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Tecnociencia

Un sensor hacer caer los costos de la fabricación de papel

Ingenieros del laboratorio nacional Lawrence Berkeley, del Departamento de Energía de Estados Unidos, desarrollaron un sensor ultrasónico de láser que mide la flexibilidad del papel mientras éste recorre la línea de producción, hasta a 100 kilómetros por hora. Debido a que descarta el contacto mecánico, el sistema evita daños en el papel y permite examinar su humedad, tensión y peso. Un prototipo testeó satisfactoriamente seis tipos de papel en una fábrica de Mead Paper Corporation, Ohio. Actualmente, las propiedades mecánicas del producto son verificadas mediante el examen manual de una muestra de la bobina. Si no se encuentra dentro de las especificaciones, toda la bobina de tres toneladas es descartada o vendida a un precio inferior.

Para evitar ese derroche, los fabricantes suelen excederse de las especificaciones –cosa que implica gastar más pulpa y energía para el secado de lo que sería necesario. Pero el sensor mide la flexibilidad en tiempo real, al inicio del proceso, sin tocar el papel –lo que es muy importante, pues a la velocidad de 30 metros por segundo, el más leve toque puede arruinar a los papeles más livianos, como los de diario. El sensor funciona midiendo el tiempo que las ondas ultrasónicas demoran para propagarse desde un punto de excitación inducido por láser hasta otro punto de detección, a pocos milímetros de distancia: la velocidad de las ondas entre esos puntos y a través del papel está ligada a las propiedades elásticas del producto.

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