En dosis moderadas, el café tiene una acción antioxidante que puede ayudar a proteger contra los males de Parkinson y de Alzheimer, la catarata, el cáncer y enfermedades cardiovasculares. Pero, para preservar ese efecto, es necesario alterar la forma como el café es tostado en Brasil.
La nutricionista Fabiana Amaral Araújo, de la Facultad de Ciencias Farmacéuticas de la Universidad de São Paulo, mostró que tostar los granos de café a una temperatura más baja – a 180°C, en vez de los 220°C generalmente adoptados aquí – preserva la propiedad antioxidante del café. Durante 30 días, Fabiana dio a ratones de laboratorio diferentes dosis de un extracto de café menos tostado. Al fin del experimento, ella verificó un efecto protector en el cerebro, en el corazón, en el hígado y en el plasma, sobre todo en los animales que consumieron dosis más altas. El cambio en el tostado del café nacional sería una buena noticia para quien le gusta un cafecito.
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