimiento (B/AC) y cuyo potencial de aplicación parece muy distante es el proyecto temático Física Nuclear Teórica, desarrollado por investigadores del Instituto de Física de la Universidad de São Paulo en colaboración con especialistas de la Universidad Federal de Río de Janeiro y del Instituto Tecnológico de la Aeronáutica, que estudia los movimientos de las partículas del núcleo del átomo, llegando a formular una teoría para explicar la dinámica de esos fenómenos.

En tanto, el desarrollo de una vacuna génica contra la tuberculosis, por parte de investigadores de la Facultad de Medicina de USP de Ribeirão Preto, es un buen ejemplo de investigación básica cuyos resultados tienen un alto potencial de aplicación tecnológica (B/T). Más adelante se podrá concluir sobre su aplicación también en salud pública y, por tanto, en políticas públicas, lo que cambiaría su clasificación a la de B/T/PP. Para llegar a la vacuna, los investigadores tuvieron que encontrar una manera de estimular los linfocitos T CD8, capaces de destruir células infectadas con el bacilo Mycobacterium tuberculosis, sabiendo que esos linfocitos son estimulados solamente cuando los antígenos son producidos dentro de células, como ocurre en las infecciones virales. Para llegar a eso, un tramo del ADN del agente causante de la enfermedad fue insertado en un retrovirus fabricado en laboratorio con técnicas de ingeniería genética. Las células infectadas con el retrovirus recombinante sintetizaron los antígenos, estimularon los linfocitos e indujeron protección contra la infección por M. tuberculosis. En los experimentos con animales, la vacuna, más allá de prevenir la infección, manifestó una actividad terapéutica en individuos infectados, actuando directamente contra la infección.

El proyecto temático sobre métodos de evaluación del impacto de las estrategias de inmunización contra enfermedades de transmisión directa es un buen ejemplo de investigación básica con aplicación en políticas públicas. La investigación desarrolló ecuaciones y un modelo matemático dinámico aplicado a la epidemiología y concluyó que, en el caso específico de São Paulo, sería posible obtener una inmunidad óptima contra el sarampión, la papera y la rubéola, a la época, vacunando a la población en la franja de edad entre 1 y 10 años, y no a la población de hasta 15 años. Tal plan fue realizado y la Secretaría de Salud del Estado de São Paulo logró, junto a los buenos resultados inmunológicos, economizar cerca de 15 millones de reales en la campaña de vacunación contra esas virosis, en 1992.Proyectos tecnológicos y de Políticas Públicas no requieren explicaciones más detalladas. Los encuadrados en los programas de Innovación Tecnológica de la FAPESP (PIPE y PITE) se encajan entre los primeros, y los del Programa de Investigación en Políticas Públicas, entre los segundos.

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