Un escándalo en torno al plagio en la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam) agitó la elección del nuevo presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en los primeros días de 2023. La candidatura de la jueza Yasmín Esquivel Mossa, de 59 años, quien contaba con el apoyo explícito del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, perdió impulso cuando se descubrió que su tesis de licenciatura en Derecho, defendida en 1987 en la Unam, copiaba la presentada un año antes por el abogado Edgar Ulises Báez Gutiérrez. La introducción y la conclusión eran idénticas. Incluso el título de ambas era el mismo: “Inoperancia de los sindicatos en los trabajadores de confianza del Artículo 123 Apartado A”. La diferencia principal entre los dos textos es la ausencia, en el trabajo de la jueza, de un estudio de campo realizado por Báez Gutiérrez. “Es un plagio tan burdo que es hasta grosero. Lo único que falta por plagiar son los agradecimientos”, dijo Juan Jesús Garza Onofre, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Unam, en declaraciones a la edición mexicana del periódico español El País.
Lo que podría haber sido un caso de mala conducta individual involucrando a un personaje público cobró ribetes de escándalo académico generalizado cuando se descubrió que Esquivel y Báez Gutiérrez tuvieron a una misma directora de tesis, Martha Rodríguez Ortiz, y que ella había supervisado otros trabajos plagiados entre 1986 y 2010. Un capítulo de 25 páginas de esa misma tesis también aparecía en los trabajos de dos alumnos tutelados por la profesora en 2008 y 2010. En 1993, un estudiante de la Unam, Juan Carlos Blanco Silva, quien actualmente se desempeña como fiscal, presentó ese contenido por tercera vez, como si fuese original, aunque con un título diferente. No obstante, él no fue dirigido por Rodríguez Ortiz. Un error gramatical –una coma que separa sujeto y predicado– está presente en todas las copias.
La Unam, que es la mayor universidad pública de México, con más de 170.000 alumnos de grado y 24.000 de posgrado, inició una investigación sobre la cadena de casos de plagio que podría llegar a revocar el diploma de Esquivel. Ella afirma ser víctima de una persecución e hizo circular la versión de que el trabajo original era el de ella y el plagiador sería Báez Gutiérrez, aunque él lo presentó primero. El abogado lo negó. El presidente López Obrador salió a defender a la jueza, a quien nombrara en 2019, sosteniendo que la denuncia apuntaba a mancillarlo.
La magistrada quedó postergada en la elección, pero no por ello México dejó de tener, por primera vez, una mujer al frente de su Corte Suprema. La elegida entre cinco candidatos propuestos fue Norma Lucía Piña, de 63 años, experta en derecho constitucional, quien integra el máximo tribunal desde 2015. Ella obtuvo seis de los once votos de los jueces de la Corte y ostentará el cargo durante los próximos cuatro años.
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