La cantidad de gránulos plásticos, los denominados pellets, con un diámetro de 3 a 5 milímetros, mezclados con la arena de las playas, parece ser mayor de lo que se imaginaba. Tan sólo el 10% de los pellets se encuentra en la superficie de la arena, mientras que la mayor parte se esconde a profundidades de hasta dos metros, según indica un estudio realizado en Santos y São Vicente, ciudades del litoral sur del estado de São Paulo. “Queríamos comprobar hasta qué profundidad llegaban los pellets”, dice el biólogo Alexander Turra, docente del Instituto de Oceanografía de la Universidad de São Paulo (IO-USP) y coordinador del estudio (Scientific Reports, 27 de marzo). “Cavábamos y cavábamos y seguíamos encontrando los gránulos plásticos”. Junto con su equipo, Turra calculó en 15 toneladas la cantidad de pellets acumulada en la arena del área registrada, con alrededor de siete kilómetros de extensión. Ese material provendría de las empresas productoras y usuarias de ese tipo de plástico o de la pérdida de los pellets durante el transporte y acopio en contenedores. En conjunto con el Instituto Plastivida, Turra está elaborando un manual de procedimientos para que las empresas puedan reducir la pérdida de pellets. “No se pueden retirar los pellets de la playa, pero podemos impedir que ingresen más”, propone el investigador del IO.
Republicar