EDUARDO CESARLa primera vacuna contra la esquistosimiasis – una enfermedad que afecta a alrededor de 200 millones de personas en el mundo y causa una inflamación severa en el intestino y en el hígado – será probada este mismo año por la empresa Ourofino, de Cravinhos, interior paulista. La empresa adquirió la licencia de producción de la tecnología, desarrollada por la médica Miriam Tendler, investigadora de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Río de Janeiro. La vacuna contiene un antígeno – una sustancia que estimula la producción de anticuerpos – que prepara al sistema inmunológico contra el ataque del parásito, e impide así que éste se instale en el organismo. En este caso, la sustancia utilizada es la proteína SM 14, un antígeno contra el helminto Schistossoma mansoni, el principal causante de la enfermedad en Brasil, aislada por la investigadora a comienzos de la década de 1990. La SM 14 fue uno de los seis antígenos prioritarios seleccionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En pruebas realizadas en ratones comunes, el índice de inmunización llegó al 70%. El comienzo de los ensayos con personas depende tan sólo de la autorización de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa). Ourofino planea elaborar otra vacuna con la misma proteína SM 14, destinada a proteger animales contra la fasciolosis hepática, una parasitosis que provoca pérdida de peso entre otros síntomas, y afecta a 300 millones de vacunos y ovinos en el mundo. La expectativa es que al cabo de dos años el producto salga al mercado.
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Una vacuna contra la esquistosomiasis
Un inmunizante desarrollado por la Fiocruz se encuentra listo para ingresar a la fase 2 de ensayos clínicos