EDUARDO CESAREn el mes de julio, comenzó a regir una norma que les permite a las empresas e investigadores regularizar su situación cuando incumplan la legislación sobre el acceso a los recursos genéticos con fines científicos, de explotación y desarrollo tecnológico. La norma, creada por el Ministerio de Medio Ambiente (MMA), rige desde la última reunión del Consejo de Gestión del Patrimonio Genético (CGEN), ligado al ministerio. “Es importante que el cambio sea divulgado, ya que hasta ahora, cuando una situación era considerada irregular, no existían mecanismos para regularizarla”, dice el biólogo Carlos Alfredo Joly, quien se desempeña como coordinador del Programa Biota-FAPESP y director del Departamento de Políticas y Programas Temáticos del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MCTI). Mediante esta modificación, la fábrica de cosméticos Natura, que durante el año pasado fue multada por un total de 21 millones de reales debido al uso de recursos genéticos sin autorización, logró la aprobación para dos solicitudes de explotación económica por parte del CGEN. De todos modos, la empresa sigue siendo escéptica al respecto. Según Rodolfo Guttilla, director de Asuntos Corporativos de Natura, si no se modifica el decreto provisorio de 2001 que reglamentó el tema, las medidas sólo serán paliativas. “La legislación exige que la empresa solicite autorización previa, incluso sin saber si la investigación conducirá al desarrollo de un producto que llegará al mercado”, declaró a Agência FAPESP.
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