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EDUCACIÓN

Un puente con la ciencia

Una red apunta a promover estudios que contribuyan a la mejora de las prácticas de enseñanza y aprendizaje

Children's mathematics equipmentImage Source/ FolhapressUna iniciativa que se propone utilizar datos de investigaciones sobre la capacidad de enseñanza y aprendizaje para dar asidero a nuevas prácticas y políticas educativas comienza a tomar forma en Brasil con el lanzamiento de la Red Nacional de Ciencia para la Educación (Red CpE) el 24 de noviembre pasado. “Si bien se realizan investigaciones de punta en diversas áreas del conocimiento, hay una desarticulación entre lo que se produce en la academia y las políticas educativas”, dice Roberto Lent, neurocientífico de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) e ideólogo del proyecto.

La idea consiste en extender a la educación un concepto adoptado en el campo de la salud, el de investigación traslacional, que crea un puente entre los hallazgos científicos y el desarrollo de nuevos tratamientos y remedios. En los próximos meses se realizará un mapeo de los grupos de investigación del país cuya producción sea potencialmente aplicable a la educación, tales como los estudios de neurociencia sobre memoria y aprendizaje.

La Red CpE pretende sensibilizar a los organismos gubernamentales y a los de iniciativas privadas para que inviertan recursos en ese tipo de investigación que cuenta con potencial para aplicaciones en la educación. Para el mes de julio, se prevé la realización de un simposio internacional sobre el tema en Río de Janeiro

La red actuará en forma abarcadora, sin excluir ninguna disciplina científica o abordaje, desde experimentos en laboratorio con modelos animales hasta experimentos en el aula tendientes a probar hipótesis pedagógicas con rigurosidad científica. Un ejemplo de ese tipo de trabajo es un estudio que condujeron investigadores del Instituto de Psiquiatría de la Universidad de São Paulo (USP) y de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp), bajo la conducción del profesor Guilherme Polanczyk, de la USP, con casi 600 alumnos del preescolar en 27 escuelas públicas de São Caetano do Sul (São Paulo).

La investigación, que cuenta con el apoyo de la FAPESP, de la Fundación Maria Cecília Souto Vidigal y del Núcleo de Apoyo a la Investigación en Neurodesarrollo y Salud Mental de la USP, apunta a adaptar a la realidad brasileña programas de intervención escolar desarrollados en otros países para mejorar la capacidad de aprendizaje.

“Muchas escuelas actualmente enseñan nuevas palabras sin conectar el vocabulario con otras actividades desarrolladas por los niños en la escuela”, explica Marina Leite Puglisi, docente del Departamento de Fonoaudiología de la Unifesp y una de las coordinadoras del trabajo, que se encuentra en fase de evaluación de resultados. La investigación, basada en estudios realizados en instituciones extranjeras, a ejemplo de la Universidad de Oxford, en Inglaterra, propone la adopción, en el salón de clases, de técnicas capaces de perfeccionar el aprendizaje de nuevas palabras. “Relacionamos la palabra con historias y sonidos, en lugar de enseñarla en forma aislada, enfocándonos especialmente en la creación de contextos, para que los niños puedan emplear espontáneamente las palabras aprendidas e integrarlas a conocimientos previos”, relata Leite.

Según Mozart Neves Ramos, director de articulación e innovación del Instituto Ayrton Senna, que patrocinará la red, otro ejemplo de cómo puede aprovecharse un conocimiento científico en las aulas es la recomendación, basada en datos de la literatura, para que los niños duerman una siesta luego del almuerzo, antes de retomar los estudios. “La red fortalecerá el puente entre conocimientos de ese tipo y el cotidiano de estudiantes y profesores. Históricamente, la investigación científica en educación interfería poco en el trabajo del educador. El conocimiento sobre cómo la gente enseña y aprende puede ayudar mucho en el desarrollo de nuevas prácticas de enseñanza”, afirma Ramos.

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