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BUENAS PRÁCTICAS

Una máquina de multiplicar citas

Anulan trabajos del rector de una universidad española tras comprobarse un fraude en los indicadores de impacto científico

wwing / Getty Images

La Universidad de Salamanca (Usal), la institución de educación superior más antigua de España y la cuarta fundada en el continente europeo, está viviendo capítulo bochornoso en sus 806 años de historia. Su actual rector, el científico de la computación Juan Manuel Corchado, de 53 años, es el protagonista de un escándalo por mala conducta en una trama que incluye la fabricación de citas de artículos, la manipulación del proceso de evaluación de estudios científicos y el uso de estratagemas para engrosar el rendimiento académico en forma irregular.

En octubre, la editorial Springer Nature anunció la retractación de 75 artículos vinculados al grupo de investigación que dirige Corchado por contener “citas con un comportamiento inusual” e indicios de que el proceso de revisión por pares estaba comprometido. Catorce de los estudios cancelados llevan la firma del propio rector. Todas las retractaciones corresponden a lo que en el ambiente se conoce como conference papers, resúmenes de ponencias en congresos científicos que citaban artículos del líder de la Usal en 1.772 oportunidades y, otras 559 veces, trabajos de una revista ‒Advances in Distributed Computing and Artificial Intelligence Journal (ADCAIJ)‒ de la que él es uno de los editores en jefe. En uno de los resúmenes retractados, Corchado citaba otros 200 artículos de su autoría.

El director de integridad en la investigación científica de Springer Nature, Chris Graf, declaró a la revista Science que había “vínculos personales o profesionales” que interfirieron en la evaluación editorial de los trabajos cancelados. Según él, hay indicios de manipulación del proceso de revisión por pares, ya que el grupo de Corchado ‒Bisite (acrónimo de bioinformática, sistemas inteligentes y tecnología educativa)‒ participaba activamente en la organización de las conferencias en las que los trabajos fueron seleccionados y presentados. Al ser contactado por Science, el rector evitó hacer comentarios sobre las retractaciones, pero un vocero de su grupo dijo que los estudios anulados representan una pequeña parte de la producción del académico y que las acusaciones son “malintencionadas y apuntan únicamente a desacreditar al equipo”.

Catedrático de la Usal y experto en inteligencia artificial y ciberseguridad, Juan Manuel Corchado es uno de los investigadores más prolíficos de España. Es autor de más de 1.000 artículos científicos y en 2018 fue incluido en una lista elaborada por el investigador estadounidense John Ioannidis, de la Universidad Stanford, en Estados Unidos, entre los científicos más productivos del mundo: ese año, publicó un trabajo cada 6 días. Sobre un total de 62 estudios, 33 fueron artículos en revistas y 29 conference papers.

Las primeras denuncias de que algo andaba mal con su producción surgieron en 2022, cuando el sitio web Retraction Watch publicó un reportaje mostrando que, de las llamativas 39.000 citas que habían recibido sus trabajos científicos según la plataforma Google Scholar, 8.400 eran autorreferenciales: Corchado tenía por costumbre poblar las referencias bibliográficas de sus trabajos con remisiones a estudios previos de su propia autoría. Esta práctica, que se conoce como autocita, se permite cuando los estudios previos de un autor son esenciales para explicar nuevos resultados obtenidos en un trabajo ulterior. Empero, el abuso de esta práctica se considera mala conducta, ya que engrosa artificialmente los indicadores de rendimiento académico que podrían utilizarse como criterio para obtener financiación o ascenso en la carrera.

El reportaje, que se basaba en un análisis del experto en bibliometría Alberto Martín-Martín, de la Universidad de Granada, revelaba otros patrones anómalos. Las citas en gran número figuraban en textos científicos almacenados en la plataforma ResearchGate, en perfiles de investigadores cuya identidad no pudo verificarse. Otros estudios solamente estaban disponibles en el repositorio de la Universidad de Salamanca. Los trabajos de este tipo no son tenidos en cuenta en los indicadores elaborados por bases de datos como Web of Science, de la empresa Clarivate Analytics, y Scopus, de la editorial Elsevier, que solo valoran artículos de revistas científicas certificadas y revisadas por pares. Pero sí se contabilizan en las métricas de Google Scholar, que realiza un rastreo exhaustivo de la literatura académica en internet, donde sea que la misma se encuentre (lea en Pesquisa FAPESP, edición nº 343).

En la ocasión, Corchado adujo que los textos depositados en el repositorio de la Usal solamente eran trabajos para debatir, acusando a sus detractores de haber creado perfiles falsos en ResearchGate con el ánimo de perjudicarlo y argumentando que los indicadores de Google Scholar no se tienen en cuenta a la hora de evaluar a los investigadores en España, por lo que él no sacaría ningún partido de sus métricas.

El caso volvió a cobrar repercusión a principios de este año, cuando el investigador, pese a los cuestionamientos sobre la integridad de su producción, decidió postularse al cargo de rector de la Usal, en un proceso en el que no hubo otros competidores. Asumió en mayo y, el mes siguiente, el Comité Español de Ética en la Investigación solicitó una averiguación independiente de las denuncias contra el científico de la computación, cuyos resultados se divulgaron en septiembre. El informe, encargado a dos investigadores de la Universidad de Granada (Emilio Delgado López-Cózar y, nuevamente, Alberto Martín-Martín), indica que Corchado y sus colaboradores incurrieron en “prácticas de publicación cuestionables” para hacer referencia en forma “masiva e irregular” a los trabajos del grupo. En 36 conference papers, se detectó una superposición evidente en las listas de referencias: compartían más de 30 referencias idénticas. Un artículo publicado en el periódico El País informaba que los colegas de Corchado habían recibido instrucciones por correo electrónico para que seleccionaran 20 artículos del rector y 10 de la revista ADCAIJ para citar en sus trabajos.

“Nunca he visto un caso como éste”, declaró a la revista Science el experto en bibliometría Ismael Ràfols, de la Universidad de Leiden, en los Países Bajos. Él considera que Corchado no buscaba manipular los indicadores para obtener ventajas, sino para promocionarse a sí mismo. “Parece ser más bien el comportamiento de alguien que pretende ser una estrella en un área y adquirir gran visibilidad”, sostiene. Las retractaciones de octubre generaron repercusiones en la comunidad científica de España. El Consejo Administrativo de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas publicó un comunicado en el que no mencionan al directivo de la Usal, lamentando que los informes recientes de mala conducta y retractaciones “dañan la reputación internacional de la ciencia de nuestro país, y pueden poner en duda la confianza de la sociedad en el trabajo de la ciencia.”

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