La empresa paulista Conceito ha desarrollado una tecnología que servirá principalmente para la telefonía empresarial, en la distribución de líneas telefónicas en extensiones que actúen de manera independiente unas de otras, además de controlar sistemas de automatización de edificios. Son funciones realizadas por intermedio de módulos de telefonía distribuidos en el ambiente y conectados a cada extensión. De esta forma, además de operar como un PABX (nodo de comunicaciones cuya principal función es la de conectar con la red telefónica), modular y distribuido, tal sistema privado de telefonía prevé la interacción con cualquier equipo que forme parte del sistema de automatización de predios inteligentes. De este modo, al digitar las teclas de un teléfono, en cualquier lugar dentro o fuera de la empresa, es posible encender el aire acondicionado, abrir puertas y ventanas y, por medio de sensores, verificar si existe alguien paseando en el interior.
El nuevo sistema fue bautizado Telefonía Modular Inteligente Distribuida (TMID) y posee módulos que lo hacen trabajar de manera independiente de la conmutación realizada por el PABX. Para ejecutar todas las funciones, los ramales son conectados entre sí y a la red Local Operating Network (LonWorks), que realiza la automatización de edificios, compartiendo el mismo medio físico, como los pares de cables, por ejemplo. La idea de desarrollar los teléfonos inteligentes surgió mientras el coordinador del proyecto de la empresa para el Programa Innovación Tecnológica en Pequeñas Empresas (Pipe) de la FAPESP, el físico Miguel dos Santos Alves Filho, desarrollaba sensores con inteligencia distribuida para balanzas de camiones, usadas en las carreteras, en 1991. Desde entonces, él comenzó a preguntarse si no podría hacer un PABX de forma distribuida, del mismo modo que lo había hecho con los sensores de las balanzas.
El sistema convencional se compone de la Central Telefónica de Conmutación Privada, que posee la sigla PABX, por Private Automatic Branch Exchange, y funciona de manera centralizada. Es a partir de un equipo central, que él administra las extensiones de la empresa, realizando las conexiones con la central telefónica pública por medio de, por lo menos, dos líneas troncales y cinco ramales. Dependiendo de su interés, la empresa puede adquirir más líneas troncales y colocar más extensiones. El problema es que las micro y pequeñas empresas, terminan teniendo extensiones ociosas, mientras que las grandes precisan lidiar con una estructura de conexiones muy compleja y con muchos cables.
La simplicidad del sistema TMID se encuentra en su núcleo, llamado módulo consolador, que posee un microprocesador de informaciones denominado Neuron Chip, desarrollado por la empresa americana Echelon, además de un transceptor, dispositivo que cumple con la función de asegurar el acceso a la red de comunicación del predio. Por tratarse de una tecnología modular, el cliente puede adquirir los módulos en la medida de sus intereses y necesidades, siempre considerando el costo de lo que realmente usará.
Partiendo de la tecnología desarrollada que se encuentra en fase de prototipo, por lo tanto aún no disponible comercialmente, la empresa produjo y lanzó al mercado el Logphone. Conectado al teléfono y a una computadora, él monitorea todas las llamadas recibidas, graba conversaciones, registra la duración, informa el número de quien llamó o si el teléfono estuviera eventualmente ocupado. El aparato se aplica de manera independiente en cada ramal y cuestan R$ 100 cada uno.
La empresa también está trabajando para sacar al mercado el Módulo de Respuesta Audible (MRA) que realiza el servicio de espera telefónica personalizada en cada extensión y la atención automática, normalmente utilizada por las empresas de telemarketing. Ese trabajo puede realizarlo el PABX, pero depende de una estructura mayor y más costosa: una unidad de respuesta audible para grabar y decodificar la conversación, además de una computadora para almacenar las locuciones programadas. Como el uso de un PABX es predominante en Brasil, el grupo está desarrollando el MRA, que contará con entradas analógicas y digitales. Es una manera de ingresar pronto al mercado, explica Alves Filho.
El grupo también pretende producir el Módulo Gate Keeper (MGK) para interconectar los teléfonos y las computadoras en red, ampliando el sistema de comunicación. La diferencia de ese sistema en comparación con el Voice Over Internet Protocol (Voip), o voz sobre protocolo de Internet, que posibilita conexiones telefónicas en la red, y el envío de información sincronizada y voz con buena calidad. En el Voip, las informaciones, o paquetes de voz, que transitan por Internet, sufren atraso y variación en el orden de la emisión, resultando en una comunicación deficitaria. El nuevo sistema elimina la pérdida de comunicación de los paquetes de voz y mejora la calidad de comunicación vía Internet, explica.
Para Alves Filho, el hecho de ingresar al mercado, no es suficiente para que la nueva tecnología se extienda. Es importante formar grupos de estudio sobre automatización, porque no puede considerarse un adelanto, crear una tecnología y lanzarla al mercado sin que existan profesionales capacitados para trabajar con ella, dice. Es por ello que el conocimiento desarrollado por Alves Filho también se encuentra en uso en la Escuela Politécnica de la Universidad de São Paulo (USP) por el Virtual Network Center of Ecosystem Services (ViNCES), un consorcio de laboratorios que utiliza el control a distancia y la automatización de equipos para la recolección de datos en investigaciones en el área de ecología.
El proyecto
Red de control de dispositivos con inteligencia distribuida en interfaces de comunicación y automatización (nº 01/03449-1); Modalidad Programa Innovación Tecnológica en Pequeñas Empresas (Pipe); Coordinador
Miguel dos Santos Alves Filho – Conceito; Inversíon R$ 173.520,37 (FAPESP)