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Política C&T

Una luchadora incansable

Carolina Bori defendió las banderas esenciales de la psicología y la democratización de la ciencia

sbpc Carolina, homenajeada en la reunión de la SBPC en julio pasadosbpc

La inquietud permanente y el entusiasmo en la defensa de las innumerables causas que abrazó fueron los rasgos distintivos de la personalidad de Carolina Bori, que dejaron marcas tanto en la profesión como en la formación del psicólogo, y moldearon el rumbo de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia (SBPC), la entidad que presidió durante los años 1980. Esta docente del Instituto de Psicología de la Universidad de São Paulo (USP), que murió a los 80 años el pasado día 5 de octubre, se empeñó decisivamente en la creación de la Sociedad Brasileña de Psicología, del Programa de Posgrado del Instituto de Psicología y la Asociación Nacional de Investigación y Posgrado en Psicología. Ayudó a implantar las carreras de la disciplina en la Unesp de Río Claro, en la Universidad de Brasilia y en la Federal de São Carlos. También encabezó el movimiento que culminó con la reglamentación de las profesión del psicólogo – ella tenía el registro nº 1 del consejo de la categoría.

Hija de italianos y nacida en la capital paulista, Carolina Bori se graduó en pedagogía en la Facultad de Filosofía, Ciencias y Letras de la Universidad de São Paulo, donde luego se especializó en psicología. Obtuvo la maestría en la Graduate Faculty New School for Social Research de Estados Unidos, y el doctorado en la USP. Pionera en la investigación de la psicología experimental en Brasil, también trajo a Brasil las ideas del estadounidense Fred Keller, según las cuales el análisis experimental del comportamiento podría fundamentar una nueva forma de enseñar. Surgió la personalización de la enseñanza, un método basado en la planificación rigurosa de los pasos del aprendizaje, con el objetivo de calibrar el ritmo de trabajo a las dificultades y logros del estudiante.

Con método científico
Su admisión como miembro de la SBPC, en 1969, consumó la coronación de una lucha destinada a consolidar la psicología en el seno de la universidad, en sus palabras “una psicología basada en el método científico y en la experimentación, como las demás ciencias”. Pero, para llegar allá, tuvo que vérselas con los prejuicios. “Nos tildaban de positivistas”, dijo, en testimonio para el libro Cientistas do Brasil, de 1998. “Éramos rigurosas al recabar los datos y más rigurosas aún para analizarlos. Sin embargo, la tendencia era otra: mucho más especulativa e interpretativa. Ésa es la imagen que todavía se transmite de la psicología: el lego no tiene contacto con el conocimiento científico, pero es bombardeado con ideas vagas, que terminan formando un galimatías sin sentido”, afirmó.

En la SBPC, ella amplió su espectro de preocupaciones, pasando también a defender a la ciencia como generadora de desarrollo y como antídoto para las disparidades sociales. Presidió la entidad entre 1986 y 1989 y permaneció como presidenta dehonra hasta el final de su vida. Propulsó iniciativas en pro de la divulgación de la ciencia, como la realización de programas de radio y de conferencias, la creación del Instituto Brasileño de Educación, Ciencia y Cultura (Ibecc), de la Asociación Interciencia y de la Estación Ciencia, de la USP.

“Es necesario mejorar la vida de la gente, no solamente en términos de dar acceso a los productos que genera la ciencia, sino también para que esa misma gente sea más crítica con relación al mundo en que vive”, dijo. “El hecho de que una parte de la población viva sin información y alejada del conocimiento científico es un absurdo, como así también lo es la falta de preparación de los docentes, que serían los agentes de la modificación de esta situación”. La profesora brindó su contribución en pos del compromiso de parte de la comunidad científica en los temas políticos, en el ocaso de la dictadura militar. La defensa de los derechos humanos y la campaña contra el programa nuclear fueron algunas de esas banderas.

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