A sus innumerables críticos les encantaba decir que fue el responsable del surgimiento de la charlatanería del arte moderno, con sus ready-made, su orinal y ruedas de bicicleta, que al proclamar que todo podía ser arte, cuestionaban la propia idea de que todavía era posible hacer arte. Pintor mediano, odiaba a los llamados “pintores de retina”, con sus cuadros bien ejecutados. Marcel Duchamo prefirió zamarrear al mundo artístico con sus ideas, más que con virtuosismo. Duchamp reveló, en este movimiento, que el significado del arte no dependía sólo de sus componentes específicos, sino también de su utilización especial, del su “mal uso” irónico o incluso de su completa inutilidad. Aun con toda esta carga polémica, muchos expertos no dudan en afirmar que, si la primera parte de la historia del arte del siglo XX pertenece a Picasso, la segunda parte es, indudablemente, un patrimonio del irreverente Duchamp. La biografía de Tomkins es un clásico que llega a Brasil en una esmerada edición, con proyecto editorial y portada de Waltercio Caldas. El libro empieza de manera genial con un extenso análisis de Gran Vidrio, la obra más famosa de Duchamp, motivo para que el biógrafo les muestre al lector toda la galaxia de ideas contenidas en paneles con formas enigmáticas. Puede no ser el centro del libro, pero hay también una revelación, un tanto fascinante, de la pasión del artista por la mujer del embajador brasileño en EE.UU., también artista. Pero no espere una biografía llena de chismes.
Cosac Naify (11) 3218-1444
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