Imprimir Republish

Memoria

Una aventura brasileña

Hace 78 años, Gleb Wataghin daba inicio a la investigación en física en Brasil

IFUSPWataghin con aparato, en un avión de la Fuerza Aérea Brasileña, para medir rayos cósmicos en altura, en 1940IFUSP

El esfuerzo destinado a la creación de la Universidad de São Paulo (USP) en 1934 hizo que llegasen a Brasil docentes franceses, alemanes, italianos y un portugués. Teodoro Ramos, ingeniero de la Escuela Politécnica de São Paulo, se dirigió a Europa para cursar las invitaciones. De acuerdo con el crítico y ensayista Antonio Candido, esos docentes instituyeron la moderna concepción de investigación científica e investigación intelectual en el país. De todos los extranjeros que ayudaron a la formación de la USP, quizá el más exitoso haya sido Gleb Wataghin (1899-1986). Nacido en Birsula, Rusia –ciudad incorporada a Ucrania cuando esta se independizó– y naturalizado italiano, el trabajo del científico en Brasil obtuvo el reconocimiento en el exterior pocos años después de dar inicio a la investigación en el área de física en el país.

“En cierta oportunidad, mi mujer Amélia y yo estábamos en un congreso sobre historia de la física en Italia cuando nos abordó el historiador de la ciencia estadounidense Lewis Pyenson haciéndonos la siguiente pregunta: ‘¿Cómo obró Wataghin aquel milagro en São Paulo en los años 1930?’”, comenta Ernst Hamburger, del Instituto de Física (IF) de la USP. Sílvio Salinas, también del IF, relata una historia parecida del físico Freeman Dyson, a mediados de los años 1980.

“Durante un coloquio en Pittsburgh, Dyson mencionó ‘la aventura brasileña’ de Wataghin, cuando, en condiciones improbables, en un lugar sin ningún historial de enseñanza e investigación en física, en pocos años empezaron a aparecer artículos brasileños que él publicó en Physical Review”, cuenta Salinas. Los trabajos se realizaban en colaboración con alumnos que él había capacitado.

Wataghin adelante del instituto que lleva su nombre, en 1971: homenaje de la Unicamp

Siarq/ UnicampWataghin adelante del instituto que lleva su nombre, en 1971: homenaje de la UnicampSiarq/ Unicamp

Wataghin dio inicio a dos líneas de investigación. En la experimental trabajaron Marcello Damy de Souza Santos, Paulus Aulus Pompeia y Yolande Monteux; en la teórica, Mario Schenberg, Paulo Saraiva de Toledo y Abraão de Morais. Más tarde se sumaron a ellos César Lattes, Sonia Ashauer, Walter Schutzer, Jayme Tiomno, Roberto Salmeron, Paulo Leal Ferreira y Oscar Sala.

Para Henrique Fleming, del IF, quien conoció a Wataghin en 1967 en Turín, los albores de la carrera de física fueron excepcionales. “No sé si es posible encontrar una docena de ejemplos así en la historia de la
física”, dice. “Y el principal personaje en ese escenario fue Wataghin, la persona más extraordinaria que conocí.”

Gleb Wataghin estudió en el gymnasium imperial de Kiev, la capital de la actual Ucrania, y llegó a frecuentar la Universidad de Kiev entre 1918 y 1919. En 1920, su familia se encontraba en Turín, escapando de la revolución comunista rusa. Allí se graduó en física y matemática y en 1929 empezó a dar clases en la Universidad de Turín. Durante su permanencia en Italia, la primera elección de Teodoro Ramos para la cátedra de física era Enrico Fermi, y éste a su vez recomendó al joven profesor. El fascismo, las dificultades para acceder a una cátedra y la buena oferta económica lo convencieron Wataghin a venirse.

En la década de 1970, en su casa de Turín: una figura clave para la física brasileña

Archivo familiarEn la década de 1970, en su casa de Turín: una figura clave para la física brasileñaArchivo familiar

En São Paulo pareció haber encontrado a las personas justas. Sus alumnos provenían de buenas escuelas secundarias, estaban ansiosos por aprender y curiosos ante aquellos extranjeros que hacían todo distinto, comparados con la vieja tradición portuguesa. Wataghin estimulaba a sus discípulos a ir al exterior a trabajar con físicos como Fermi, Paul Dirac, Arthur Compton, William Bragg, Eugene Wigner, John Wheeler, R.G. Herb y Cecil Powell. Y ese esfuerzo rindió sus frutos. A partir de los años 1940 surgieron, entre otras instituciones, el Centro Brasileño de Investigaciones Físicas, el Instituto de Física Teórica, actualmente vinculado a la Universidad Estadual Paulista, y el Instituto Tecnológico de Aeronáutica.

El Instituto de Física de la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp) surgió en 1966 bajo la dirección de Damy, quien llevó allí a Lattes. En 1971, el instituto pasó a llamarse Gleb Wataghin –en ese entonces profesor visitante de la Unicamp– y Rogério Cezar de Cerqueira Leite se hizo cargo de su dirección.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de Italia llamó a sus docentes de regreso. Wataghin sabía que podría ser peligroso volver, pues no era fascista ni tampoco italiano nativo. “Se quedó acá hasta 1949, cuando regresó para dirigir el Instituto de Física de la Universidad de Turín”, cuenta su nieta Lucia Wataghin, docente de lengua y literatura italiana de la USP. Hija de André, uno de los dos hijos de Gleb, Lucia dice que su abuelo nunca se olvidó de Brasil.

Republicar