Tras dos años de negociaciones diplomáticas, un fósil sacado de Brasil y llevado ilegalmente a Europa a mediados de la década de 1990 será devuelto al país en el mes de junio. La noticia fue dada a conocer por el Instituto Guimarães Rosa, vinculado al Ministerio de Relaciones Exteriores. El fósil fue extraído de un yacimiento arqueológico en la cuenca del Araripe, en el límite entre los estados de Ceará, Piauí y Pernambuco, e incorporado a la colección del Museo de Historia Natural de Karlsruhe, en Alemania. Años de estudios llevaron a determinar que se trata del único registro de un dinosaurio del tamaño de una gallina que vivió hace unos 120 millones de años en lo que actualmente es el nordeste brasileño, caminaba en dos patas, tenía el cuerpo cubierto de pelos largos y finos y se alimentaba de insectos y pequeños vertebrados. El caso salió a la luz hace dos años, cuando paleontólogos del Reino Unido y de Alemania publicaron un artículo sobre el fósil, clasificándolo como una nueva especie de dinosaurio, a la que llamaron Ubirajara jubatus. Ante la evidencia de que el material había sido objeto de tráfico ilegal, la revista que publicó el hallazgo – Cretaceous Research – retiró el artículo de su página web. El destino del fósil será el Museo de Paleontología Plácido Cidade Nuvens, en Santana do Cariri (Ceará).
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